O 8 1; Jɪsᴜɴɢ

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-Sí, aunque nunca entendí el porqué -Caminé hacia el escritorio observando el cuaderno rojo, seguía ahí. Me giré y Minho estaba a escasos centímetros de mi -Gracias -Le dije con una sonrisa dibujada.

-¿Gracias por qué?

-Por todo lo que has hecho por mí.

-¿Tanto he hecho como para que me agradezcas? -Me preguntó dando un paso hacia atrás.

-Puede -Volví a girarme, esta vez para recoger las cosas que estaban esparcidas en el escritorio, junto a ellas, el cuaderno.

En cuanto me giré, vi a Minho sentado en la cama y estaba sonrojado.

Rezaba internamente para que a Minho no le hubiese entrado la curiosidad para leer el interior del cuaderno. Me había dicho miles de veces a mi mismo que tenía que guardarlo en cualquier lugar más seguro que ese escritorio, aunque ya no tiene sentido esconder el contenido si ya le había contado todo a Minho. Por una parte estaba aliviado, pero por otra parte tenía miedo de lo que Minho podría pensar de mí.

No le di más vueltas al asunto y, al terminar de recoger todo, volví a sentarme junto a Minho.

-¿Qué quieres hacer?

-No sé -Lo miré riendo.

-¿Salimos?

-Está bien -Encogí los hombros mientras me levantaba.

Diez minutos después ya estaba saliendo de mi casa mientras Minho arrancaba el coche.

-Vamos andando -Le dije al terminar de cerrar la puerta de mi casa -mejor.

-Lo que mi Jisung quiera -Dijo abriendo la puerta de su coche para salir. Yo estaba sonrojado y lo sabía, aún así reí por lo que dijo y me acerqué a él -¿Dónde vamos?

-No se, ¿Dónde quieres ir tú?
-A donde quieras.

-A mí me da igual -Le dije encogiendo mis hombros.

-A mi también -Rio.

Ambos quedamos en silencio a la espera de que alguno de los dos propusiese un lugar a donde ir, aunque a ese ritmo parecía que no iba a suceder.

-¿Seguro que no tienes ningún lugar pensado al que ir? -Preguntó Minho de nuevo, a lo que negué encogiendo mis hombros de nuevo -Hay un parque que han abierto recientemente por aquí ¿quieres ir? -Propuso finalmente.

-Está bien -Asentí a la misma vez que Minho.

Caminamos un buen rato en silencio mientras veíamos a los coches y personas a nuestro alrededor.

-¿No se supone que estaba cerca? -Pregunté cansado después de haber andado casi dos manzanas.

-Dije que estaba por aquí, no cerca -Rio él agarrando mi muñeca para arrastrarme -No queda nada, está detrás de la esquina.

Caminamos hasta el lugar, y como dijo Minho, si estaba después de la esquina. Al entrar al parque, quedé fascinado por lo verde que era y lo desapercibido que había pasado estando cerca de mi casa.

-Es bonito -Dijo Minho mirando los modernos alrededores del parque mientras seguía agarrado a mi mano.

Cerca de la entrada había un poste con el mapa del parque y los lugares que podíamos visitar. Al parecer había un gran lago por el centro de este con cisnes y patos, había varios puestos de comida rápido, me paré en seco cuando vi lo que ponía justo debajo mientras sonreía.

-¡Vamos a la noria! -Dijo Minho tan emocionado con un niño al ver globos de su color favorito. Sin esperar mi respuesta, caminó arrastrándome con él hasta la noria.

 Sin esperar mi respuesta, caminó arrastrándome con él hasta la noria

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saturno ;; minsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora