Beso 31: Adrinette

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Beso 31

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Marinette lleva cerca de dos semanas notando que Adrien estaba bastante raro. Pues, no solo parecía que le estaba ocultando algo, sino que lo había sorprendido teniendo conversaciones telefónicas a escondidas, o incluso hablar de transferencias bancarias que debía realizar sin falta.

¿En qué estaría metido?

Lo peor de todo, es que era tan malo para mentir que podía ver claramente como la punta de su nariz se iba poniendo más y más roja conforme la mentira se iba haciendo cada vez más grande.

Suspiró agotada, dejándose caer sobre la mesa de la cafetería donde se había juntado con Alya y Kagami a tomar un café.

—¿Y si quiere dejarme? —exclamó, apegando su rostro a la mesa, haciendo que tanto la de lentes como la de cabello corto se miraran entre ellas, poniendo sus ojos en blanco. Ellas sabían que planeaba Adrien, de hecho, ellas eran cómplices de él y estaban, en ese momento, con Marinette, porque se los había pedido.

—¿Cómo va a querer dejarte? —exclamó Alya, dándole un leve golpe a la mesa, haciendo que Marinette las mirara.

—Él está loco por ti, es casi imposible imaginarlo sin ti al lado —respondió Kagami, dándole una caricia en la cabeza, tratándola de consolar.

—Pero, entonces, ¿Qué pasa? ¿Por qué está tan extraño?

—Es hombre, los hombres son extraños —comentó despectivamente Alya—. Nino estuvo tres días evitándome la mirada, solamente porque había roto mi taza favorita y no fue capaz de decírmelo hasta encontrar una igual.

—¿Creen que es algo así? ¿De verdad no va a terminar conmigo? ¿Ni irse a una isla desierta sin mí?

—Quizás está preparándote una fiesta sorpresa por tu cumpleaños y es muy malo para ocultarlo —respondió Kagami, harta del drama.

—¡Kagami! —saltó Alya, mirándola molesta. Pero, la mencionada, solo movió sus hombros como si no le importara.

—¿Viene mi cumpleaños? —dijo la chica de ojos celestes, finalmente sentándose como corresponde en la silla, mirando a ambas amigas.

—Es en dos semanas —respondió Alya, sorprendida de que ella misma se olvidara—, ¿realmente no te acordabas?

—No —negó, llevándose la mano a la frente, para lanzar hacia atrás, su cabellera larga, que mantenía suelta—. Los finales del instituto me tienen agotada, ya ni sé en qué día vivo...

Kagami y Alya se miraron cuando la vieron levantar la mano para llamar a la mesera para, finalmente, hacer su pedido.

...

Luego de aquella reunión, Marinette siguió enfocándose en sus estudios y dejó que Adrien estuviera todo lo misterioso que quisiera en el departamento que ambos compartían. Lo escuchaba ir y venir, hablar por teléfono, pero ahora estaba tranquila con su mente, simplemente esperaría que llegara su día de cumpleaños y luego, fingiría que no sabía nada.

...

Cuando llegó el día de su cumpleaños, amaneció en su antigua habitación, ya que a su padre le encantaba despertarla con cosas deliciosas para desayunar mientras le cantaba, animado por la nueva oportunidad de celebrar el cumpleaños de su hija. Y había sido una de las condiciones para que él la dejara irse a vivir con Adrien.

Dímelo a BesosWhere stories live. Discover now