-OMEGACEMBER- Jayce/Viktor

-celos 2-

Este iba a ser un capitulo sobre "parche", pero no entendí la palabra y decidí hacer un "celos" segunda parte pero de otra perspectiva. Disfruten.

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Viktor nunca había imaginado tener un alfa cortejandolo, mucho menos alguno que fuera de algún apellido de renombre. Siempre se imaginó terminando sus días como un investigador, tener un nombre grande y crear un nuevo y brillante futuro... estando solo, sin pareja, sin hijos.

Pero Jayce lo había sorprendido. No negaría que había soñado un par de veces con ese cuerpo sobre el suyo, tomándolo de formas que nunca había imaginado. En sus celos deseando ese nudo, que ya lo ha llenado más de una vez. Primero había pensado que su naturaleza lo llamaba a estar con ese alfa que se veía como el mejor partido, pero con el tiempo siendo socios, investigando juntos, creando juntos, su parte racional lo terminó queriendo igual.

—¡Viktor!

El nombrado sacudió su cabeza saliendo de su ensoñación.

—Sky, disculpa ¿Qué decías?

La chica rió bajito mientras acomodaba las cosas en su escritorio.

—Que me retiro, tengo que prepararme para el baile por el aniversario de la academia. ¿ira?

—No, tengo aún varias cosas que hacer...

—Pensé que acompañaría al concejal Talis.

Viktor se sonrojo por eso, ahora media academia sabía que salían y que se lo recordaban aún le hacía sentir pena.

—No, él entendió cuando le dije que... tenía que terminar esto hoy.

—Bueno. Me retiro entonces.

Después de que la becaria se fuera, siguió con su trabajo. Ya entrada la noche decidió que era suficiente y recogiendo sus cosas salió de la academia. Justo salía cuando dirigió su mirada al salón principal de su escuela, donde se había llevado la fiesta, por ella salían varias personas dando por finalizado el evento, decidió acercarse para buscar con la mirada a Jayce y tal vez... irse juntos.

Tal vez había sido una mala idea, porque al encontrarlo, no estaba solo. Se encontraba con la concejal Medarda, abrazados muy cómodamente, la mujer le susurro algo al oído que hizo reír nervioso a Jayce. Eso le dolió un poco y se retiró rápidamente.

Mientras más caminaba, las lágrimas se le acumulaban en sus ojos. Sabía que había una explicación para lo que vio, pero su mente le traicionaba y le hacía pensar lo bien que se veía ellos dos juntos. Él no tenía nada real que entregarle a Jayce, era un omega defectuoso, zaunita, con celos irregulares que tal vez nunca le daría cachorros, no tenía dinero ni un estatus alto. Pero Mel era una omega de verdad, fuerte y que le podría dar más poder y hasta cachorros sanos si Jayce lo quisiera, seguro ella nunca se revelaría contra Jayce y lo conquistaría de una forma elegante.

—¿Viktor?—una voz conocida y a veces molesta lo llamo.—¿Vas a pasar? ¿Buscas a Manotas?

Jinx se paró delante de él y lo hizo casi caerse de la sorpresa. Sin quererlo había llegado al bar de la familia de Vi.

—No, yo... no sé qué hago aquí.

—¡Jinx, papá quiere que le ayudes a recoger la basura de la cocina!—Vi gritó por la ventana de arriba.—¿Viktor? ¿Pasó algo? ¡Pasa, no te quedes parado ahí!

Pensando en que en realidad no quería regresar a Piltover entró, el bar estaba recién cerrado por esa noche. Vio al padre de las chicas, Vander, limpiando los vasos de la barra.

—Hey pero si es el amigo pequeño de Vi, no te ves muy bien.

—Sutil como siempre cariño..—gruño Silco desde la caja registradora.

Vander rió con nerviosismo.

—Cierto, ¿Quieres un poco de té? Cait nos trajo un poco cuando vino a vernos.

El atino a asentir mientras dejaba su bastón y sus cosas aun lado de la barra y tomaba asiento.

—¿No estabas saliendo con Jayce?

Silco le dio un codazo a su marido y le miró de forma amenazante.

—Lo siento, Vi nos dijo... son igual que nuestra pequeña y la chica sheriff, debe ser difícil para ustedes, venir de dos ciudades tan diferentes.—Le dijo casi en un susurro Vander mientras le daba la taza con té humeante.

—Ahora no lo sé... creo que si somos muy diferentes. Tal vez no debería estar con alguien como...

—Oh criatura, no te avergüences de donde vienes. Esos piltillos no merecen a gente como nosotros realmente. —Le dijo Silco sin mirarlo, siguiendo con su trabajo en la caja.— Te toco fácil, es solo un alfa, a veces no saben cuando lo arruinan pero cuando se dan cuenta, ese siempre es el momento que tenemos que aprovechar.

Tres "—¡Hey!" se escucharon en el bar, uno de parte de Vander, uno de Vi que bajaba las escaleras del segundo piso, y otro de la parte de entrada. El último hizo voltear rápidamente a Viktor.

—Jayce...

—Vi me habló, dijo que estabas aquí, a esta hora y con mala cara...—Le dijo mientras trataba de agarrar aire.—Vine lo más rápido que pude, ¿Todo está bien?

Sin responder algo, el omega se levantó y tomó sus cosas para salir por la puerta de al lado. Jayce se disculpó y salió tras su novio.

—Viktor ¿Qué pasó? ¿Estás bien? ¿Por qué estás en este lugar solo a estas horas?

El nombrado volteo enojado para encarar a Jayce.

—Se veían muy bien— le dijo, el otro solo lo miró confundido.—Te vi, te vi con... con ella. Si estabas jugando conmigo lo hubieras dicho, no tenias que humillarme de esa forma. Acercándote tanto a ella para que todos supieran que estaban juntos, fui un tonto.

Jayce lo miró como poseído por la locura.

—No no no no, no es lo que piensas. Nunca te engañaría, preferiría que me quemaran vivo antes que eso pasara. — le comenzó a explicar mientras le tomaba de los brazos.—Te había dicho en la tarde que me iba a la fiesta, porque así me lo pidió de favor la concejal Medarda, que le debía el favor por lo de... nuestra primera vez en el día del progreso. Ella solo se estaba despidiendo de mí y me preguntaba si iría a verte saliendo de ahí... que ella no volvería a tapar mis... mis deslices con mi novio.

Viktor se sonrojo al recordar que la concejal sabía sobre ellos, sobre aquella vez. Que tonto habia sido.

—Oh ¿Estabas celoso?—Le pico Jayce.

—¡Claro que no! Es solo que... yo, no estoy seguro que esto sea correcto, solo mírame, yo..

—Eres perfecto. No hay nada más perfecto, que me complete como tu.

Viktor sonrió hacia Jayce, mientras veía como este se acercaba para tocar sus frente. Y con esas palabras las dudas se disiparon.

—¿Habías mencionado algo de incendiarte a ti mismo?

*Imagen por oberon_kuo