35. "No estamos destinados a estar juntos"

Start from the beginning
                                    

—¿A dónde vas? —me preguntó rápidamente. Yo ni siquiera había notado que me había parado y estaba arrancando de esa habitación.

—Tengo hambre, iré por algo de comer ¿Quieres? —le pregunté intentando que mi voz sonara casual.

—No, estoy cansada, solo quiero dormir. —reconoció buscando algo para ponerse y poder dormir.

Asentí feliz de poder salir de ahí. Bajé cuidadosamente para no despertar a la Sra. Hood, quien se había ido a acostar después de recibirnos. Mi estómago gritaba por comida mientras que mi mente clamaba respuestas. Aunque después de la confesión de mi hermana no estaba muy segura de que mi estómago resistiera algo.

Me acerqué y saqué la botella de yogurt de frambuesa que Calum se había empeñado en comprarme, ya que él no acostumbraba a comer cereales con yogur. Mi cabeza comenzó a dar vueltas mientras yo intentaba concentrarme en la preparación de mi tazón de yogur con cereales.

No podía ponerme mal por algo así. Calum estaba soltero, Kiara estaba soltera... Si se habían gustado, ¿qué podía hacer? Entonces un ruido se escuchó en la cocina y me alarmé.

—¡Dios! Lo lamento. —dije tocando mi pecho—. No quise despertarla.

—No te preocupes, cariño. —me tranquilizó la Sra. Hood sonriendo—. No quise asustarte.

—No hay problema. —dije devolviéndole la sonrisa.

—Yo... Quería agradecerte, ______ (Tn). —habló de nuevo sorprendiéndome, ya que después de eso pensé que tomaría un vaso de agua y volvería a su cuarto.

—Discúlpeme, pero no entiendo a qué se refiere. —reconocí intentando comprender. Si había alguien quien debía agradecerle por todo era yo—. Yo debería agradecerle por dejar a mi hermana quedarse.

Ella sonrió en respuesta a mi última oración y cuando pensé que todo había terminado ahí en donde ambas nos habíamos agradecido mutuamente —no sé por qué fue lo de ella— se iría, pero no fue así

—No lo haces a propósito, pero me has devuelto a mi hijo. —confesó sonriéndome, pero no pude articular palabra alguna—. Calum estaba muy desaparecido. No venía nunca a casa y siempre estaba de mal humor. Lo has cambiado, ______ (Tn) y para mejor. Estoy tan contenta por eso.

Me quedé quieta mirándola con los ojos bien abiertos. No podía estar soñando, porque no había estado durmiendo. ¿O si dormí y no me di cuenta?

—Oh yo... —hablé aclarando mi garganta—. No sé qué decir, no he hecho nada. Pero me alegro de que Calum esté más en casa.

—¡Ay mi ______ (Tn)! —exclamó con emoción abrazándome—. No sé qué hare cuando te vayas.

—No creo que sea mucho el cambio ¿o sí? —le pregunte inocentemente.

Ella me soltó y me miró con detención. Intenté averiguar qué intentaba decirme con sus ojos. Deseaba que realmente yo hubiera sido un cambio para ellos y que me recordaran por ello, pero lo dudaba.

—Cuando te vayas te llevaras la alegría contigo. —dijo para volver a hablar—. Solo prométeme que con ella no te llevarás la alegría de mi hijo también.

Me quedé parada en silencio. Eso era imposible. Calum Hood era feliz antes de que yo apareciera en su vida, es más, yo le traje malos ratos. Sabía con total seguridad de que una vez que me fuera... algo en él se sentiría liberado.

—No pasará, Sra. Hood. —la tranquilicé tocando su brazo.

Ella me miró, pero seguía sin poder leer su significado. Deseé que hablara y me lo aclarara, pero todo lo que salió de su boca fue un—: No te quito más tiempo, ve a dormir.

Mi destino eres tú (Calum Hood&Tú)Where stories live. Discover now