-estoy embarazada...
Lo escuché, lo dijo muy claro. Mierda y más mierda que carajo pasó. No la suelto por nada del mundo pero tampoco de mi boca sale respuesta alguna...pasan algunos segundos y siento que ella empieza a sollozar.
-lo siento-dice entre lágrimas y yo como la gran idiota que soy sigo sin reaccionar.
Yuna se endereza y se queda sentada llorando con su cara escondida entre sus piernas.
-ay carajo no-me levanto y la tomo casi cargándola para atraerla hacia mí y abrazarla pero sigue llorando.
Ambas sentadas sobre el suelo de la tienda de acampar y ella llora desconsoladamente ante mi estúpida falta de reacción.
-tranquila...no pasa nada, deja de llorar por favor-intento tranquilizar.
-lo siento, sé que fui una tonta-habla ya más calmada.
Se safa de mi agarre y sale corriendo dejándome en shock. Naturalmente voy atrás de ella y veo como se sienta en la arena ya muy alejada del lugar en el que estábamos.
-amor...no digas eso. No tomes a mal mi falta de respuesta, solo me sorprendí-digo sentándome a su lado.
-¿e-entonces lo quieres?-limpia sus lágrimas.
-¿¡qué si lo quiero?! Yuna no soy una maldita, no digas eso. Estoy asustada no lo niego, pero no te dejaré sola-tomo su mano y nos miramos fijamente.
-ha sido mi culpa
-emmm, en realidad el esperma sale de mí-digo divertida y por fin logro sacarle una sonrisa.
-yo...volví a interrumpir el uso de las píldoras, no es la primera vez que lo hago; por eso es mi culpa-explica tristemente.
-no me lo dices cuando lo haces, pero no es tu culpa. A mi también se me hace tedioso tener que cuidarse por eso no digo nada al respecto de tus interrupciones...además, lo hicimos las dos. Porque nos amamos-aprieto su mano y puedo sentirla más calmada.
-te amo-arrima su cabeza en mi hombro.
-yo a ti...dime desde cuando lo sabes
-desde hace 3 días, me hice una prueba porque tenía casi 9 días de retraso
-mmm, debí notarlo...rayos soy una distraída-sonrío débilmente y ella deja un beso tierno en mi mejilla.-¿cuándo pasó?
-¿qué?-pregunta con el ceño fruncido
-pues...cuando lo hicimos...ya sabes, el bebé-digo y ella ríe ante mis palabras.
-Ryujin es algo tonto que preguntes eso, ni que tengamos relaciones de vez en cuando.-dice divertida.
-osea si, pero quiero saber en dónde. ¿En el dormitorio o en mi casa?-cuestiono pícaramente.
-en mi casa-agrega y me sorprende.
-¿¡la vez que era la fiesta de cumpleaños de tu papá?!
-si, intenté calmarte pero no lo logré y aquí las consecuencias-menciona haciéndome sentir culpable por aquella ocasión.
-vale vale, te veías hermosísima
-¿y ahora?-susurra en mi oído
-SIEMPRE te ves hermosa-deposito un beso corto en sus labios.
Nos quedamos un largo rato en silencio agarradas de la mano y observando el oscuro mar hasta que estuvo casi amaneciendo, totalmente en silencio hasta que ella dice algo.
-¿qué haremos?
-yo...amarte. Tú no lo sé-la miro y ella hace lo mismo.
-te amo con todo mi ser Shin Ryujin, gracias por estar conmigo
-gracias a ti. Ahora no solo eres el amor de mi vida, sino que también me darás un cachorro-sonrío exageradamente mostrando mis hoyuelos y me recuesto para que en seguida ella se colocara sobre mí.
Quedando frente a frente y con las narices pegadas llevo mis manos a su cintura como siempre.
-jaja un cachorro, suena tierno en ti-dice dejándome sentir tu aliento.
-te haré el amor-anuncio
-¿aquí? ¿ahora?
-lo deseo tanto-agrego y ella me besa apasionadamente.
Me besa con amor, puedo sentirlo. Lo siento también en mí, estoy bastante asustada por todo pero me mantengo firme, ahora siento que el amor se ha multiplicado.
Mientras nuestros labios juegan entre sí, meto mis manos bajo su falda y le arrebato su braga permitiéndome sentir su feminidad a mi antojo.
-mmm Ryujin-gime llamando mi atención.
-¿qué sucede linda?
-aprovecha esto. No tendremos sexo durante todo el tiempo de gestación-anuncia intentando sonar seria.
-pero-
-yyyy ten en cuenta que luego de todo ese tiempo tampoco podré por el período de recuperación-agrega y provoca en mí un puchero. Algo irónico ya que mientras puchereo no dejo de acariciar su intimidad.
-te voy avisando que no lo lograré-le doy una sonrisa pícara y continuamos con nuestra labor.
Ella levanta mi buzo y me lo quita de inmediato con mi otra prenda superior.
-¿en serio lo haremos aquí?-pregunta algo agitada.
-¿no quieres? Podemos ir adentro si así prefieres
-en realidad no tengo problema, aquí no hay nadie más. Somos solo tu y yo
-siempre somos tu y yo mi vida-confirmo y reanudo mis caricias.
Ella se endereza quedando sentada sobre mi pelvis y yo aprovecho para quitarle la blusa y su top y empezar a amasar sus pechos mientras el vaivén de sus caderas comienza rozando mi miembro.
