Bipolar

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—Ámbar –Simón la llamó totalmente confundido, espero pacientemente a que la rubia se voltease y le respondiera– ¿Hice algo mal? ¿Estás molesta?

El castaño jugueteo con su labio inferior esperando a que la ojiazul le respondiera, sabía que no estaba dormida pues hace menos de diez minutos Ámbar le había dedicado una mirada difícil de decifrar.

—Bonita –murmuró su sobrenombre con algo de timidez, la misma timidez con la que se había manejado cuando le daba tutoría y cuando la había visto molesta en la sala de su casa al dejarla plantada en la fiesta de Gastón.

No había hecho nada esta vez, tan sólo le había dicho que tenía sed.

—¿Quieres comer? Puedo prepararte algo –se ofreció esperanzado a que su buen gusto culinario lo salvará, no hubo respuesta causando que el bufara– ¿Qué tienes?

Automáticamente Ámbar volteo a verlo con frialdad, se asustó levemente al verla tan enojada.

—Perdón –se disculpó aun sin saber que hizo mal.

—No –murmuró Ámbar finalmente– Tan sólo... Nada.

El castaño rodeo la cama hasta quedar frente a la ojiazul y ponerse en cuclillas para poder mirarla.

Puso su mano en la frente para verificar que no estuviese enferma o con calentura, se rió levemente a un pensamiento fugaz referente a la ojiazul para después morderse la lengua y no compartir el pensamiento poco necesario.

Concéntrate.

No tenía esas intenciones, tan solo le había recordado a algo.

—¿Qué tienes, bonita? –preguntó con sutileza mientras acariciaba su piel con total delicadeza.

—Me estoy desangrando –por un micro segundo realmente se asusto incluso sobre abrió los ojos levemente para después caer en cuenta del verdadero sentido.

Andrés vino de visita a alojarse en el interior de la rubia.

—¿Quieres un té? –ella nego haciendose bolita– ¿Un chocolate? Oh ya se, un helado.

—No –susurró sonriendo suavemente– Toallas.

—Oh –musito levemente incrédulo.

—Se acabaron está mañana, olvide ir a comprarlas y ahora no puedo levantarme con libertad –Ámbar acaricio su mano para después recorrer su brazo con la llema de sus dedos.

La piel de Simón era muy cálida, bastante cálida.

—Ire a comprarlas –Ámbar sonrió mostrando los dientes como una niña pequeña– Y también te comprare tu helado favorito, ¿quieres otra cosa?

De pronto sus ojos se cristalizaron e hizo un puchero.

—Te quiero a ti –Simón sonrió ante el tierno comentario de su novia, se acerco a besarla con amor y dulzura.– Te adoro.

—Tú me encantas.

—Empalagoso –el castaño entreabrio los labios fingiendo indignación– Sólo necesito eso.

—Esta bien, ire a comprarlos –finalmente le beso la frente para comenzar a alejarse– Regresaré en media hora ¿si?

—Okey, no le hables a la cajera pelirroja –ordeno subiendo las cejas.

—¿Qué? ¿Te hizo algo?

—Simón, te coquetea exageradamente, la primera vez que fuimos pensó que eras mi amigo y me pidió que le diera tu número –explicó con total fastidio– Me cae tan mal, es una zanahoria tan..–

El castaño no pudo evitar reirse ante los celos de Ámbar, le parecía bastante adorable verla molesta por eso.

—Todo esta bien, tranquila bonita –Ámbar suspiro para después asentir– Regreso luego.

—Esta bien, ten cuidado.

Simón salió de la casa de Ámbar para después dirigirse a su auto y manejar hasta el supermercado.

Era la primera vez que iba al supermercado a hacerle ese favor a Ámbar, le parecía algo bastante fácil.

Instantáneamente se le borro ese pensamiento al ver las distintas presentaciones de las toallas sanitarias.

Flujo abundantemente, media luna, para la noche, etc.

Se sintió como un niño pequeño al ver las distintas presentaciones, tenía pensado ir a preguntar a alguien que trabajará en esa área pero la vergüenza le gano.

Rápidamente saco su celular y busco el contacto de Ámbar para llamarla y obtener una respuesta específica.

—¿Qué pasa?

—Hay muchos tipos de presentaciones, no se cual tomar –explicó sintiéndose un total incompetente.

—Las de color rosa.

Al otro lado de la linea, Ámbar estaba tratando de contener la risa.

—Hay como cuarenta de color rosa.

—Simón, mejor compra tampones –la ojiazul sonrío maliciosamente disfrutando de la vergüenza que pasaba su novio.

—¿Qué? –le preguntó abriendo más los ojos esperando a que fuese una broma– ¿En que área estan?

—Espera, ¿fuiste al supermercado que esta por la cafetería, no?

Había ido al supermercado incorrecto, ahora tenía sentido el que no haya visto a la pelirroja saludarlo apenas entrará.

—Ahm... Sip.

—Okey, te equivocaste de supermercado, a todos les pasa. No hay problema, bueno tal vez sí para ti. Debes de ir a preguntarle a algún empleado para saber en que área estan los tampones, creo que aún nos los han puesto a la vista de todos.

Simón volteo en busca de algún empleado cerca, no entendía su vergüenza pues era algo normal, simplemente le daba vergüenza.

Y a Ámbar le gustaba hacerlo pasar por pequeñas vergüenzas, era divertido verlo con las mejillas rojas de vergüenza.

—¿Y si te mando una foto y me dices cuáles compro?

—Le quitas lo divertido al asunto, está bien.

El castaño suspiró aliviado para después tomarle foto a los paquetes y esperar la respuesta de su novia.

Después de que Ámbar le haya dicho cuáles debía comprar, finalmente saco su dinero mientras sostenía el paquete de toallas y el pequeño postre de la rubia.

Finalmente fue a su auto para manejar hasta la casa de Ámbar, al llegar fue recibido por la risa de su novia.

—Eres el mejor –le susurró mientras se hacía bolita a su lado, Simón rodeó su cuerpo con su brazo dandole algo de calor a Ámbar.

La sonrisa de Simón bastó para hacer sentir a Ámbar totalmente tranquila, el le transmitía tanta paz y amor.

—¿Tienes frío? –Ámbar negó mientras se acurrucaba.

Prendieron la televisión para después buscar alguna película, finalmente escogieron Wall-e pues era la favorita de Ámbar.

—Eres como Wall-e, torpe y adorable –Simón esbozó una sonrisa mientras admiraba la sonrisita de la ojiazul.

—Y tu eres como Eva, mandona y bipolar –Ámbar le dio una mirada seria causando que Simón comenzara a reír– Eres lo más hermoso del planeta.

Ámbar finalmente le dio una suave sonrisa para después recibir un beso pequeño en los labios.

Todo muy tierno, ahora
quiero ver Wall-e

Recomienden música, ya me estoy hartando de mi playlist 👊😔

Solos |One Shots|Where stories live. Discover now