Imprevisto

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Midoriya ya había puesto algunas fotos de él y su hija en su cubículo, muchos le cuestionaron el hecho de que ahora sea padre, otros lo felicitaron, Izuku se encontraba regresando del baño, cuando se topó con Iida. 

-Midoriya tienes una llamada de la escuela de tu hija 

El corrió rápido para contestar, estaba nervioso, resulta que durante la práctica de baloncesto, Tsutsumi se había lesionado el tobillo, Izuku salió rápido de la oficina para poder recoger a su hija, al  llegar le pidió al taxista que lo esperará, al  entrar se dirigió directo a la enfermería, y ahí estaba ella, en una camilla, con una compresa fría en el pie. 

-¿Estás bien Eri? 

-Si papá, solo me tropece

-Esta bien solo necesita descansar, y no apoyarse sobre su pie en todo el día 

-Entiendo gracias enfermera 

Midoriya se llevó cargando a su hija, la subió al taxi, al llegar a su apartamento lo primero que hizo fue acostarla en la cama de ambos, mientras le ponía ungüento que le dio la enfermera de la escuela. 

-Bien ya oíste te quedaras en cama, todo el día 

-¿Y si quiero ir al baño? 

-Te llevo y te dejo ahí 

-¿Y si me quiero bañar? 

-Yo te bañaria 

-¿Bañarias a tu hija? 

-Tu no tienes nada que no haya visto antes 

Ella cubrió con sus brazos su cuerpo, Izuku por su lado le sonrió, mientras acariciaba su cabeza -. Ahora por tu culpa quiero ir al baño 

El la llevo ahí y espero afuera para posteriormente llevarla cargando -. Con respecto al baño, puedes esperar a que Mina regrese de la escuela 

-Hoy tiene práctica de vóleibol 

-Pues esperala 

-Papá estoy demasiado sudada, como para dormir o descansar agusto 

-No te preocupes vamos a bañarte 

Ella lo pensó un momento e hizo una declaración -. Si, pero con una condición 

-¿Cuál? 

-Tu te bañaras conmigo 

-Claro 

Ambos estaban en el baño, Midoriya estaba quitándole la ropa, la cara de Tsutsumi estaba completamente roja, ya que su papá la vería desnuda, cuando acabó el empezó a desnudarse, ella intentó desviar la mirada, pero su curiosidad pudo más, y vio el cuerpo de su padre. Lo primero que hizo fue lavarle la espalda, posteriormente Eri hizo lo mismo. Al acabar se fueron a la bañera, quedando su hija sobre su padre. 

-Valla fue menos vergonzoso de lo que pensé - mencionó  aun con un pequeño sonrojo 

-Vez tu papá, sabe cómo bañar a una chica 

-¿Ya habías bañado alguna? 

-Ahora que lo pienso, no a ninguna 

-Pienso que no es normal, que un padre vea a su hija sin ropa 

-Puede que tengas razón, digo es normal que en esta etapa sientas vergüenza de que yo vea tu cuerpo desnudo, digo apenas estas en desarrollo 

-¿Tú no te sentiste extraño al mostrarme tu cuerpo desnudo? 

-Para nada 

-Valla 

-Además no tienes de qué sentir vergüenza, tienes un lindo cuerpo

-Es incómodo que halagues el cuerpo desnudo de tu hija 

-Ya veo entonces, lo lamento 

Un momento de silencio incómodo se vio interrumpido por la propia Eri -. Tu también tienes un lindo cuerpo 

-Gracias, y dime ya no te duele tu tobillo 

-No, además creo que la inflamación bajó - decía mientras alzaba su pie 

Luego de un rato ambos salieron, la vistió y la llevó al sofá, para que juntos vieran la televisión, ya por la tarde alguien tocó la puerta, cuando Izuku fue a abrir se llevó una sorpresa. 

-Yaoyorozu, ¿Qué haces aquí? 

-Vine a ver como seguía tu hija y a prepararles algo - decía mientras le mostraba una bolsa con alimentos para los 3

-Eri déjame presentarte a Momo Yaoyorozu, es una antigua amiga mía 

-Mucho gusto señorita Yaoyorozu, mi papá me a contado  de usted 

Luego de la presentación Momo se puso a cocinar, al estar lista la cena, Midoriya levantó a su hija de las axilas, y la recargo en su brazo, como si de una niña se tratase -. ¡Papá! 

Momo no pudo evitar reírse ante la graciosa escena, los 3 comieron juntos, luego de lavar los platos junto a Izuku, este la fue a dejar hasta la estación del metro. 

-Gracias por la cena Yaoyorozu 

-De nada hacía mucho que no me divertía así 

-La próxima vez seremos Eri y yo los que te invitaremos 

-Lo espero con ansias 

Ella se despidió de su compañero, al regresar vio a Eri dormida en el sofá viendo la televisión, él solo se limitó a sonreír y cargar a su hija hasta su habitación, y acostarla en la cama de ambos, para después acostarse. Al verla supo que no quería que ella se fuera de su lado, quiso que aquella niña, aquella adolescente, se quedara con él, no la quería dejar ir, había tomado una decisión, no dejaría que nadie la arrebate de su lado, lucharía con uñas y dientes para defender a su niña, a su hija, a aquello que más quería en todo el mundo. 

Nuevos recuerdosWhere stories live. Discover now