—Estaba pensando, ¿si te gustaría ir a mi casa este fin de semana? —dijo Jimin, mirando hacia al frente, para evitar algún accidente o una vergonzosa escena.

—Oh, ¡claro que quiero! —asintió frenéticamente con una sonrisa en sus labios, esta de a poco comenzó a convertirse en una mueca asustada, percatándose de un detalle—. Va a estar tu hermano, ¿verdad?

El rubio bufó, deteniéndose y atrapando las mejillas del más bajito con sus manos regordetas.

—Escúchame, puede que mi hermano sea "algo" intimidante, pero él no mataría a ninguna mosca —dijo intentando tranquilizar al menor.

Él asintió. Jimin tenía razón, había visto a lo lejos que Jungkook no era como los chicos de su antigua escuela, era callado y algo pacífico –si es que no se metían con él, claro–, como si quisiera pasar desapercibido, lo cual era imposible para alguien tan atractivo.

Mientras Taehyung se quedaba pensando en todo aquello, se escucharon murmullos a su alrededor y como pequeñas gotas caían al suelo.

Los dos mejores amigos se giraron a ver, viendo como un alto azabache con tatuajes y perforaciones tenía un líquido rojo deslizándose desde su frente hasta su mentón, se dirigía hacia ellos. Tae se congeló pensando que así el tenebroso chico no lo miraría.

—¡O-Oh dios! ¿Qué te pasó? —exclamó el Jeon menor con notable preocupación.

Jeon mayor miró de reojo al pequeño castañito, quien ahogó un jadeo al ver esos ojos intimidantes mirarle por unos segundos.

—Uno de los de primero me lanzó un globo con pintura dentro, ¿por qué?

—Parece como si te hubieran abierto la cabeza o que mataste a alguien, imbécil. ¿Estás seguro de que no te peleaste? ¿No mataste a nadie? ¿Estás actuando en alguna película de terror? Como asesino le harías bien.

Rodando los ojos, el azabache se relamio los labios.

—Yo no me peleo con el primero que se me cruza, Jimin.

—Ajá, claro, claaaro... —Jimin alargó la vocal, arrugando la nariz, luego fijó su mirada en Taehyung, abriendo la boca al verle tan quieto—. Ya, vete idiota, estás asustando a mi bebé —abrazó al menor, viendo como su hermano hacia esa rara acción de abultar su mejilla con la lengua.

Jungkook extendió su palma vacía—. Necesito un pañuelo.

Jimin bufó, hasta el punto de casi perder todo el aire de sus pulmones. Sacó del bolsillo de su pantalón un pañuelo dandoselo al mayor, quien sonrió con los labios sellados para luego retirarse en silencio sin haber dicho un "gracias".

—De nada, grandísimo idiota —Jimin frunció los labios. Volvió a mirar a Tae, sonriendole de lado—. Te dije, él no mataría a ninguna mosca.

El menor dio una sonrisa temblorosa, mirando al suelo, viendo las gotas de pintura roja.

Luego de aquella extraña escena, los dos chicos llegaron a sus casilleros para dejar unos cuadernos y sacar otros para sus siguientes clases, mientras Jimin aprovechaba para verse en el pequeño espejo que traía en el interior de su taquilla, arreglando su cabello rubio con sus dedos. Taehyung puso el código abriendo con su mano la puerta y con la otra su mochila, pero al ver un papelito rosa pastel caer al suelo se detuvo de lo que estaba haciendo en ese momento.

Se agachó para tomar el papelito, apreciándose el lindo color rosa pastel. ¡Su color favorito!

Abrió el papel con cuidado, viendo una letra muy linda, parecía como si lo hubieran escrito con demasiada delicadeza y amor.

"Me encantaría dejar millones de besitos en tus cachetitos de pan, Taehyungie :( Deja de ser tan lindo, por fa."

El castaño sintió que su corazón daba un doble mortal hacia atrás sobre una motocicleta y luego como sus mejillas empezaban a calentarse.

¿Qué era eso? ¿Por qué se había puesto rojito?

—Tae, ¿ya está-? ¡Uepa! —Jimin chilló a su lado, quitándole el papelito de las manos, sonriendo de oreja a oreja, leyó todo atentamente, segundos después miró al castaño—. ¿Te dejaron esto, Taehyungie?

—S-Sí, estaba en mi casillero —Taehyung respondió, rascando su cuello—. ¿Debería tirarlo?

Jeon abrió la boca, mostrándose ofendido e indignado.

—Bebé, ¿qué no ves esto? —apuntó con su dedito el papel rosita, Taehyung se sonrojó—. Claramente aquí dice que alguien quiere comerte esa carita tan bonita que tienes, a besitos —Jimin murió de ternura al ver a su menor taparse la cara con sus manitas.

Él siguió inspeccionando el papel, viendo un conejito dibujado con un marcador negro, mostrando sus ojitos grandes oscuros, su naricita y largas orejas.

¡Que lindo todo!

—Tengo miedo que sea una simple broma —susurró el menor, ambos dirigiéndose a su siguiente clase—. ¿Y si solo es alguien queriendo reírse de mí?

Kim miró el papelito, antes de guardarlo en su bolsillo.

Jimin hizo una mueca, pensativo.

—Esperemos a mañana —dijo—, si aparece una nota con el mismo dibujo del conejo y la misma letra, puede que de verdad esa persona está colada por tus lindos rizos castaños y quiera besarte hasta que se les acabe el aire.

—¡Por dios! ¡Deja de decir esas cosas, es vergonzoso!

Taehyung estaba seguro que todo eso era solo una broma por algún estudiante tonto que estaba aburrido y que ninguna notita aparecería en su casillero.

© BADJE0NN.

little notes ✦ kooktae. (editando)Where stories live. Discover now