11. pizza

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─como rayos lograste convencerme de dormir aquí hoy?─ pregunté, abrazándome de mi almohada y cobija mientras veía a mi alrededor con recelo

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─como rayos lograste convencerme de dormir aquí hoy?─ pregunté, abrazándome de mi almohada y cobija mientras veía a mi alrededor con recelo.

Drew había ganado, claramente. Había conseguido convencerme de hacer una "pijamada" por esa noche, solo porque mi apartamento era prácticamente inhabitable entre el polvo y el olor a pintura.

─te ofrecí chocolate y aceptaste─ respondió, volviendo de su cuarto con una enorme pila de almohadas que acomodó sobre el sofá donde se llevaría a cabo nuestra noche de películas. Por qué rayos tenia tantas almohadas? Solo era una sola persona y no es como si necesitara fabricar un fuerte de almohadas a su alrededor para evitar caer de la cama.

─oh, sí, tiene sentido─ me encogí de hombros, caminando hasta el sofá y desplomándome allí.

─entonces, qué quieres hacer primero?─ preguntó mirándome divertido ante mi actitud infantil.

─comer?─

─buena idea, pero debemos esperar a que la pizza llegue para eso─ señaló. Rodé los ojos al recordar el tiempo de espera que conllevaba eso, acaso Drew no podía pedir la pizza mientras me duchaba? No, el genio quería esperar a que saliera del baño para consultarme de qué quería la pizza. Estuvo al borde de la muerte.

─si tan solo la hubieras pedido antes..─ suspiré ─que tal si vas a ducharte? Yo recibiré la pizza y luego podremos comer en paz cuando salgas─

─estás insinuando que huelo mal?─

─no lo insinúo, te lo digo, hueles fatal─ mostré una sonrisa angelical antes de acercarme a él para comenzar a empujarlo hacia el baño. Él ni siquiera intentó resistirse a mis empujones, sólo reía divertido por mis ocurrencias. Antes de que pudiera replicar cerré la puerta en su cara, siendo consciente de que lo dejé con la palabra en la boca.

Suspiré aliviada al verme sola y me acerqué al pequeño bolso de improviso que había hecho para pasar la noche aquí. Saqué mi cuaderno y un lápiz y me senté en la mesa, dispuesta a terminar el dibujo que había comenzado hace unos días y jamás había terminado.

Era un rostro. No tenia dueño, y en caso de tenerlo no tenia ni la más remota idea de quién de trataba. Me gustaba buscar rostros en los objetos a mi alrededor, por ejemplo, en las marcas de la madera en las mesas y pisos, eso me inspiraba a crear un retrato lo que al mismo tiempo me relajaba muchísimo.

Y ahora necesitaba relajarme más que nunca, puesto que la presencia de Drew ya me ponía bastante de los nervios, pero si agregamos lo que dice y la forma tan intensa en la que me observa, pff, tendría aquí mismo un ataque neurótico.

Minutos después la puerta sonó, y por ende mi estómago gruñó al saber que seria llenado. Agradecí que fuera un edificio viejo y de acceso libre como para que el repartidor pudiese venir hasta la puerta para hacer su entrega, de otra forma tendría que salir de la calidez del apartamento y la idea, realmente, no me agradaba.

❝𝗡𝗘𝗜𝗚𝗛𝗕𝗢𝗨𝗥❞  DREW STARKEY ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora