Sexto Cuadro

1.1K 152 32
                                    

Han pasado exactamente tres días desde que viste a Yatora Yaguchi,  y sus conversaciones han pasado de textos a ni un mensaje en tu bandeja. Observabas tu teléfono con la peor cara del mundo mientras removías la enorme hoya de arroz con leche, tu hermana mayor entró a pedir una orden.

Qué cara del asco tienes Cielo, ¿Te botaron tan rápido?

Apretaste con fuerza la paleta de madera y desatendiste la comida por unos segundos, tu hermana está pidiendo batalla.

¿Ah sí? Pues recuerdo que tu record es media hora, Jordan se arrepintió a buen tiempo.

—¿Ah sí? Carlos nunca quiso darte esos chocolates, te los dio porque era alérgico al maní.

—¿Ah sí? ¡Pablo no era gay! Solo quiso rechazarte con "tacto".

El aura en la cocina empeoraba mediante soltaban uno tras otro sus fracasos amorosos, más graciosos que dolientes. Tu hermana Amelí, con quién te lleva apenas dos años de diferencia, es la tercera mujer más competitiva del mundo.
Porque la primera era tu madre y la segunda sos vos.

¿Ah sí? ¡Yatora debió huir al saber que no gusta el arte!

—Aguarda, ¿Que tiene eso que ves?—volviste mucho más calmada a mover contenido en el fogón, tu hermana recibió el pedido para la mesa— Además, si me gusta el arte.

—Nunca te he visto pintar alguna cosa decente, pero tus intentos del día de la madre son bastante buenos...

—Qué no sea buena dibujando es otra cosa diferente.

Cuando las aguas se apaciguaron entre tu y tu hermana llega tu padre con ganas de pelear, las observa milimétricamente y ninguna puede evitar quedara estática en su lugar. Limpias tus manos en el delantal y esperas es sermón.

¡¿Cuántas veces les he dicho que no griten en español frente a los clientes?!

Amelí se ríe y recibe a cambio un golpe en la cabeza con el menú.

—Ma' ¿Prefieres que hablamos japonés y entiendan qué decimos?

Pareció pensarlo un momento, sin embargo tu atención fue captada por un imán al metal en cuanto tu celular vibró entre el bolsillo de tu pantalón. Agradecías estar metida en la cocina un día tan frío como ese, el calor de los fogones mientras cocinabas picado de verduras hacia permanecer tu alma en movimiento.

«Perdona»

¿Solo escribe para decir perdón?...luego te diste cuenta que decía escribiendo...

«¿Podemos vernos?

«¿Dónde estás?»

«Ah, en la estación de Shibuya»

«Ve a la estación de Shisen. Allí te estaré esperando, iremos a comer».

Oh, amiga.
Ese chico irá a la luna si se solo pidieses.

Dejaste a Yatora con una incertidumbre enorme, del tamaño de aquella aberración chiclosa que se arraigaba a su estómago, un día hacia falta para que dijeran los estudiantes que pasan al segundo exámenes. Su confianza se desmorona poco a poco, tanto que pasó por alto la existencia de todos, en este momento que su espalda esta por morir debido a pintar por cinco horas seguidas lo único que quiere ver verte y sentirse revitalizado.

De por sí, un razgo de tu energía se apegó a curiosidad. ¿ A donde ibas a llevarlo? ¿Es lo que llaman cita sorpresa? ¿Soportara ver tu hermosura cara a cara?

—¡Yatora-kun! ¿Ya te vas?—su interceptado por el fetichoso del arte y Sekai, quién iba detrás de él—¿Vamos a comer BBQ?

—No creo que sea necesario...quiero ir a casa.

—Y-yo también paso—usó el rechazo de Yotasuke para salir de esta, sin embargo la vida tenía otros planes para él.

Tu teléfono comenzó a vibrar y sonar como loco, se disculpó con sus compañeros artistas para responder. Para su sorpresa todos eran tuyos. ¿Qué estaba pasando? ¿Estabas bien? Una inseguridad enorme le invadió cuando letras y palabras sin sentido estaban en su bandeja de mensajes, ni siquiera se molestó en escuchar los audios.

Te llamó envuelto en desesperación, más angustia.

—¡¿Cielo?! ¿Estás bien?—ambos chicos prestaron atención al rostro pálido de Yatora—...¿C-cielo?

Una interferencia que sintió eterna al otro lado de la línea, la cual fue rota por una voz que no era la tuya.

—¡Hola! ¿Yatora? ¡Claro que eres Yatora! Soy Amelí...espera un segundo...

De nuevo interferencia y voces de fondo inentendibles, cada vez era más bizarra la situación. ¿Qué se supone que es Amelí y porqué tiene tu teléfono? ¿Cómo sabía tu nombre?

—Ya volví, es que tu novia es una fiera indomable...

—¿N-novia?

La interferencia y los gritos pasaron a segundo plano. Una fantasía de ti junto con Yatora dentro de la cocina al amanecer, ambos riendo abrazados mientras se abrazan, puede escucharte decir "novio".

¡Qué alguien detenga la imaginación de este chico antes de que olvide donde está!

—N-no, suelta el t-teléfono...¡No la escuches Yatora!—su sonrisa se ensanchó al escuchar tu voz. Gracias a los dioses del arte estabas bien—¿Hola? ¿Sigues allí cuñado?...¡Trae a tus amigos contigo!

Quedó atorado en la palabra cuñado, sin embargo el shock duró muy poco comparado al anterior. La idea de tu apoyándolo con besos durante sus largas horas pintando, así como el se quedaría a tu lado el tiempo necesario mientras que brinda apoyo en lo que amas.
¿Acaso no es un sueño maravilloso?

—¿Yatora? ¡Yatora-kun!—Hashida lo sacudió—¿Pasa algo? Tenías el rostro pálido y ahora rojo...¿Tienes fiebre?

—Solo está tonto.

Yotasuke no se equivocó. La mente del rubio casi blanco estaba en las nubes, similar a aquello que sentía cuando se divertía pintando las primeras veces, casi olvidó que al día siguiente le entregarían los resultados del primer examen a Geida.

¿Era posible que a alguien se le cumplieran dos sueños a la vez?

¡Sería el hombre más trabajador y afortunado!

—¿Aún está abierta la opción de it a comer?—el de trenzas asintió fuertemente segundos antes de retener al chico de los lunares por la chaqueta.

—¿Tienes algo en mente?

En realidad era una corazonada, espera fuera de las buenas.

—Creo que sé a donde podemos ir, pero será una especie de sorpresa.

Nuevo destino fijado:
Rumbo a la estación Shisen.

Nuevo destino fijado:Rumbo a la estación Shisen

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Musa [Yatora Yaguchi-Blue Period]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora