La mañana era tranquila, nada fuera de lo común en la vida de aquel pequeño grupo que se dirigía a su colegio. Hablaban del mismo tema siempre, no era aburrido, al contrario, era interesante escuchar los argumentos del otro mientras criticaban su pobre intento de contradecir.
—Habló en serio, deberían no darle tanta importancia... Sugirió calladamente Takemichi, quien estaba nervioso por la constante preocupación por parte de sus amigos hacia él.
—¡Oye, deberías tener más cuidado con los alfas o betas! Puede que no lo notes aún, pero ellos son peligrosos, especialmente si hablamos de ti, Takemichi.
—Sí, compañero, debes tener más cuidado o terminarás herido.
Algo cansado de la discusión, bufó y sonrió. Era un caso perdido tratar de ganar en la discusión.
—Sí, la próxima seré más cuidadoso. Aseguró sonriente mientras cerraba los ojos; el sol de la mañana empezaba a ser molesto.
—¡Cuidado, Takemichi! Exclamó con preocupación, pero era tarde; Takemichi había chocado contra alguien.
Nervioso, el teñido se disculpó rápidamente. No le gustaba el conflicto.
—Perdón, no te vi.
Tras su disculpa, no recibió respuesta más que un simple empujón que lo apartó del camino del chico de cabello cenizo, a quien escuchó decir:
—¡Tch! Un omega, qué molesto.
No dijo nada; simplemente se limitó a seguir su camino, por lo que, a regañadientes, Hinata y Chifuyu debieron seguirlo, dejando al chico marcharse sin problema.
—Qué tipo raro... Susurró antes de seguir caminando. Sus amigos no tardaron en comenzar a hablar del tema; no estaban nada felices por la actitud arrogante del peli cenizo.
Al llegar a clases, se dirigieron a sus lugares. Normalmente iniciadores las clases luego de la primera campana, pero esta vez el beta que tenían por maestro inició de manera diferente su clase.
—Bueno, chicos, hoy tenemos unos nuevos alumnos. Espero los traten bien. Chicos, pueden pasar.
Los alumnos nuevos no tardaron en ingresar. Al verlos ya posicionados, les pidió presentarse.
—Mi nombre es Manjiro Sano... soy alfa y tengo diecisiete años.
Takemichi no prestaba atención; estaba ocupado haciendo la tarea que tenía pendiente, porque sí, eligió perder el tiempo que hacerla.
—Mi nombre es Emma Sano, soy omega y tengo dieciséis años.
La dulce voz de la joven provocó suspiros en los alfas y betas de la clase. La chica era rubia y de ojos dorados; no se veía tal belleza todos los días.
—Mi nombre es Ken Ryuguji, soy alfa y tengo 17 años.
Tras la presentación tan breve, los demás alumnos empezaron a murmurar, demostrando interés y fascinación por los tres. El maestro no tardó en hacerlos callar y ordenar a los alumnos sentarse en los asientos libres que había por el salón.
Para mala suerte del distraído Takemichi, el mismo chico con el que chocó esa mañana se sentó detrás de él, y por lo distraído que estaba, no se dio cuenta. El resto se sentó en un lugar diferente, y claro, Draken se sentó cerca de Emma. Emma se sentó cerca de la ventana con intención de distraerse cuando se aburriera de las clases.
Así pasaron las horas hasta la hora de salida. Todo se volvió un caos por los chicos y chicas que trataban de marcharse y regresar temprano a casa. Takemichi, en el transcurso a la salida, terminó por separarse de sus amigos, por lo que, preocupado, esperó a que la cantidad de alumnos disminuyera antes de disponerse a salir. Para su suerte, sus amigos lo estaban esperando.
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꧁P͒u͒d͒i͒m͒o͒s͒ H͒a͒b͒e͒r͒l͒o͒ T͒e͒n͒i͒d͒o͒ T͒o͒d͒o͒ ꧂
FanfictionTakemichi es un chico omega que no sabe cuando rendirse, despistado, alegre, comprensivo y sobre todo incapaz de odiar, conocido como el héroe llorón por muchos o como su mejor amigo lo llama: un alma pura. Para su mala suerte comenzó a juntarse co...
