Beso 24: Ladrien

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Beso 24

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Chat Noir había decidido no tolerar convertirse en el saco de box de la Catarina cuando estaba de mal humor, así que había desarrollado una técnica infalible.

Cuando Ladybug estaba de un humor de perros, el gato se espantaba y dejaba aparecer a Adrien Agreste, y él, sin duda, hacía que el mal humor de la chica desapareciera casi instantáneamente, pues no le gustaba que el chico la viera en ese estado...

Aunque supiera claramente que Chat Noir y Adrien Agreste eran la misma persona.

Pero... en fin... eso era algo que podía usar a su favor, así que lejos de molestarlo, simplemente lo disfrutaba.

Como ese día, realmente no sabía porque Ladybug había llegado a la patrulla con un genio de los mil demonios, pero, parecía más enojada consigo misma que con él, así que estuvieron toda la patrulla en silencio hasta que finalmente se sentó en uno de los tejados de París, se abrazó a sus piernas apoyando su mentón entre sus rodillas, con el ceño claramente fruncido, a mirar el cielo estrellado.

—¿Estás bien? —consultó, pero no consiguió respuesta. Se sacudió la cabellera con la mano derecha por la frustración que sentía, y tras suspirar, dejó escapar su transformación, sentándose al lado de ella— ¿Puedo ayudarte en algo, Marinette? —al susurrarle su nombre, hizo que está lo mirara finalmente.

—Pero, Cha... A... —tartamudeó—, Adrien, ¿qué pasó? ¿Y Chat? —consultó, el rubio solo le indicó con un gesto de su cabeza, hacia su rodilla derecha, donde Plagg estaba sentado comiendo queso—. Me dio el relevo, él sabe que tengo mayor efecto en ti que él.

—Que ridículo —dijo, entrecerrando los ojos—, como si no supiera que son el mismo loco.

—Por ti, Buginette, solo por ti —aquello hizo que Ladybug, finalmente, sonriera un poco y suspirara, para volver a su posición de mohín, como si de pronto hubiera recordado porque estaba así— ¿no me vas a contar? —ella negó con la cabeza, apretando mejor el agarre de sus piernas. Lo que le pasaba era algo totalmente estúpido, y seguro, se reiría en su cara si se lo contaba. No quería que él lo supiera—. Vamos, M' lady, confía en mí, cuéntame.

—No —volvió a negar, haciendo que Adrien se encogiera de hombros.

—No me dejas opción —respondió, moviéndose tan rápido que no le dio tiempo a la superheroina de evitar que la besara.

—¡Adrien! —dijo, llevando el revés de su mano derecha a los labios.

—Te lo dije, no me dejaste más opción, ahora, habla —le pidió.

—Es que es tonto...

—Si te tiene así, no puede ser algo tonto.

—Es que estaba frustrada conmigo misma, nada me ha salido bien hoy, soy una completa inútil —empezó a lamentarse—. Rompí una taza favorita de mamá, mientras trataba de arreglar el desastre, golpeé la mesa y terminé botando las otras tazas que, si no fuera por los buenos reflejos de mi mamá, ahora serían cuatro tazas destrozadas y no una. Mi madre no me culpo, ni me regañó, pero solo me pidió que me mantuviera alejada de la mesa mientras ella estaba acomodando la vajilla... Sé que no lo hizo con intención de hacerme sentir mal, pero es que estaba tan herida al ver esa mirada de tristeza en los ojos de mi mamá, al ver su taza quebrada. Que me sentí tan enojada con mi torpeza.

—¿Era importante?

—Era un recuerdo de mi abuelo —dijo, apretando los labios para no llorar—. ¿Por qué soy tan torpe, Adrien? ¿Por qué tengo que romper todo lo que toco?

El chico extendió su brazo y la rodeó con él, para que ambos se juntaran.

—Pero, también, solucionas las cosas, Ladybug —le recordó—. Es obvio que, si era importante para tu mamá, se sintiera triste, pero son solo cosas. Lo material se recupera, pero lo sentimental vive en nosotros.

—¿Por qué eres tan sabio?

—Porque soy el mejor —aquello hizo que Ladybug le moviera el rostro hacia el lado, con ayuda de su dedo índice, el rubio solo se rio—. Y siempre podemos secuestrar el avión privado de mi padre e irnos a Shanghái a ver al tío Cheng y descubrir si no tiene algunas de esas tazas antiguas guardadas en algún lado.

—¿Harías eso por mí? —le preguntó, con sus ojos llenos de lágrimas.

—Haría lo que fuera con tal de verte feliz, así tenga que vivir en una casa con vasos y tazas de plástico.

—¡Adrien! —protestó, pero él la volvió a abrazar.

—Te conozco, Ladybug, eres así y no me daría vergüenza o risa si algo te afecta de esa forma, confía más en mí, ¿sí?

Ambos se observaron fijamente y afirmaron.

—Deberías volver a casa, mañana vemos que podemos hacer para solucionarlo. ¿te parece?

—Gracias, Adrien —le dijo, el solo sonrió y volvió a darle un beso rápido en los labios—para eso estoy contigo... no solo en las cosas buenas, sino en las malas también.

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Palabras: 840

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Prompts: Una persona hace un mohín, sólo para que se lo quite un beso de la otra persona

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Este es el ultimo capitulo Ladrien de este fic, y se me ocurrió esto basado en una situación cercana xD

Y con esto completo tres actualizaciones, espero mañana terminar el 25, 26 y 27.

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Gracias por estar y seguir leyendo.

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Aquatic~

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26 de Octubre 2021

Dímelo a BesosWhere stories live. Discover now