Capítulo 8.

4.9K 488 234
                                    

Aaah~—. Dejó escapar un pesado suspiro.

Ya habían pasó un par de días desde todo lo ocurrido... Y seguía sintiéndose mal.

Por una parte, se sentía mal por dejarse engañar por la cara bonita de Izuku y por otra, por haberlo hecho llorar, después de todo, seguía sintiendo algo por él, lo llevaba amando desde hace más de una década, no era fácil dejar eso atrás...

Aaah~—. Volvió a suspirar.

Se levantó de su cama e importándole un carajo que fueran las 2:30 de la madrugada, salió del bar sin rumbo fijo, solo quería despejar su mente, pensar quizás mejor la situación, si ir en busca una explicación y saber si le fueron infiel o, si es que, siquiera hubo una relación y no fue todo un juego...

[....]

Estuvo caminando tanto, que terminó en la playa de basura ¿En qué momento se había alejado tanto? Ni él lo sabía, solo siguió caminando junto a la orilla, quizás con suerte vería el inició del amanecer dentro de una hora...

Trash!

Un poco a lo lejos, escucho algo caer de las grandes piras de basura y chatarra, por un momento pensó en largarse, pues, quería estar completamente solo, pero escucho algo que lo hizo detenerse.

¡Joven Midoriya! ¡Regrese!—.

Escuchar ese nombre, lo hizo volverse curioso, por lo que se acercó más para ver qué pasaba, lo que vio, lo dejó sorprendido.

¡¿?!

Izuku estaba sin suéter y su camiseta de manga larga, estaba rota de una manga, mostrando cicatrices en ese brazo, sus pantalones estaban sucios, con un poco de sangre y su hermoso rostro, el que amaba ver y siempre lo tranquilizaba, ahora, ya no lo era tanto, en él, había también cicatrices, una cruzaba su ojo izquierdo, la otra, en su mejilla y la tercera, su frente, todas ellas, se veían que llevaban tiempo ahí.

¡Midoriya! ¡No puede correr por siempre! ¡Tarde o temprano, tendrá que responder a nuestras preguntas del porque de repente apareció en aquella zona!—. Habló uno de los tres hombres que lo perseguían.

Él solo veía como Izuku escalaba o descendía las montañas de chatarra con agilidad y cómo esquiaba a aquellos hombre de traje negro mientras trataba de alejarse. Por curiosidad (preocupación más que nada), los siguió pero con cuidado de no ser visto.

Estuvo siguiendolos por unos 3 minutos, hasta que Izuku quedó varado en una montaña de chatarra al borde de la parte profunda del mar.

—Este es el fin, joven Midoriya. Por favor, venga con nosotros a la comisión de seguridad del héroe y responda nuestras preguntas, todo estará bien—. Hablo con seriedad aquel hombre.

—Ja!—. Podía escuchar su agitada respiración. —Ya mero creeré en sus palabras, ustedes son peores que los villanos—.

—Pero somos su mejor opción, sin nosotros, hubiera causado más destrucción igual a la que causó hace 10 años atrás y sería catalogado como uno de los peores villanos—. Contraatacó. —Ahora, venga con nosotros, regresara a ser libre después de una semana de estudios—.

—No si puedo seguir evitándolos—.

—¿Qu—.

Antes de que terminara de hablar, el oji esmeralda, se aventó al mar.

¡!

Rápidamente quería correr en su auxilio, pero se controlo, no quería ser visto por los de la comisión, los cuales, tras ver que Izuku no salí del mar después de 7 minutos que para él fueron eternos, estos decidieron irse.

El Dulce Novio De Tomura.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora