138 10 1
                                    

Después de un largo camino por el torrente habían llegado al fin a la orilla del río donde se cruzaba a Beruna. Pero ahí se encontraron al ejército telmarinos construyendo un puente para cruzar las aguas y tapando árboles habidos y por haber para fabricar sus máquinas.

Los cinco reyes y el enano se ocultaron detrás de matorrales y troncos cuando estuvieron a punto de ser descubiertos por soldados que pasaban por su lado.

Se fueron de ahí sigilosamente lo más rápido que pudieron siguiendo su camino de vuelta para rodear el bosque.

Al caer la noche evidentemente todos estaban exhaustos, se habían alejado lo suficiente de los telmarinos hace horas, así que ahora buscaban un claro donde pasar la noche.

Buscaron leña y encendieron una fogata que los mantuviera calientes toda la noche. -Estoy harto de las manzanas- murmuró el justo masticando el fruto con molestia.

-Creo que vi unos setos de fresas y moras justo atrás- le murmuró Amelia subiendo sus hombros.

-Cualquier cosa es mejor que manzanas ya- se quejó Ed poniéndose de pie y recogiendo su espada para luego extender su mano a su novia para ayudarla a levantarla.

-¿A dónde van?- pregunto Susan viendo a la chica sacudir la tierra de su vestido lista para andar.

-No tardamos- -Ya volvemos- dijeron los dos tomándose de las manos para comenzar a andar juntos a donde Amelia decía haber visto esas frutas.

Cuando los hermanos Pevensie y la joven Kirkl se juntaban, Edmun y Lía no tenían mucho tiempo para ellos solos, así que aprovechaban cualquier oportunidad para huir juntos y pasar un lindo rato a solas.

Cuando ya estaban lo suficientemente alejados del grupo Edmun soltó su espada dejándola caer al suelo y sujeto a Lía de los hombros empujándola contra un árbol, ahí aprovechó la sorpresa para atrapar los labios de la chica en un beso desesperado.

Amelia sonrió sobre los labios de su novio para luego dirigir sus manos al cuello y hombro del chico. Él se ocupó de sostener la cintura de la chica acercándola más si es que era posible.

Ellos sabían que ya no eran niños, pero tampoco eran mayores, tenían 16 y a esa edad todo se les hacía fácil. Quieren probar de todo antes de tener responsabilidades. Ya habían sido mayores una vez así que decidieron aprovechar su juventud una vez más.

Edmun acariciaba la cintura de lia mientras disfrutaba sus suaves labios con sabor a manzana fresca, tomaba del cuello a Amelia para volver a empujarla contra el tronco, ella se encargaba de tomar del cabello a su novio. La lengua del chico parecía estar pidiendo permiso para entrar a lo que ella accedió complaciente.

Pero después de minutos cuando lo único que escuchaban eran sus respiraciones una rama quebrarse a lo lejos les distrajo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pero después de minutos cuando lo único que escuchaban eran sus respiraciones una rama quebrarse a lo lejos les distrajo. Ambos se separaron asustados mirando al rededor buscando una señal de lo que sea que haya provocado el ruido.

Sempiterno─《𝐓𝐡𝐞 𝐂𝐡𝐫𝐨𝐧𝐢𝐜𝐥𝐞𝐬 𝐨𝐟 𝐍𝐚𝐫𝐧𝐢𝐚》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora