diez.

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Las clases pasaban, los días pasaban. Lo peor de todo esto es que iban de forma lenta, y eso jodía más el estado de ánimo de Heeseung.

Cuatro días, habían pasado cuatro días desde lo ocurrido con Sunoo y dos días desde lo contado a Jungwon; su estado cayó picada luego de esto.

— Heeseung-ah, ¿salimos juntos? –consultó con cautela pues lo que menos quería era hacer sentir peor a su amigo.

— ¿Qué podemos hacer? ¿Ir al cine? ¿Ir a los juegos mecánicos? –esto no estaba ayudando en nada.

— M-Mejor, ¡nuevo cambio! –se tiró a su costado.

Hace una hora que habían llegado a la casa del pelinegro, y lo único que había hecho Jungwon era consolar a su amigo que lloraba. Aunque claro, ya se había calmado.

— ¿Cambio? –resopló su nariz mientras el castaño le sonreía y limpiaba pequeñas lágrimas de sus grandes ojos.

— Sip, ¿no te cansas de estar siempre con su cabello negro? ¿Y si lo cambias a uno distinto? –empezó a acariciar su mejilla. Era normal entre ambos tener este tipo de afecto pues desde niños lo hacían gracias a la confianza y apoyo mutuo que se tenían a través de este.

— ¿Distinto?... N-No lo había pensado. –se sentó.

— Vamos. –lo jaloneo para que pudiera salir de la cama.

Iba a ser un día, divertido.


'

A penas y los profesores podían disimular su asombro. El gran alumno Heeseung tenía el cabello de color azul.

No podía ser cierto, o bueno, era cierto pero no querían creerlo.

Por otro lado un rubio al verlo corrió donde el pelirosa pateando la puerta y ganándose miradas de todos. Se acercó a este y los demás los ignoraron como era de costumbre.

— ¡Notición! –se apoyó sobre la mesa tratando de regular su respiración.

Su característica era ser aquel mejor amigo enamorado que deja de lado sus sentimientos, pero chismoso. Grande Riki, grande.

— No quiero ningún chisme. –respondió desganado pues con la conversación que el otro le dió, de una forma no tan bonita que digamos, lo hizo sentir peor.

Lo bueno de esa conversación es que logró aclarar el 46% de sus pensamientos. Grande Riki, grande.

— ¿Y si es de Heeseung sunbaenim? –arqueó la ceja. Sabía como manipular a las personas, tomándolas desde su punto débil.

En estos momentos Heeseung era el punto débil de Sunoo y el japonés lo sabía perfectamente. Grande Riki, grande.

— ¿Qué de nuevo tienes?. –se acomodó en sitio.

— ¿Que no lo sabes? –rió por lo bajo–. Sunbaenim tien-...

— ¡Heeseung sunbaenim tiene el cabello azul y lo llevan a dirección! –gritó un compañero que recién llegaba haciendo que todo se alocaran.

— Maldito, robó MI anuncio. Espera, ¿cómo que se lo llevan? Eso no sabía. –prestó su atención a este.

— Lo acaban de hacer, y el director no tenía buen rostro.

— Corre. –dijo el pelirosa y el rubio asintió para así salir corriendo hacia la dirección.

***

— ¿Por qué? –preguntó confundido.

— Porque no puedes venir y hacer esto. Dime, ¿esto es una rebeldía por culpa del alumno Kim Sunoo, cierto? Voy a hablar con él y sancionaré.

꒰ manzanita..  丼   enha.  𐠓  heesunoo ꒱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora