El Origen De Una Leyenda

El Demonio de Japón

No todos fueron hechos igual...

Esa es una lección que cierto niño aprendería a una muy corta edad...

El mundo ha cambiado, aunque de seguro ya saben el resto de la historia, no es así? Una extraña mutación marco una pauta en la historia de la humanidad, los poderes formaron parte de la sociedad, volviendo lo imposible, algo cotidiano, y cuando muchos de estos se alzaron como villanos, los héroes también lo hicieron....

Los cómics dejaron de ser una simple fantasía, la labor heróica paso a ser una profesión real, pero como todo en la vida, siempre hay excepciones, y para Izuku Midoriya, el ser un héroe era algo imposible para el...

O tal vez no de la forma correcta...

Cuatro años, está se suponía que era la edad máxima para desarrollar un Quirk, por lo que al ver qué su hijo no parecía mostrar signos de uno, Inko Midoriya, la madre del peliverde, preocupada por Izuku llevo a su hijo al doctor solo para descubrir la cruda verdad que marcaría para siempre la vida de Izuku

Deberías rendirte.

No puedes ser un héroe.

Con dos simples palabras, el doctor había matado toda esperanza de un pequeño peliverde, todo debido a una articulación, una simple y pequeña articulación había sido su sentencia final, obligado a ser parte de 20% de la sociedad que permanecía relegada, rechazada por la ausencia de alguna clase de poder....

Acaso ese sería su destino? Ser un marginado? Izuku era alguien positivo, pero a pesar de su corta edad, el ya sabía el tipo de trato que había hacia las personas denominadas "Quirkless" y este, no era para nada justo, sus denuncias no eran seguidas, su voz no era escuchada, era como ser prácticamente invisibles, algo que el resto de la sociedad prefería ignorar con la esperanza de que con el tiempo simplemente desapareciera, como una mancha, una simple basura a la espera de que el viento la arrastré para no volver a ver nunca.

Si, esto sonaba deprimente, y era cierto que todos le decían que debía rendirse, incluso tal vez en otra vida se hubiera resignado a esto y seguir adelante, pero está era su vida y nadie le diría como vivirla.

Izuku no era un niño normal, pues aun con la notable ausencia de un Quirk, el era un peleador nato

No, más bien, más allá de un peleador, el peliverde era un héroe, siempre protegiendo a los demás, viendo por la seguridad de otros, incluso antes que por la de el mismo.

La noticia de que era Quirkless se distribuyó tan rápido como la pólvora, pero lejos del apoyo y palabras de aliento que Inko esperaría de los compañeros de Izuku, lo único que el peliverde recibió en respuesta, fueron humillaciones, golpes, indiferencia....

Bakugo, quien antes fuera su mejor amigo, ahora se había convertido en su verdugo, el ego que el rubio había desarrollado era tan grande que no podía permitirse que alguien como Izuku pudiera sentir una pequeña pizca de superioridad ante el. Esto tal vez por miedo o odio, la respuesta daba igual, el estaba empeñado en intimidar al chico, destruir su moral y aplastar su sueño definitivamente

Pero había algo que Bakugo había olvidado o simplemente prefirió olvidar, y es que a pesar de que Izuku sabía que estaba en desventaja. El nunca se daría por vencido, se necesitaba más que una explosión para destruir su inquebrantable espíritu de lucha y sed de Justicia

El peliverde siempre defendía a los que podia, guardia en alto, sin importar la diferencia numérica, el pequeño Izuku jamás abandonaba a nadie. Su rival predeterminado era Bakugo, el rubio quien se sentía el rey de todo no dudaba en intimidar y golpear a quien se pusiera en su camino, pero había alguien que siempre le plantó cara