De camino a la farmacia ninguno de los dos hablaba, el único sonido era el que emitía la canción que estaban poniendo en la radio. La había escuchado veces antes, era Stereo hearts de Gym Class Hero.
-Ahora vengo, no tardo nada - Dijo Minho antes de bajar a la farmacia. Y como había dicho, no había tardado más de cinco minutos en terminar.
En el momento que Minho terminó la canción y comenzó otra más tranquila, Hey, soul sister de Train. Esa canción me llevó a mis más antiguos recuerdos, cuando sólo tenía diez años y siempre sonaba en la radio mientras mi padre me llevaba al colegio por la mañana. A mi padre le encantaba mucho esta canción.
Sin darme cuenta, Minho dejó la bolsa de la farmacia en mi regazo y comenzó a conducir de nuevo, esta vez de camino a mi casa. Segundos después, Minho le subió el volumen a la canción, eso me hizo sonreír.
-Todavía me acuerdo cuando no dejabas de cantarla siempre que te acompañaba al instituto -Dijo Minho sin dejar de mirar la carretera.
Volví a sonreír, esta vez mirando el perfecto perfil de Minho, lo cual me recordó al día en el que lo conocí. Estaba en la misma posición que aquel día.
Minutos después, justo antes de que la canción llegase a su fin, llegamos a mi casa, le di las llaves a Minho y ambos bajamos. Yo caminaba detrás de él mirando el suelo. Ahora me sentía mareado y con náuseas.
-Jisung -Me llamó Minho, el cual ya estaba dentro de mi casa -ven -Me agarró de la muñeca y tiró de mi para que entrase a casa mientras cerraba la puerta con la punta de su pie.
Colocó ambas manos en mis hombros y caminó detrás de mí hasta llegar a mi dormitorio.
-Tumbate aquí, ¿tienes alguna toalla?
-En la cocina -Dije con una voz ronca.
-Bien -Levantó su pulgar mientras sonreía -ahora vengo -Dijo desapareciendo por la puerta de mi cuarto.
Un minuto después volvió con la toalla en la mano y un cuenco vacío. Seguidamente entró al baño de mi cuarto y salió con agua en el cuenco y la toalla mojada.
-Tómate esto -Me dijo dándome un vaso con una pastilla aún disolviendose -y luego intenta dormir -Dijo después de tocar mi frente con la palma de su mano.
-¿tengo fiebre? -Dije casi susurrando.
-Bastante, te voy a ir poniendo la toalla mojada, pero te tienes que tapar -Explicó con calidez -Toma -Me dio el vaso con la pastilla totalmente disuelta.
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