Casualidad del amor (Brightwin)

19

Win era ajeno a todo su alrededor, así que simplemente se limitó a sentarse en alguna mesa.

Carel, al ver solo al castaño, no perdió tiempo y fue hacia el.

—¿Puedo sentarme?—no hubo respuesta—supongo que si; Win, en ningún momento fue mi intención hacerte desconfiar de mi—Win seguía sin prestarle importancia—Dame la oportunidad de conocernos más. Prometo que sino te sientes cómodo conmigo me iré.

Tal ves había sido muy duro con el chico, (metawin se cuestionaba) pero aún así no bajaba la guardia.

—Si eso es todo, retírate; no estoy interesado.

Carel lo miraba con odio; nadie lo rechazaba.

—Bien—sonrió—iré con los demás—el castaño solo asintió.

Carel se levantó, para después perderse entre la multitud de jóvenes bailando.

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Win observaba todo su alrededor, estaba comenzando a cansarse de estar ahí.

Estaba decidido a irse. Así que busco con la mirada a sus amigos entre la multitud, sin éxito decidió enviarles un mensaje a cada uno.

—Disculpa, ¿puedo sentarme?—el castaño que estaba tan concentrado escribiendo, ni siquiera miro de quien se trataba y solo asintió—supongo que estás igual de aburrido que yo. Qué prefieres ver el teléfono.

—Eh?—fue entonces que miro quien era esa persona; poniéndose rojo al instante—si, es muy aburrido—nerviosamente contesto. Apagando su teléfono.

—Vaya, al menos sé que no soy el único que lo cree.

—Vine aquí solo por mis amigos.

—¿Hace cintas horas estás aquí?—Win prendió su teléfono y miró la hora, 2:48am.

—Al parece llevo más de tres horas sentado.

—Eso es mucho tiempo; yo llegue apenas hace una hora y sé que está fiesta es una basura.

—Lo es—río un poco—de echo tengo pensado en ya irme, por eso estaba en el celular; para avisarles a mis amigos. Los cuales probablemente ya estén ahogados en alcohol.

—Ya veo, deja acompañarte a la salida entonces. Yo también me iré de esta fiesta aburrida—Sin esperar más se puso de pie, siendo seguido por el otro chico. Llagando a la salida, justo frente al estacionamiento fue que se detuvo—La noche es muy bonita el día de hoy.

—Siempre lo es—El de cabello castaño se limitaba a ver los movimientos del otro chico, el cual era alto, delgado, pelo negro y con rulos—Bueno supongo aquí nos separamos; me voy, que tengas una linda noche, oh bueno lo que resta de ella.

—Eres muy agradable chico. Diría lo mismo pero aún no me quiero ir. ¿Que te parece si me acompañas?

Win lo miro extrañado—¿Acompañarte?

—Si, vamos—dudoso lo siguió, el peli-negro cruzó la calle. Llevándolo hacia un pequeño parque, que estaba frente al lugar de la fiesta, el cual no había notado—este lugar es muy tranquilo por las noches—dijo al tomar asiento en una banca, dando leves golpes a su lado para que el castaño hiciera lo mismo. El cual esta ves no dudo y lo hizo.