epílogo

2.9K 216 124
                                    

MUCHO TIEMPO PASÓ DESDE AQUELLA NOCHE EN EL BALCÓN DE MI APARTAMENTO

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

MUCHO TIEMPO PASÓ DESDE AQUELLA NOCHE EN EL BALCÓN DE MI APARTAMENTO. Muchas cosas cambiaron desde entonces, muchas otras se mantuvieron intactas, pero la mejor parte era que todo fluía hacia un mejor camino.

Lo habíamos conseguido. Todo el mundo hablaba de mis pinturas, dándome un reconocimiento mundial aunque afortunadamente aún podía mantener mi privacidad de los medios. Drew, por otra parte, había conseguido, con ayuda de Bruno, trabajar con grandes directores que lo llevaron a ser uno de los fotógrafos más reclamados por todos.

Sin dudas habíamos tenido suerte, mucha.

Un par de años pasaron desde que finalmente compramos nuestra propia casa. No era demasiado grande, ni tan pequeña, era cómoda y cálida, además de que Omelette podía correr libremente gracias al enorme parque que nos habíamos enfocado en conseguir para ella.

Omelette, ella ya no era una pequeña cachorra. Ahora era una hermosa can de pelo chocolate y ojos del mismo color. Había crecido bastante y, a veces, me costaba recordar a la pequeña cachorrita que Drew había rescatado de las calles años atrás. Aún seguía teniendo esa actitud cariñosa y juguetona que cuando la conocí.

Éramos una familia pequeña, pero éramos felices.

La noche cayó sobre Italia, dejando ver un hermoso cielo estrellado, donde la protagonista era la luna que curiosamente estaba llena y se veía más grande que nunca. La brisa que movía la falda de mi corto vestido blanco también impulsaba a pequeñas olas que quebraban hasta llegar a la orilla donde se unían con la arena y mojaba nuestros pies descalzos.

Una de mis manos descansaba sobre su mano mientras la otra se mantenía unida a la suya, uniendo nuestros anillos dorados que marcaban la unión y el infinito entre y para nosotros.

Finalmente estábamos casados. Drew cumplió su palabra y me pidió matrimonio en una noche estrellada, en el balcón de nuestra casa a las orillas del mar. No había dudado ni dos segundos en decir que sí y para cuando me di cuenta ambos teníamos lágrimas en los ojos mientras nos abrazábamos con fuerza.

Nadie sabia de nuestro compromiso, apenas nuestras madres porque se habían percatado de los anillos plateados en nuestros dedos, pero aparte de eso nadie, habíamos decidido mantener el compromiso como algo íntimo entre nosotros.

Siempre pensé que el matrimonio era algo muy precipitado para dos personas que acabarían agotándose de ver el mismo rostro al despertar cada día. Incluso me parecía demasiado aquellas fiestas enormes que hacían para mostrar ante todos su unión. Nunca vi necesario toda aquella celebración enorme donde invitaban a algunas personas que sólo asistían por la comida. En mi opinión cuando amas a alguien sólo es necesaria esa persona para sentirte plena y feliz.

Y esa idea cobró vida cuando conocí a Drew. Si, la idea del matrimonio quizá cambió, porque ya no me imaginaba despertar algún día sin el rostro de Drew a mi lado y sabia que jamás me cansaría de eso. Aunque mantenía firmemente mi opinión sobre las grandes fiestas es por eso que habíamos decidido dar una boda íntima donde los únicos partícipes eran él y yo.

❝𝗡𝗘𝗜𝗚𝗛𝗕𝗢𝗨𝗥❞  DREW STARKEY ©Where stories live. Discover now