¹

282 17 2
                                    

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

Amelia corria desesperadamente con una sonrisa en su rostro, persiguiendo una bola de luz blanca que corría y saltaba por el bosque haciendo que ella llenará sus botas viejas de lodo, tierra y hojas, llevaba minutos corriendo tras aquel conejo blanco que nunca había podido alcanzar y parecía burlarse de ella dándole emocion al salir a la luz esperando que ella lo viera y le siguiera hacia el profundo bosque.

Amelia reía divertida cuando tenía que saltar algún tronco o veía lo alto que saltaba aquel lindo conejo blanco que se dirigía seguramente a alguna madriguera para esconderse de la castaña con trenzas que lo perseguía.

Por otro lado los Pevensie esperaban nerviosos en la parada de tren viendo que no había absolutamente nada ni nadie esperándolos.

-¿Nos habran puesto las etiquetas mal?- pregunto desconfiado Edmun mirando las etiquetas que les habían puesto a los cuatro.

Pero escucharon las patas de un caballo acercarce y cuando los cuatro giraron vieron a una mujer con semblante severo arriba de una carreta que los miraba despectivamente cuando estuvo al fin frente a ellos.

-¿Señora macready?- pregunta Peter acercándose.

-Si parece que si- respondió ella -¿Esto es todo? ¿Y sus pertenencias?- les cuestionó al ver que cada uno sólo llevaba una pequeña maleta y las chicas una mochila a sus espaldas.

-No las traemos, esto es todo- se sincero Peter.

-Aprecio el favor- dijo mirando a cada uno -Bueno, suban, suban, a que esperan- les apresuro señalandoles la parte trasera de la carreta. Los pevensie tomaron rápidamente sus cosas y Peter ayudó a Susan a subir su maleta dandole la mano para que no tropezara, después cargo a Lucy hasta que ella y su maleta estuvieran arriba, intentó tomar la maleta de Edmun para ayudarlo pero el con un movimiento brusco la alejo de su hermano y subió por su propia cuenta con un rostro de molestia y desagrado.

El camino aunque silencioso fue pacífico ya que las vistas que otorgaba el hogar del profesor kirkle eran bellísimas con un camino lleno de enormes árboles con flores y a lo lejos se veía la mansión kirkle con sus ventanales que adornaban el enorme edificio. La pequeña Lucy no pudo aguantar el asombro ya que en Londres no se miraban casas tan grandes como esa -Parece un castillo- le susurró a Susan que está sólo le hizo una sonrisa divertida.

Una vez llegaron a la entrada ahí estaban las tres sirvientas para darles la bienvenida, la señorita Macready le dio indicaciones a una de ellas para llevar el caballo a los establos para que descansará y está se apresuro a seguir su orden. Las otras dos se ofrecieron tomar las maletas que traían los pevensie para llevarlas a las que sería sus habitaciones.

-Siganme- les dijo la alta mujer una vez ya estuvieron solos. Los guió hasta el recibidor donde había enormes escaleras que se separaban y seguramente llevaban a pasillos interminables; la habitación estaba decorada de manera victoriana con espadas y armaduras antiguas. -El profesor kirkle no está acostumbrado a tantos niños en su casa- dijo haciéndole frente a los pevensie -Por lo tanto, hay algunas reglas que deben seguir, La primera es no gritar, ni correr- dijo mirando despectivamente a Lucy que se encogió de miedo en su lugar.

Sempiterno─《𝐓𝐡𝐞 𝐂𝐡𝐫𝐨𝐧𝐢𝐜𝐥𝐞𝐬 𝐨𝐟 𝐍𝐚𝐫𝐧𝐢𝐚》Where stories live. Discover now