C'mon C'mon |3|

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C'mon C'mon/Vamos Vamos/Allez Allez

De Gambito y Rogue reconociéndose.

La risa muere en mi garganta al verlo parado dentro de la habitación. Kurt me empuja levemente al ver que me he quedado parada junto a la puerta, pero no hace preguntas y se limita a seguir su camino, siguiendo a Warren como un perrito faldero.

De alguna manera, logro avanzar hasta mi asiento, justo al final de la mesa, del otro lado de donde Magneto y el Profesor X se sientan, como reyes ante sus súbditos. Nuestros ojos conectan cuando se sienta frente a mí.

Me alivia ver que parece tan sorprendido como yo y su mirada se desvía a mi izquierda, observando a Scott, mientras que la mía sigue su ejemplo y observo Sapo apoyado en la silla junto a él.

Bueno, mierda.

Es un miembro de la Hermandad y yo soy una de los niños de Xavier.

Abre un poco la boca, pero en lugar de hablar me da una sonrisa torcida y sus ojos rojos resplandecen con picardía. Siento que me sonrojo, él se acuerda de mí tanto como yo de él.

Escucho el inicio de una discusión al otro lado de la larga mesa, como si ni siquiera el fin del mundo lograra evitar que los X-MEN y la Hermandad pelearan entre ellos, pero hay una fuerza que me impide apartar la vista de Remy.

Luce contento, excitado por el peligro y no puedo evitar que la noche del viernes vuelva a mi cabeza. Ha de sentir lo mismo, porque en cuanto Sapo y Scott se unen a la mini pelea, se inclina sobre la mesa de manera amenazante, disimulando lo que sus labios sueltan.

—Hey, chérie. La persona con la que vine se tuvo que ir.

Me inclino hacia él, dispuesta a ver hasta dónde llega, repitiendo las palabras de nuestro primer encuentro. Siento sus manos rosarse con las mías por sobre la mesa, pero nadie está viendo.

—Pero eres asombrosa, parada aquí tan sola. Te he estado observando y hay algo en tus ojos. Si te acercas un poco más, tal vez podamos...

Sus ojos se desvían a mis labios y no puedo evitar pasar mi lengua por ellos, pero me aparto de la cercanía. Él parpadea, pero su sonrisa no se borra.

—Vamos, vamos— sigue con su parte—. No hay forma de que te vayas de aquí sin bailar con Gambito. Allez! Allez!

Se queda callado y, por primera vez, parece inseguro. No sabe si le seguiré el juego. El viernes éramos desconocidos, adolescentes perdidos en un bar, hoy nuestros líderes nos han vuelto enemigos, estamos en lados diferentes, pero la conexión no flaquea y lo único que realmente me preocupa son mis propios poderes.

Aprieto mis manos enguantadas y vuelvo la cabeza para ver que incluso Tormenta está gritando ahora.

—Vamos, vamos— le digo según nuestro guion—. Demuestra que tus palabras son ciertas y bailemos hasta que no pueda olvidar tu rostro.

Suelta una risa, feliz de verme y yo le imito por lo bajo.

Algunos encuentros están destinados y al destino lo que menos le importa es que yo sea una heroína y él un villano.

Logan le gruñe un poco cuando Gambito me toma de la mano de manera brusca al irse, pero le hago caso omiso porque estoy demasiado ocupada tratando de esconder mi sonrisa al sentir el peso de un papel en mi mano. 

La sudiste et le voleur [Rogue x Gambit]Where stories live. Discover now