Capítulo 6

48 6 2
                                    

No me conoces


Apenas había pasado un día y ya había cometido un error gravísimo. 

Me desbordé al decirle todas esas cosas a Yoosung. La muerte de Abril, la llegada de Seven y la inscripción a la universidad de música habían sido temas que no tuve el tiempo de procesar. Intenté pensar que sí, que podía huir de mis problemas resolviendo los de otros, pero luego vuelvo a encontrarme conmigo misma y caigo en la realidad. 

Solo había pasado un día. Un solo día intentando tener una "ruta limpia".

¿Qué estaría pensando Seven de mí? Solo recuerdo que caminamos en silencio sin decir nada hacia mi casa.

Seven y Yoosung eran cercanos, ¿por qué ese chico no me estaba culpando por cómo traté a su amigo? Si alguien tratara así a algún amigo mío, probablemente ya ni siquiera le hablaría. Saeyoung intentó decir algo al dejarme en la puerta de mi casa, pero apenas sentí que mis ojos comenzaron a arder y a llenarse de lo que parecían ser lágrimas a punto de salir, me despedí y entré corriendo a mi habitación. 

En el escritorio estaba el adorno de bola de nieve que me había regalado Abril antes de morir. Costaba pensarlo. Ni siquiera terminaba de creer que realmente estaba muerta, que no la volvería a ver. ¿Y si todavía estaba viva? ¿Y si esto realmente solo era un sueño? Las pocas horas que dormí durante las noches de los últimos días podían haber afectado mi sentido de la realidad y orientación. Esto no parecía real.

Ese pensamiento se vio interrumpido cuando entró una llamada a mi teléfono. Apenas contesté, la voz llorosa de Yoosung invadió mi habitación.

—Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento —musitó el rubio. 

Estaba tirada en mi cama, con las luces apagadas y la respiración lenta. El único punto que podía observar era el techo de mi cuarto mientras escuchaba su voz entrecortada. 

Él seguía disculpándose por haberme comparado con Rika y, por alguna razón, ya no sentí ganas de llorar. Nuevamente, solo sentía vacío.

—No debí hablarte así —contesté con una voz tan tranquila que me pareció desproporcional a la situación—. No he tenido una buena semana. 

Debía ser una ruta perfecta, sin sufrimiento. Ahora estaba arruinada. Arruinada como cuando hacía apuntes sin borrones en un cuaderno y tenía que usar corrector por un error ortográfico. Arruinada como cuando sacaba 9.5 de calificación en lugar de un 10. 

—Esto no debía ser así —continué—. Hoy debíamos tener una llamada romántica, no una donde te sientas mal.

Cerré los ojos y permanecí en silencio por unos segundos. Entonces recordé las palabras de Saeyoung: "A pesar de estar en esta realidad, libre y no sujeto a nada programado, hay algo que me tiene intranquilo. Aquí no puedes simplemente reiniciar y probar otro final, por eso escoge algo de lo que menos te arrepentirás en el futuro". 

—Adiós, Yoosung —dije, tomando una decisión—. Prometo hacerte completamente feliz en el próximo juego. Sin errores.

Entonces colgué la llamada. Me dirigí a la opción de reiniciar, cargué la opción que había guardado en el primer día de su ruta y todo había comenzado otra vez. 

Yoosung repetía los mismos mensajes, las mismas frases, todo era tan robótico que incluso llegué a preguntarme si realmente los sentimientos que podía sentir alguien pre-programado eran reales. Saeyoung decía que sí, pero yo empezaba a cuestionármelo. Si en el juego sí podía reiniciar y probar otro final, fue lo mejor borrar esas palabras hirientes de la mente de Yoosung. 

Desconectados «Mystic Messenger» [Saeyoung]Where stories live. Discover now