Príncipe Mehmed. (Gay)

"Consecuencias" (3x11)

Tarkan Iskender Aga.

Anoche Phelippe se marchó luego de lo sucedido. Me dejó la chimenea encendida y me cubrió.
Él se encuentra sentado con su Padre en una de las mesas, del otro lado de la Sultana Kösem y del Sultán Ahmed.
Ninguno de los Príncipes ha llegado aún.
Jennet se ubica junto a Kösem que acaba de llamarla.
Sin querer escucho toda la conversación y bebo mi jugo para disimular.

–¿Es cierto lo que supe?

–¿Qué cosa mi Sultana?

–Alistaste a Emine Hatun para mi Príncipe anoche.

¿Emine con un Príncipe? Ninguno de ellos tiene edad para iniciar un Harén, a menos que Osmán haya decidido tener otra muchacha aparte de Meleksima.

   –Si mi Sultana, ella y el Príncipe aún están durmiendo, y Osmán salió con su esposa al Pueblo muy temprano.

Al escuchar sus nombres volteo hacia Jennet.

   –Que nadie los moleste, Jennet, pienso que Mehmed debe estar cansado, déjalos dormir.

Escupo mi jugo y volteo el vaso sobre la mesa con los platos y la comida cayendo al suelo con las velas rodando por todos lados. Intento calmar mi tos y respirar con tranquilidad. Jennet me alcanza y con una mano toca mi espalda.

   –Vamos muchacho, ya respira.

   –¿Te encuentras bien? —Dice Kösem.

Asiento con la cabeza y reverencio para salir de ahí. Jennet me sigue los pasos de cerca.

   –Fue una gran sorpresa, ¿No?

   –¿Qué dices Jennet?

   –¿Te sorprende que el Príncipe haya pasado la noche con Emine Hatun y no te haya avisado?

   –¿Por qué me importaría? —Intento esquivarla e ir a los Aposentos de Mehmed. Me detiene por el brazo. –Vamos Jennet, qué te sucede.

   –Tú, jovencito, vas a alejarte poco a poco de Mehmed, al menos hasta que su relación con ella se estabilice.

   –No me digas que eres del bando de los malos de este Palacio, ¿Quieres que desproteja al Príncipe?

   –Yo velo por la seguridad de mi Sultana Kösem y sus hijos, y tú le has causado problemas a Mehmed, déjalo ser feliz con una chica mujer.

   –¿Chica mujer?

   –Si, chica mujer, ella puede darle hijos y felicidad, una vida próspera, en cambio contigo no.

   –¿Por qué querría hijos con él? No tiene sentido.

   –Yo sé lo que sucede con ustedes, mejor dicho, entre ustedes. Yo sé de sus sentimientos.

Ante la mirada tosca de Jennet simplemente me volteo y salgo a caminar al Jardín.
Avanzo para quedar con vista a la Torre en reconstrucción.