Seis

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A A R O N

Bajé las escaleras corriendo chocando con la gente y escuchando algún " ¡Mira por donde vas! " "Gilipollas más cuidado ".

Si hubiera tenido algo más de tiempo se hubieran llevado algún premio, ya me entiendes.

Llegué a la entrada y una chica delgada, pelo moreno muy oscuro casi negro salía por la entrada.

Corrí hacia ella la cogí del brazo e hice que diera la vuelta sobre ella misma.

─ Colette .─ me quede serio al ver su cara, no era Colette.

─ ¿Qué dices? ─ dijo la chica apartándose ─ E-eh, perdón me he equivocado.

Miré por la ventana y esta vez vi a Colette sentada en la acera hablando por teléfono.

Salí y ella sin decir nada colgó el teléfono.

─ ¿ Te ha dicho que he ido ? ─ preguntó ella y yo asentí.

─ Lo siento por lo del otro día, es que nadie sabe lo de mi abuelo, su enfermedad quiero decir .─ dije y ella pregunto .─ ¿Qué enfermedad es? Sí no es mucha curiosidad, perdona.

─ Alzheimer .─ Ella me miró con pena y eso lo odiaba. Dar pena y llorar era de débiles.  Ahora mismo estoy en un tren de vida donde no me puedo permitir llorar.

─ Para que me perdones por todo lo que ha pasado en estos dos días moviditos  te invito a un combate mañana ─ sonreí. Sinceramente no tengo justificación a por que la invite. Se me ocurrió simplemente, y en vez de reflexionar sobre ello, me lance a preguntárselo. Admito que una pequeña sensación de miedo a que rechazara me preocupo.

Ella miró al suelo ─ No sé... Es que no sé si pegare mucho ahí .─

─ Oh vamos, es genial, así podrás ver lo bien que peleo .─ Hize un puchero ─ Venga, estará bien.

─ Vale...─ Yo sonreí.

─ Genial, yo soy el que esta peleando ─ ella sonrió

─ Muy convincente gracias, a ver si me iba a equivocar y me iba con otro .- La mire de arriba abajo riendo.

C O L E T T E

─ Anne hoy no iré a cenar, voy a hacer un trabajo en casa de una amiga .─ Cogí una manzana, me puse la mochila y me dirigí a la puerta.

─ A saber con que amigas vas... ─ suspire y ella miró por la ventana. Pasaba de contestarle, prefiero ignorar a la mierda.

─ No te subirás con ese en la moto, mira que pintas tiene ─ ella seguía hablando y yo abrí la puerta ─ ojala tengáis un accident...

Le corte la palabra porque cerré la puerta en su cara. Sonreí a Aaron y me subí.

─ ¿Que bruja no? ─ dijo Aaron antes de arrancar.

─ Colette dime que no vas a ir a una pelea de boxeo ─ hablo Bella, y al ver que no contestaba ella grito ─ ¿¡Pero qué vas a hacer ahí!? ¿Son clandestinas? ¿Y si va la policia?

Reí, la verdad es que estaba un poco loca de ir con el después de todo lo que había escuchado de él. Las clases pasaron lo mas aburridas posible y llego la hora de salida. Me acerqué a Aaron.

─ Llévame a casa, voy a cambiarme ─ le dije y el asintió.

Aaron aparco en la puerta saco un cigarro y le dije que me esperara.

Subí a casa. No había nadie. Me puse unos jeans normales una sudadera negra y baje.

─ Vamos .─ dije mientras me subía en la moto.

La gente estaba tirada en la entrada del gran estadio, riendo, bebiendo, gritando, peleando.

Aaron aparcó la moto detrás y yo con miedo bajé.

- Yo entro a los vestuarios, te llevaré con mi entrenador y te dará una entrada cerca .- Le miré con miedo y asentí. Él notó lo nerviosa que estaba.

-Colette, todo va a ir bien, este no es un combate muy importante, es casi como un entrenamiento .- dijo e el mirándome y me sentí algo mejor tras esas palabras de calma.

El entrenador,Tom, un hombre de unos cuarenta años con dos hijos llamados Luke y Daniel; no paro de hablar sobre él y su familia hasta que llegamos a mi asiento. Parecía un hombre encantador.
El asiento de Tom y el mío estaba en primera fila respirando casi el mismo aire que los boxeadores que ahora saldrían.
La verdad es que tenia miedo de que alguno cayera encima nuestro porque estábamos justo en primera. Me sentía rara rodeada de tantos hombres como locos viendo el boxeo, en medio de una jauría.

Las gradas gritaban y como si fueran lobos hambrientos. Iban vestidos ( o a medio sin camiseta ) con pintura en sus brazos, pechos, cara...
Con nombres como "Aaron fiera " "Rucos "
El oponente era un tal Rucos y a Aaron... Lo llamaban Aaron.

Un hombre mucho mas pequeño que yo subió al "campo de batalla" como yo lo llamaba y con un micrófono comenzó a gritar.

- SEÑORASS Y SEÑORESSSS, VA A COMENZAR  LAAA LAA PELEAAAAA .- La gente comenzó a gritar y saltar.

- RUCOS .- grito el pequeño hombre señalando a un chico de mas o menos mi edad, ojos azules y pelo rubio. La mitad del estadio comenzó a gritar.
- AARON .- grito de nuevo el hombre y por la puerta salí Aaron levantando los brazos y saludando haciendo que un grupo de chicas gritaran.
Me sentí algo orgullosa de saber que conocía a alguien así de famoso, o por lo menos eso parecía.

La pelea comenzó y mi mano junto a mis pies cayeron gotas de sangre. Abrí los ojos y mire hacia arriba.
Eran gotas provenientes de alguien que no pensaría que fuesen.

CruelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora