Capítulo 5

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Lo hice... ¿pero a qué costo?

Yoosung: Primer día

No podría creer que había usado el dinero para un examen de ingreso completamente diferente. Me sentía culpable, pero me sentía viva. Al menos, podía sentir algo. 

—¿Estás bien? —Al alzar la cabeza, vi la de Saeyoung inclinada hacia abajo. No había dejado de mirarme desde que salimos de la oficina de inscripciones—. Lo hecho, hecho está. ¡Ya estás adentro! ¡Wuuu! ¡Celebremos! 

Mi mirada seguía en el suelo. Mis manos temblaban otra vez, siempre lo habían hecho con facilidad ante un sentimiento intenso. 

—Aún no... debo dar una audición. Ellos deben verme tocar y aceptarme. 

¿Y si mi presentación no era lo suficientemente buena? ¿Y si había gastado ese dinero en vano? ¿Y si mi papá tenía razón?

—¿Cuándo es la presentación? 

—En una semana. 

—¿Tienes alguna canción en mente?

—No. 

Saeyoung tragó saliva. 

—Bueno, tal vez mi consejo fue algo impulsivo —confesó—. Pero, ¡ey! Al menos tendrás la oportunidad de ganar experiencia. 

—¿Y el dinero quién lo recupera? —Acababa de darme cuenta de lo que había hecho—. Si no ingreso yo... debo conseguir el dinero de donde sea y entonces, si de verdad no tengo futuro en la música, estudiaré lo que me dijo mi papá. 

—Un examen no define si tienes talento o habilidades para algo. ¿Sabes? Cuando yo estudiaba, tuve la oportunidad de darme cuenta de algo. ¡Muchas cosas pueden influir en una nota! Como si tuviste un mal día, tu método de estudio... ¡incluso el clima puede afectar tu concentración! 

Él dio un pequeño golpecito debajo de mi mentón para que alzara la mirada. 

—Escúchame: Nunca dejes que un número defina tus capacidades. Prepárate, y transmite. Dicen que de eso se trata el arte, ¿no?

Era la primera vez que alguien me decía algo así. ¿Por qué papá no era capaz de entender eso? Ni siquiera yo lo era. Había crecido escuchando lo contrario, y borrar ese pensamiento requería de mucho, tanto para mí como para mi papá, quien probablemente también había crecido escuchando aquello.

—Gracias. Yo debo volver a mi casa, pero tú... ¿dónde pasarás la noche, chico cosplay?

Saeyoung inclinó la cabeza como un perrito.

—¿Eso fue un intento de broma? ¿Debo asumir que ya no me tienes miedo? 

—Por favor, dime. ¿Dónde pasarás la noche? —insistí.

Una sonrisa maliciosa respondió por él cuando la secretaria que nos había atendido salía de su oficina.

—Pues, he dormido en todo tipo de lugares. Una cómoda oficina no será molestia. Abrir la puerta será pan comido. 

No podía ofrecerle quedarse en mi casa, menos con lo tensa que estaba la situación. 

—No sé qué tan peligroso es este mundo, pero mejor prevenir durmiendo dentro de un sitio seguro. Te dejaré en casa y luego me escabulliré hasta aquí.

Y así lo hizo. Antes de que yo entrara a mi casa, me pidió el teléfono con el que había estado jugando Mystic Messenger. Desbloqueó todas las opciones que requerían de relojes y luego me lo entregó. Podía empezar a jugar la ruta de Yoosung desde el día cinco mientras Seven, desde su dispositivo, seguía hablando como normalmente lo haría. Claro, hasta que llegue el momento de actuar y evitar el sufrimiento de los personajes. 

Desconectados «Mystic Messenger» [Saeyoung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora