my best friends forever [En Pausa]

capítulo #11

Apesar de las tantas veces que su madre le dijo que no iría si no quisiera. Ahí estaba el caminando como si nada a su escuela. Había faltado una semana entera y en todo ese tiempo no había dejado de llorar por la linda mujer que los acogió como su Familia. La verdad es que hablar y recordarla aún era doloroso.

–¡Kookie! ¡Que bueno que te veo– y ahí está ella, esa chica de cabello rosa que no había parado de mensajearle todo ese tiempo, jungkook aunque le comento que se había enfermado ella igual llamaba para preguntar el motivo de su falta y el si podía ir a visitarlo. No importaba cuanto se negara ella igual lo llamaba y lo obligaba a hablar de tonterías durante horas.

–¡Rose! ¡Lo mismo digo!– su tono era agotado y cansado. La verdad es que no podría creer que esa chica no necesitará un suspiro porque la verdad es que el si lo necesitaba de ella. No habían hablado en persona desde ese día que se negó a llevarla para irse con lisa, ella ya no parecía enfadada y parecía hasta más alegre con su sola presencia.

– estuve hablando con los profesores y a ellos le conviene que intentes entregar las tareas pendientes. Para tu suerte yo te las hice.

–¿Gracias?... Sabes que no tenías que hacerlo, puedo solo– habla empezando una caminata relajada hasta el interior del instituto junto a ella aún colgada a su brazo. Su agarre era incómodo y para nada agradable pero debía soportarlo, como siempre.

Se calma un poco al llegar a su casillero con las mirada aún sobre él de sus compañeros quienes parecen curiosos por la dinámica que existe entre el tatuado y la bailarina. La verdad es que nadie esperaba algo tan repentino y solo contaban los días para que anuncien a alta voces una relación inexistente. Porque jungkook no siente nada por Rose.

Nada.

Guarda la mayoría de sus libros en el casillero  dejando solo los que usaría para su siguiente clase. La bailarina divisa a lo lejos a su grupo de amigas, las de su clase de baile no las que comparte con lisa. Ve las miradas llenas de envidia y celos que ellas desprenden y una jugaba ingeniosa para por su cabeza al ver al amigo de jungkook acercándose a él.

El pelirrojo que antes tenía el cabello oscuro, se planta al fin frente a ellos con una mueca de asombro por ver el agarre firme que mantiene la pelirosa.

Hoseok abre sus labios para decir algo pero nuevamente se queda callado hasta que jungkook lo mira con sus cansados ojos.– quería hablar contigo Jeon

–claro...– ve como la mirada de hoseok se planta incomoda sobre Rose quien mira hacia otro lado con una sonrisa juguetona.– Rose... Nos vemos al rato ¿Si?– la chica comprende iniciando su plan, ve de reojo las miradas de sus amigas por lo que decide acercarse lentamente al rostro de jungkook, el menor se queda fijo algo nervioso sin esperar que la chica deje un diminuto beso en su mejilla derecha. Se suelta del agarre y saluda para irse.

–¿Desde cuándo...?– hoseok no es el único que nota la rara tención que existe entre ellos, aunque sea por una de las partes. El menor niega cerrando su casillero y emprende su camino, el mayor se obliga a ignorar ese mal sabor de boca para solo seguir a jungkook.

–¿De que querías hablarme?– pregunto mirando a cada persona en el pasillo, jungkook no se ve del todo bien hoy. Tiene ojeras bajo sus ojos y estos parecen algo muertos, está más pálido. Sin contar pequeños toques que lo hacían ver como el GRAN jungkook con el que todas las chicas desean salir. Olvidó su chaqueta de cuero o la de jean que de igual manera le quedaba bastante bien. En vez de eso solo trajo un suéter azul y unos jeans oscuros un poco sueltos. Su cabello ya no tenía ese porte atractivo que caía sobre sus ojos, ahora estaba revuelto dejando a la vista sus imperfecciones. Pero de igual manera era jungkook, el que hacia suspirar a las chicas y volteaba a los chicos.

–queria pedirte un consejo– suelta algo nervioso. Lisa a estado algo distante con el esos días, siente que se está alejando y realmente no quiere hacer eso.

–haz estado suficiente con ella ¿Que más te podría ayudar a saber?– pregunto desganado. No tenia tiempo ni ganas para ayudarle en nada.  El pelirrojo pareció confundido, y no le quedó de otra que ayudar–¿Que te hace falta?

–es que quiero saber cómo puedo hacer para que ella se acerque más a mi– ya para este momento habían llegado al salón en el que tendría su clase. Por suerte para ellos tendrían tiempo de hablar.–y saber si puedo... Ya sabes... ¿Pedirle que sea mi novia?

–¿No crees que es muy pronto? Digo... Estás avanzando a pasas agrandados, debes saber que ella es una chica que necesita también tiempo– habla con recelo dejando su mochila sobre un asiento antes de sentarse sobre su mesa para mirarle con reproche– lisa necesita alejarse de ti un poco, debes darle tiempo a solas y tiempo conmigo, soy su mejor amigo y en semanas no he hablado con ella como tal– sigue hablando, su mirada se pierde en las puertas corredizas que dan vista hacia fuera– ella es alguien grandiosa que merece todo el amor del mundo, alguien que necesita ser cuidada aunque se haga fuerte, ella es perfecta.

–y te gusta– deduce hoseok dando unos pasos hacia atrás en su posición, el menor sube su mirada a la de el confundido

–¿D-de que h-hablas? S-soy su mejor amigo y s-solo quiero....

Por alguna razón empieza a sentirse nervios, su corazón se acelera y siente como sus manos sudan.

–¿Porque no me había dado cuenta antes? Desde tu mirada rabiosa cuando nos veías y tu extraña confusión de hace días... Y todo porque te gusta– comenta su opinión viendo como el menor empezaba a negar continuamente.

El pecho del tatuado empezó a subir y bajar irregularmente, algo en el dolía y solo podía pensar en ella.

–¡Para! ¡Me estas confundiendo!– sostiene su cabeza entre sus manos sintiendo cada recuerdo pasar innecesariamente por su cabeza, quiere despejarse pero no lo logra

–piensalo, jungk– hoseok parece querer meterse en su cabeza para implantarle esa rara idea.– te gusta, por eso no quieres que esté con ella ¿Crees que no se qué ese día ambos se fueron juntos?

–¡Cállate y deja de confundirme!– le grita levantándose para encararlo. No está de humor para que empiece con sus juegos tontos

–consideralo kook.– y con esto entran los alumnos restantes y el profesor cortando cualquier conversación entre ambos.

No crean que aquí se empieza a solucionar todo. Apenas comienza el drama