—¡Hyung, basta! —se quejó, intentando empujar al rubio lejos de sus cachetitos.
—Jimin, pedí pizza —Jungkook dijo de la nada, apareciendo con el móvil en una de sus manos y en la otra una lata de cerveza, Tae no la había visto antes.
Mágicamente el Jeon menor deja en paz las mejillas ajenas, sentándose correctamente en el sofá, sonriendo como un niño pequeño en espera de su dulce favorito. El mayor soltó un bufido al mismo tiempo que rodó los ojos, dando un sorbo a la cerveza mientras tenía sus ojos fijos en el castaño.
Era como un imán.
—¿Cómo estás, Taehyung?
—¡Eso! ¿Cómo estás, Taehyungie?
Ambos hermanos lo están mirando expectantes, pero la mirada que más lo hacia temblar era la del mayor, sus ojos negros intimidantes, sus cejas gruesas que dan una imagen aún más intimidante junto a la tinta negra permanente que pinta el cuello del azabache.
Y de pronto una aura negra rodeaba el cuerpo del mayor, como si se tratara del personaje malvado de un videojuego. ¡Era el Jefe final!
Sintió hasta la mirada de Gureum sobre su persona, apretó sus labios en una fina línea haciendo que sus mejillas se vieran más adorables que nunca.
—¡Oh! ¿Tú has visto a Bam, Tae? —pregunta Jimin, intentando apaciguar el ambiente tenso que se había creado.
Taehyung levantó la mirada, negando con la cabeza en silencio. Jimin sacó su teléfono, desbloqueó el mismo con la huella y fue a la galería, buscando unos segundos hasta dar con un lindo perrito doberman.
La imagen mostraba a este pequeñito con un mirada adorable, el pequeño animal estaba entre los brazos de alguien, pudo deducir que era Jungkook Hyung por los tatuajes en sus brazos.
—Es de Jungkook, él lo adoptó.
—Oh, ¿de verdad? —sus ojitos fueron unos segundos hacia el mayor quien asintió en silencio, luego volvió su mirada a la foto—. Es muy bonito, sus orejitas son adorables —sonrió.
—Lo es —respondió suavemente Jungkook, mirándolo.
Minutos después, el dúo de mejores amigos se hallaban en la habitación del rubio leyendo mangas que tenía Jimin en un pequeño mueble que decía ser su templo sagrado.
Taehyung sonrió con ternura al ver como por décima quinta vez cualquier parte donde Nakamura intentaba acercarse a Hirose o por las interacciones que tenían estos dos. Suspiró y se preguntó qué tan bonito sería gustarle a alguien y gustar de ese alguien, sentir las mariposas en su estómago sin dejarlo dormir, que su corazón se sintiera tan cálido con esa persona, que su cabeza no dejara de pensar en esa persona.
Al castañito nunca le había gustado alguien al punto de enamorarse, nunca había presenciado en carne propia las mariposas en su estómago, las manos sudorosas, las mejillas rojas y el corazón latiendo a un ritmo muy elevado.
Tal vez el amor no era lo suyo, tal vez la vida le había dicho que era imposible enamorarse de alguien, que no tendría una persona especial en su vida que le dijera palabras bonitas, que le diera regalos cursis o que lo viera como la única persona en su mundo.
Se levantó del puff gris claro, dejando el manga en la pequeña mesita frente a él, Jimin levantó la mirada al escuchar al menor moverse.
—Voy por agua —avisó, caminando a pies descalzos hacia la puerta blanca, saliendo de la habitación cuando recibió un "Vale" de respuesta.
Caminó por el pequeño pasillo mientras vagaba por sus pensamientos, abultando sus labios de vez en cuando, recordando las notitas de su supuesto admirador secreto.
¿Debería creerle a esa persona? ¿De verdad tenía sentimientos hacia él? Le seguía impresionando que le gustara a alguien, tanto como para dejarle preciosas palabras en un papel de tonos suaves dentro de su casillero.
Unos golpes al suelo lo sobresaltan de repente, girandose.
En el pequeño pasillo había un perrito, se veía pequeño, algo delgadito y con las orejitas hacia abajo. ¡Que adorable! Taehyung sonrió enormemente, viendo al perro.
—Así que tú debes ser Bam, eres muy lindo —dijo suavemente, como si el perro fuera a responderle.
De pronto este empezó a acercarse corriendo, Taehyung abrió los ojitos, viendo que el perro se hacia más grande. ¡Era enorme y no tenía una buena cara! ¡La perspectiva lo engañó!
Taehyung chilló cuando el perro le ladró, corriendo escaleras hacia abajo rápidamente, escuchando más ladridos por parte del doberman.
Cuando llegó a la primera planta empezó a correr por cada rincón de la casa, lloriqueando por ayuda mientras tenía a Bam ladrando y gruñendo en sus talones. Pronto vio a una figura alta acercarse rápidamente hacia él.
Y no pudo evitar lanzarse hacia la figura.
Jungkook atrapó en sus brazos a un castaño tembloroso, petrificado al percartarse quien era la persona que estaba rodeando con fuerza su cuerpo con sus extremidades, ocultando su carita en la curvatura de su cuello y hombro, sollozando.
Jungkook solo pudo sujetar los muslos traseros del menor para evitar que este cayera al suelo, viendo a lo lejos a Bam acercarse corriendo.
—¿Tae... Taehyung? —Jungkook tuvo que carraspear al sentir que se le iba la voz, sintiendo de a poco como sus mejillas –más bien, toda la cara– empezaban a calentarse y el corazón comenzaba a martillar su caja torácica. Bam se acercó, levantándose sobre dos patas para apoyarse en él, sacando la lengua—. Bam, lo asustaste.
El perro se sentó, viéndose indignado por su dueño y el regaño que recibió. Él solo estaba jugando con el joven que sostenía su amo.
Espera... Tenía a Taehyung abrazándose a él como un koala, muy a pocos milímetros, ¡qué decía! Estaban completamente pegados y Jungkook solo quería... Acercarlo mucho más a él y sentir su calor... Oh, Dios, era un tomate nuevamente.
El castañito sollozó, moviendo su cabecita sintiéndose cómodo en los brazos ajenos. Hasta que cayó en cuenta, alejándose unos centímetros viendo el rostro serio del azabache, su cara roja y su ceño fruncido.
—¿Estás bien?
¡Iba a morir!
De seguro Jungkook estaba muy enfadado con él por romper su espacio personal por haber sido un chiquillo que le daba miedo un bobo perro y lanzarsele encima.
—¡S-Sí...! Solo tuve u-un pequeño susto con Bam, no es nada —habló rápidamente, desenredo sus piernas de la cadera ajena –casi saltando lejos del contrario–, en cambio el mayor lo soltó con delicadeza.
La punta de sus pies tocaron el piso, Taehyung miró al mayor a los ojos, ese característico chocolate oscuro bañando sus ojos. Eran... Lindos.
—Su perro es muy grande, hyung —dijo, quitando de una vez sus brazos del cuello de Jungkook.
Jungkook solo pudo asentir en silencio, su cara aún seguía ardiendo, tal vez mucho más que antes.
Dios lo había mirado a los ojos.
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little notes ✦ kooktae. (editando)
Fanfictiondonde taehyung tiene un admirador secreto que le deja adorables notitas. › contenido homosexual. › en emisión. › capítulos cortos. › romance escolar, fluff & soft. › mención de más shipps. › uso exagerado de diminutivos. › prohibida la adaptación o...
