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La boda de Louis y Harry será de los recuerdos más añorados por el corazón del castaño.

Una cálida tarde de otoño. La hermosa ciudad se convirtió en tonos ocres y resplandecientes, con una temperatura baja, suficiente para usar un buen abrigo o ropas cálidas. La explanada del amplio jardín, de pasto verde con algunos tonos anaranjados y los grandes árboles otoñales en hileras enormes a los alrededores como guardianes.

El cielo se encontraba despejado, con las nubes librando de la entrada de esos delicados y calientes rayos del sol que caían como suave manto sobre la ciudad. La carpa en blanco con algunas suaves telas cayendo desde arriba o el hermoso arco de flores vivas y coloridas en la pequeña plataforma donde contrajeron matrimonio ambas almas puras.

Fue pequeño, nada extravagante ni demasiado. A ambos les gustaban las cosas sencillas, simples, esas que se valoran más y podrían apreciarse.

Louis recuerda, el traje negro limpio y pulcro con detalles de flores bordadas en un oscuro color que podía camuflarse y la camisa blanca con el bonito moño negro con brillitos sobre el cuello de él. Un travieso bucle chocolate caía sobre la frente de Harry, suave y delicado. Los labios llenos con el dibujo de la sonrisa perpetua en su corazón.

Elegí que fueras la persona que llenará mis días de sonrisas y alegría, elegí que acompañaras mis tristezas, también tu voz al otro lado del teléfono. Elegí no poner más límites y tu elegiste darme la más valiosa oportunidad de mi vida. Prometo amarte completamente en todas las formas ahora y siempre, en cada faceta de mi vida. Prometo vivir mi vida a tu lado, solo para pasarla junto a ti porque nunca es tarde y el tiempo solo podrá acabarse cuando la vida termine y hasta entonces, siempre existira la hermosa posiblidad de tenerte conmigo y es que solo sé que podré amarte si es posible, mientras tu me dejes. Te doy mi mano y mi corazón desde este momento y por el tiempo en el que vivíamos.

Fueron las palabras exactas que su alfa recitó para él, los votos que Harry mismo había escrito una noche anterior, después de largas semanas en donde todo parecía ser poco inspiración para encontrar las verdaderas palabras que deseaba decirle a Louis.

Sentado en el despacho de su antiguo penthouse, el pequeño cuerpo de su omega hecho ovillo sobre el sofá de cuero sintético con un suéter azul que había robado del armario y la taza de chocolate caliente vacía en entre sus manitas sobre su regazo. Harry había decidido dejar todo su trabajo listo antes de la exquisita luna de miel que su omega había organizado, terminando unos últimos expedientes, Louis se negó a dejar solo a Harry, diciendo que sería de ayuda. Terminó cayendo dormido apenas a la medianoche.

Es ese el momento, cuando el picor de los ojos de Harry del computador, le hizo desviar su mirada y caer sobre ese omega que habia robado su vida completa y tan solo en un momento, los garabatos en tinta negra cayeron sobre un bloc de notas de su escritorio como los sagrados votos de su boda.

Él se dio cuenta en ese momento que lo había hecho bien. Las lágrimas bordearse en el océano azul profundo de sus ojos o los labios con el inferior siendo más lleno que el superior en una temblorosa sonrisa que brillaba más que cientos de estrellas.

Harry descifró mucho tiempo atrás que Louis había estado hecho para él, desde que conoció esa pequeña herida en su barbilla como una historia de una buena borrachera o el conteo casi exacto de los lunares que deslumbraban en la bronceada piel, también en el momento que descubrió que Louis convertía cualquier pared en un hogar o el que decidió que cada una de sus paredes estuviera repleta de fotografías de historias con él. Harry había encontrado a la estrella que hacía falta.

Lo demás fue historia esa noche. Muchas más lágrimas fueron derramadas y no, nunca fueron de tristeza. Ambos se sintieron felices y complacidos en un entorno que amaban con las personas más importantes que tenían la dicha de plasmar su vida. Tampoco olvidemos el delicioso pastel de donas glaseadas que Louis había decidió, sólo porque quería algo diferente que un simple pastel del bodas, o las cientos de canciones que bailaron hasta doler los pies.

little piece of sky ↳ larry.Where stories live. Discover now