Nuevos recuerdos

Nosotros

Era sábado, Mina iba hacia casa de Midoriya, ya que quería pedirle un favor, al tocar se le hizo raro el escuchar una voz femenina.

-Diga

-Disculpa pero ¿el señor Midoriya, sigue viviendo aquí? 

-Si

"Veo que conseguiste novia, pero su voz se escucha demasiado joven", al abrir pudo ver a aquella chica y en efecto era más joven que ella.

-¿Está el señor Midoriya?

-Lo siento papá, está durmiendo

"¿Papá? ¿El es papá? ¿De dónde salió esta chica?" ella no podía creer que aquel chico allá tenido una hija.

-Buenos días Eri

-Buenos días papá

-Mina ¿qué haces aquí?

-Buscándolo

-Pasa, Eri déjame presentarte a Mina Ashido, es la vecina de abajo, la estoy ayudando a estudiar para su examen de admisión a la preparatoria y pasar su último año de secundaria

-Hola Eri puedes llamarme Mina

Tsutsumi también se presentó ante aquella chica, y le prestó más atención a su aspecto, vio que tenía el cabello rizado, una piel morena, cabello negro, unos ojos color miel, era alta, un poco más pequeña que su papá, con su cuerpo ya desarrollado, lo cual era obvio al tener 15 años.

-¿A qué viniste Mina?

-Mi mamá le mandó esto - decía mientras le daba unas manzanas

-A dale las gracias de mi parte

-Oiga quería que me acompañe, voy a comprar un vestido para una fiesta

-Ahora que lo mencionas, yo y Eri íbamos a ir a comprar algo de ropa para ella

-Entonces vamos los 3

Tsutsumi se sentía nerviosa, debido a que no la conocía bien, pero los 3 se fueron juntos, entraron a una tienda donde Ashido compró un vestido, Eri también compró varias cosas.

-Bueno yo iré a revisar algo, toma - le dio su tarjeta a Eri

-¿Para qué es esto?

-Otra tarjeta, para que pagues

-Pero ya me compras…

-Si pero aun te hace falta algo de ropa interior

La chica se sonrojo ante el comentario de Izuku, y fue con Mina para comprarse varias prendas, en el poco tiempo que llevaban de conocerse, ambas se estaban llevando bien, al acabar las compras los 3 se fueron a sentar y comer algo.

-Estoy agotada - comentó Ashido

-Si fue un día largo - completo Tsutsumi

-¿Desde hace cuanto vives con el señor Midoriya?

-Llevo casi un mes

Le iba a preguntar, ¿porque no te había visto antes? Pero se le hizo algo invasiva esa pregunta -. ¿Dónde duermes?

-Papá y yo dormimos en la misma cama - mencionó con un pequeño sonrojo y desviando la mirada

La afirmación sorprendió a la chica, debido a que no se esperaba la cercanía de ambos -.Ya vas a la secundaria

-Si, acabo de empezar a diferencia de ti

-Si es algo frustrante, ese examen de admisión

La plática se extendió hasta que Izuku llegó con la comida para los 3, él preguntó ¿de qué hablaban? y la respuesta fue sencilla "cosas de chicas", luego de comer, y descansar, todos regresaron juntos, dejaron a Mina en su casa, al entrar a su apartamento ella se fue directo a su habitación, Midoriya se quedó viendo la tele, pero sin que se lo esperara.

-¿Qué tal me queda?

-Te queda muy bien, luces muy linda

Ella se sonrojo más, él aprovechó para tomarle una foto, lo que hizo que ella reclamara -. A cierto había olvidado darte esto

Le dio una caja la cual contenía un teléfono, ella le dio las gracias y le dijo que lo cuidaría. Al cenar y acostarse Midoriya quería aclarar una duda que tenía desde hace un tiempo, así que le pregunto, aprovechando que ambos estaban acostados.

-Eri, ¿no te molesta dormir conmigo?

-No, para nada, al contrario me trae algo de calma, el estar contigo

-Ya veo, pero dime si te molesta

-Descuida, si tu me molestas lo diré

-Muy bien… aunque lo he pensado bien, y tengo otra regla para ti

-¿Y cual es?

-No podrás abandonar esta casa, sin mi permiso - la cara de Tsutsumi era de confusión -. Me refiero a permanentemente

-Ah ya veo, me estás diciendo, que sin tu permiso no puedo irme ¿verdad?

-Así es

-Entiendo

Ambos se quedaron viéndose un par de minutos, pero lejos de ser incómodo era tranquilizante -. Sabes no se de donde viniste, pero me alegra que hayas decidido, venir aquí

-Fue la mejor decisión que pude haber tomado

El puso su mano en su mejilla roja -. Te quiero Eri

-Y yo te quiero a ti, papá

Ella volvió a recargar su cabeza en el pecho de él, era su nueva forma favorita de dormir, le producía una gran calma estar así y no solo a ella.