Capítulo 2

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SORA

La puerta de mi habitación estaba siendo brutalmentegolpeada. «Seguro quees Asuna». Miré el reloj y suspiré. Me inyecté la dosis diaria deAleradriel en la pierna, cogí mi bastón y fui cojeando hasta lapuerta. La abrí con la convicción de que Asuna tendría mucho quecontarme sobre la entrevista con Sasuke Wong.

—Buenos días estrella de la televisión —dijemientras abría la puerta.

—¡Buenos días! —gritó Asuna tan emocionada quehasta sonó más aguda.

Asuna se abalanzó sobre mí para darme un abrazo quecasi me corta la respiración. Yo intenté zafarme, pero ella no mesoltaba. Al final me rendí y dejé que me apretujara como si fuerauno de sus peluches cuando era pequeña. Por fin Asuna me soltó y yoaproveché para coger aire... «Un día de estos me va a romper encachitos, menuda fuerza tiene».

—Estás contenta por lo que veo —comenté.

—¡Pues claro que sí! ¡Tengo excelentes noticias!—afirmó Asuna.

—Triunfaste tanto anoche que te han ofrecido másdinero.

—No, no es eso...

—Has ganado otro premio —insistí.

—¡Que no es nada de eso! ¡Déjame que te cuente! —meriñó Asuna.

Yo sonreí con cara de culpable. «Me encantachincharla». Alcomprender que le había estado tomando el pelo me propició unpellizco en el brazo y yo la miré mostrando arrepentimiento.

—Perdona, lo siento. Cuéntame qué me querías decir.

—¿Viste mi entrevista de ayer? —me preguntó y yoasentí—. Pues el señor Wong me ha confesado que actualmente acabade entrar en la etapa de experimentación con humanos y que leencantaría que te unieras a su investigación.

Asuna me entregó una carta y yo suspiré comorespuesta. Nada más leer su contenido supe inmediatamente lo quesignificaba. Aquello no era más que otro intento de convertirme enconejillos de indias. Iba a romper la carta, pero Asuna me detuvo.Entonces me puso esa mirada que siempre conseguía cautivarme y alfinal acepté.

«Con esa mirada siempre me ha sido imposible negarlenada».

—Asuna, eres periodista. ¿No se supone que tu trabajoes investigar si es verdad primero?

—Y eso hice. Le he investigado y su historia escierta. Gana miles de millones al año, ¿qué otro interés podríatener?

—Supongo que en eso tienes razón. Está bien iré—finalmente acepté—. Pero...

—Si te pasa algo, yo misma moveré cielo y tierra pararescatarte que para algo soy tu hermana mayor —afirmó Asuna.

—Tengo la firme convicción que si hace falta así loharás.

Asuna me abrazó y en ese abrazo pude sentir todo sucariño y apoyo. Ella sabía que lo había probado todo a esasalturas, lo único que me hacía algo de efecto era la actualmedicación. Sin embargo, eso no impedía que siguiera teniendoaquellos inmensos dolores ni tampoco que al final los pulmones se mecolapsaran y muriese en una lenta agonía. Por eso aquellaoportunidad era tan importante. Por eso no podía permitirmerechazarla y supe que yo no sería la única persona en esasituación. «¿Qué cuanto mutantes éramos? Lo suficientes comopara suponer una molestia, pero no tantos como para poder solucionaralgo juntos». Siempre he intentado utilizar mis canciones como gritode lucha y así visibilizar un poco más, pero tampoco me podíaexceder o de lo contrario hubieran adivinado que soy un mutante.

Sora's Memories [Fic's Kingdom Heart+SAO]Where stories live. Discover now