Bosque

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Louis es el primero en despertar al día siguiente, parpadeando rápidamente cuando se da cuenta del primer problema. Uno particularmente gracioso, ubicado justo en su entrepierna. Su cara se sonroja furiosamente y el lila brillante aparece en sus ojos, con las puntas de las orejas rojas; mientras que el segundo problema se hace presente cuando voltea hacia abajo, dándose cuenta que Harry está encima de él, aferrándose a sus costados como un maldito koala.

Se remueve un poco incómodo, el peso del humano en él es estable, y le está respirando en la mejilla, soltando suaves resoplidos, sus largas pestañas haciendo sombra en sus pómulos, se queda solo un minuto así, observando el pálido rostro de Henry, su piel es pálida, blanca, de porcelana, sus ojos son verdes, oscuros y se resaltan junto a sus largas y delgadas pestañas. Sus labios son grandes y llenos, aterciopelados; algo que solo puede notar cuando está tan cerca de él. Puede darse cuenta también de estos pequeños gestos, como sus cejas relajadas, sus labios regordetes fruncidos, sus ojos revoloteando, y su cabello que ahora ya no le parece tan extraño, largos rizos castaños descansando y enrollándose en su nuca.

Harry tarda en despertar un rato. Y mientras tanto Louis no puede removerse de entre su fuerte agarre.

Su cara está ridículamente carmesí y comienza a sentir calor.

Cálmate cálmate cálmate

Se recuerda a sí mismo. Nada bueno sale cuando está en esta posición, para empezar sus orejas y sus mejillas se sienten calientes, pero no es la única parte de su cuerpo que se siente caliente.

Es incómodo, odia este sentimiento. Siempre odio sentirse atraído por otros morgles, demasiado torpe avergonzándose a sí mismo, hablando demasiado rápido, y tropezando con sus propios pies. Sus alas le pesaban más también, y no podía pensar en otra cosa más que en quien se supone que está interesado. Lo hacia prácticamente estúpido.

Algo que siempre funcionaba para alejarlo de cualquier tipo de relación, era liberarse. Sacarlo de su sistema. Terminar la situación consistía en terminarse a sí mismo. Y entonces todo volvería a la normalidad.

Eso era. Eso era lo que debía hacer ahora. Debía terminar con esto.

Entonces mientras se recuesta tratando de encontrar un ángulo cómodo y que de alguna manera no incluya la entrepierna de Harry y la propia estar cerca.

No, no es la primera vez que lo intenta, y es que sacar de su sistema la atracción por este humanito, no ha funcionado una vez. Quiza la segunda vez sea la buena.

Su mente va directamente a un par de días antes.

Lo que significa que en ese momento recostado en su cama decide quitar su ropa y su bolsillo.

Es incómodo pensar en hacer las cosas así, cuando Zayn está literalmente en la sala de estar, pero hey, no es culpa de Louis, es solo su maldita naturaleza.

Con su parte inferior libre y su mano yendo a parar a su miembro se permite cerrar los ojos y soltar el aire de sus pulmones. Las imágenes en su cabeza suelen ser siempre las mismas, no hay que ser tan detallados en cuáles son estas imágenes, pero normalmente son las que lo empujan al borde.

Generalmente le toma un par de largos diez minutos terminar, pero está noche no parece que su cerebro pueda centrarse en algo en particular. Porque en el momento en que su palma comienza a deslizarse por sí mismo sus párpados se agitan y la imagen del humano aparece.

Largas extremidades, labios bien rosados y mordidos, su cabello enmarañado en muchos rizos oscuros, un par de ojos brillantes verdes, como el maldito bosque y todos los árboles en él.

No abre los ojos porque sabe que va a ser peor, así que sigue adelante, trabajando con la imagen y el sonido lejano de una voz rasposa, el vaivén se vuelve más rápido mientras pequeños sonidos salen de su boca.

MorglesOù les histoires vivent. Découvrez maintenant