Capítulo XVII: Te Lo Buscaste Aaron .

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—En cómo me has ayudado durante el proceso —admiti y arqueo una ceja.

—¡Pero bueno! Que ñoño eres, después de mil años ¿hasta ahora te das cuenta? —dice tan dulce como siempre.

Niego la cabeza porque está mujer no tiene sentimentalismo. Es tan ella y sin tabú, creo que el unico que le saca arrumacos es su Loro Cheito, su mascota adorada.

Si, tiene un raro fetiche por adoptar mascotas exóticas.

—A pesar de ser tan pedante, te quiero mucho Val —le dije.

—¡Alto! Nada de boberias, ya sabes que ese rollo dulzón no es lo mío.

Ni que lo diga...

—Bien sabes que yo soy así.

—Si siempre tan amable, con razón tu supuesta novia te quiere tanto.

Arrugue la frente en la palabra supuesta.

—¿Supuesta novia? —inquiri curioso.

Ella bufo rodando los ojos, —¡Vamos Raell! Nos conocemos desde críos y sé cuando mientes, además que Liz tampoco es buena haciéndolo.

Me puse nervioso. Ésta mugrosa ya se dio cuenta.

—¿Y tu teoría es?

Dejé que terminara su argumento porque ya estaba descubierto y de nada valía mentir, considerando que es malo hacerlo y lo he venido haciendo desde hace rato.

—No entiendo exactamente porque están mintiendo tú y Liz, pero de que no son novios, no lo son —reposo su espalda de la silla esperando mi respuesta.

Suspiré rendido, no iba a mentirle más, le tenía la suficiente confianza para contarle lo que está pasando.

—Tienes razón, estamos fingiendo —admiti y asintió, esperando que continuara—, ella esta saliendo en realidad con Aaron y para salvarle el pellejo con Andrea una vez me la puso de novia.

Se quedó en silencio, analizando mi respuesta.

—Y la mentira creció hasta el punto que tú papá me pregunta cada vez que llama si es verdad o no —se cruzó de brazos.

Eso no lo sabía...

—¿Ya lo sabe?

—¿Y qué esperabas Raell? En este barco la marea se mueve rápido.

Con eso quiso decir que los chismes entre gente rica corren de inmediato.

—Quiero terminar con esta falsa, pero todo está muy enredado.

—No debiste participar en eso, mientes y eso no es de Dios —señaló lo que ya sé—, pero no te recriminare porque no soy nadie para hacerlo, solo espero que no termines perjudicado al final.

Asentí y agradecí su apoyo, así es ella, me riñe pero no me juzga y lo valoro mucho, los verdaderos amigos son los que te corrigen no los que te solapan.

Bueno, yo solapo a Aaron pero solo por Liz, porque no quiero perjudicarla. Todo esto lo estoy haciendo por ella, no por él.

—Espero no salir perjudicado —puntualice para mi mismo.

—O enamorado —la escuché decir y la miré fruncido.

—¿Qué dijiste?

—Lo que escuchaste, Liz es el prospecto ideal para ti y sería un milagro que no te enamores de ella al final —dijo y la bilis se me engroso.

En cierto modo, eso era lo que más me preocupaba. Ya me estaba acostumbrado a tenerla en mi vida y en mis pensamientos. Además que se me hacía fácil besarla ya, cuando Andrea esperó nuestro beso aquella noche mi mente dijo no pero mi impulso dijo si y fui hacerlo. El Raell cuerdo hubiese inventado una excusa para no hacerlo, pero supongo que ya estaba adaptado a fingir esto.

Arriésgate Liz. Where stories live. Discover now