-𝐓𝐨𝐦 𝐅𝐞𝐥𝐭𝐨𝐧-

Comenzar desde el principio
                                    

—Sera rápido. —guiño un ojo.

—Podemos ir a mi casa después, o a la tuya, Tom esto es...

—Jodidamente peligroso. —asintió sonriendo. — Y excitante, ¿No es así, conejita?

—No me llames así. —reí golpeando su pecho.

—¿Algo rápido? —levanto una ceja sonriendo.

—Ya empezó el evento. Tenemos que...

—Entonces tenemos que apurarnos. —estrello sus labios con los míos.

Mis manos de inmediato se aferraron a su cuello, sentía como los flashes traspasaban la carpa delante de nosotros la gente seguía hablando, sonriendo y gritando.

Y Tom no se había equivocado, eso solo lo hacía más excitante.

—¿Serás silenciosa?

—¿Lo he sido antes? —rio negando.

Casi de inmediato me dio la vuelta, tomando mi manos y recargándolas en los tubos que sostenían las carpas.

—Si esto se cae...

—No se caerá. —afirmo.

Mientras sus manos pasaban por las mías lentamente, pegaba su cuerpo al mío dejándome sentirlo detrás, al mismo tiempo que bajaba sus besos por mi cuello.

Con una sola mano, tomo la falda de mi vestido haciéndolo un puño en mi cadera para con su mano libre comenzar a tocarme.

—¿No tienes ropa interior? —rio besando mi quijada.

—Me luce mejor el vestido. —sonreí aunque sabía que él no podía verme.

—Se te ve jodidamente sexy. —mordió un poco mi cuello haciéndome jadear.

Escuche como comenzó a desabrocharse el pantalón, mientras su mano se deslizaba por mi intimidad ayudándome a lubricarme.

—¿Puedo?

—No preguntes, solo haz... —jadee al sentirlo entrar de una estocada en mi mientras su pecho se pegaba a mi espalda.

Apretó mi cadera ayudándome a inclinarme un poco mas para casi de inmediato comenzar a moverse dentro de mí. Mis nudillos no tardaron en tornarse blancos mientras una de sus manos cubría mi boca callando mis gemidos.

—Mas tarde te lo hare como te lo mereces. —murmuro. — Tal y como te gusta que lo haga, pero no puedo tener suficiente de ti. —jadeo.

Comencé a balancear mis caderas a su ritmo mientras veía como la estructura se movía, si se llegara a caer... joder seriamos el chisme del año.

Sus movimientos se hicieron mas bruscos mientras sus manos acunaban mis pechos y los gemidos y jadeos salían de al boca de ambos, rebotaba detrás de el logrando que tocara específicamente ese punto que me hacia poner los ojos en blanco y lograba hacerlo jadear más fuerte.

Y si, sus jadeos eran música para mis oídos.

Moví mis manos tratando de hacer que parara, no quería correrme, el sabia lo ruidosos que podríamos llegar a hacer si llegábamos a ese punto... y claro me ignoro.

—Quiero verte. —se separo de mi y aun con mis piernas temblorosas me tomo de las piernas cargándome y caminando hacia atrás hasta topar con una pared.

—¿Por qué no usamos la pared antes? —fruncí el ceño mientras reía. — La estructura se podía caer.

—Era mejor así.

Junto nuestros labios mientras volví a hacer puño mi vestido.

Christian Dior gritaría horrorizado al ver como hacen su diseño un desastre de arrugas.

No tardo en volver al ritmo que previamente teníamos mientras me besaba con desesperación, mis manos apretaban su nuca al mismo tiempo que las de el mi cintura.

Sentía mis piernas temblar, al mismo tiempo que mis paredes contraerse provocando gemidos mas roncos de su parte en mi boca.

El bullicio cada vez se hacia mas fuerte lejos de nosotros, quizá llevábamos una hora... o más, no tenía mucha cordura en estos momentos.

Sus embestidas eran agresivas al igual que sus besos, y solo al abrir los ojos y verlo en ese perfecto traje hacia que me perdiera en sus labios y en sus embestidas convirtiéndome en un desastre... como siempre hacia cuando estábamos juntos.

—¿Juntos? —pregunto mientras se separa del beso para sonreírme.

—Juntos.—murmure sonriendo.

Sin dejar el ritmo que tenia se centró en el contacto visual, mientras venia como su boca se abría a la par de la mía y nuestras voces se cortaban al mismo tiempo que sentía como mis paredes se contraían debido al placer mientras él se corría dentro.

Lentamente comencé a mover mis caderas ordeñándolo por completo mientras sus hombros se encogían y su cara formaba muecas de placer

—Para. —cerro los ojos. —Grace... es mucho.

—Lo se. —reí juntando nuestros labios dejando de moverme.

Lentamente me bajo y saco un pañuelo de su pantalón, colocándose de rodillas y limpiando mis piernas las cuales derramaban un poco de él.

—Listo. —se levantó sonriendo.

—Tenemos que salir de aquí, no se cuanto haya pasado desde que me robaste. —reímos.

—Vamos, nadie se dará cuenta.

Comenzamos a caminar y primero salí yo disimuladamente sonriendo y acomodando mi cabello, Tom no tardo en hacerse presente y los flashes dejaron de alumbrar.

Me quedé de pie donde estaba unos metros lejos de Tom y vi como todos me veían sorprendidos y luego veían a Tom.

Gire mi mirada hacia Tom confundida y al vernos ambos agrandamos los ojos.

Olvidamos por completo que tenía labial rojo y ambos estábamos completamente manchados.

𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 𝐱 𝐓.𝐅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora