Ep. 44

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—Bien. ¿Podés decirme qué es lo que te sucedió y dejar de reírte como loca? —pidió Angie, viendo a su amiga rodando en la cama.— Me estas asustando

Una risa risueña resonó en la habitación, y Lourdes se incorporó en la cama viendo a su amiga.

—Ten, míralo por tu cuenta —le tendió el papelito a su amiga y una risa volvió a brotar de sus labios.— Cree que soy linda

Angie frunció el ceño confundida y agarró el papelito dubitativa al ver a Lourdes otra vez rodar en la cama. Sus ojos vagaron sobre la nota, haciendo que su ceño fruncido desapareciera de sus facciones y en su lugar una sonrisa cómplice apareciera en sus labios.

—¡Te dijo cerecita!

—¡Me dijo cerecita!

—¡Y te dijo linda!

—¡Me dijo linda!

Angie sonrió de felicidad al ver a Lourdes tan contenta, su vista se volvió a posar en la nota y su cerebro hizo clic al prestarle mayor atención al contenido.

Una sonrisa maliciosa apareció en sus labios.

—¿Es mi idea o Martina te está coqueteando?

—¿Q-que cosas decís, Angie? —contestó una Lourdes sonrojada a más no poder.— C-claro que no, Marti solo me hizo un comentario

—Te estaba coqueteando haciéndote un cumplido

—C-cállate, no es cierto —contestó Lourdes abochornada con las mejillas pintadas de carmesí.

Pero Angie lo sabía, sabía que estaba en lo cierto, que Martina había coqueteado con Lourdes y que su amiga ya había logrado eso de lo que estaba tan insegura y negaba tanto.

Gustarle a su querida crush, o al menos interesarle.

Pero no se lo diría, porque aunque sabía que iban a un ritmo lento, estaba segura que tanto para Marti y Lourdes ese ritmo era perfecto.

De Herrores y Orrores - MartuliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora