Me levanté de la mesa, corriendo afuera para ver si seguía cerca. No estaba por ningún lado.
ʜᴀɴᴊɪ
Jisung ¹⁴'⁵³ Jisung donde estas? ¹⁴'⁵³ Responde a mis llamadas por favor ¹⁴'⁵³
Apagué mi móvil y caminé hasta su casa, sabía que estaría ahí. Durante el camino me llamó Chan preguntando por Han. Yo no pude decirle nada, por que ni yo sabía dónde o cómo estaba.
Al llegar a su casa, toqué el timbre, pero nadie me abría. Volví a llamar a Jisung.
-¿Qué quieres? -Su voz sonaba entrecortada y cansada.
-Jisung ábreme la puerta por favor.
-Déjame en paz -Me dijo medio enfadado -no quiero hablar ni ver a nadie.
-Jisung, o me abres la puerta o la tiro abajo -Le amenacé. Él colgó así que empecé a tocar el timbre varias veces seguidas. Segundos después me abrió.
Su aspecto daba asco. Tenia la manta sobre él hasta la cabeza, también se le marcaban las ojeras y sus ojos estaban rojos e hinchados. Desprendía un olor un tanto repugnante, parecía que no se había duchado en semanas aunque solo hubiesen pasado minutos, su pelo estaba despeinado y su cara en general estaba muy mal.
-¿Vas a entrar o prefieres seguir tocando el timbre? -Me dijo sin ganas.
Entré y él cerró la puerta detrás mía, se fue directamente a su cama y se tumbó hecho una bola tapándose con la manta que llevaba encima.
-No te puedes quedar así -Comencé ha hablar apoyándome en su escritorio.
-Si puedo -susurró.
-No puedes dejar de vivir tu vida por un inútil como Minho -Añadí.
-No he vivido mi vida desde que se marchó.
-En serio Jisung, estoy preocupado -Él se tapó hasta su cabeza -deja de creer que eres fuerte, porque si tu estás así, no te puedes imaginar como está Minho. Es él el que no para de seguirte pidiendo que lo mires un poco, ¿y encima te enfadas con él? Minho solo intenta arreglar las cosas entre vosotros y tú solo las estás empeorando. Deja de hacerte el difícil por que no eres bueno actuando, se te nota desde lejos que aún lo quieres -Jisung no se movía e intentaba no hacer ruido al llorar, pero no lo conseguía -Escúchame Jisung, yo no he venido para regañarte, pero ahora en serio, deberías desahogarte con alguien y cambiar tu forma de ver a Minho. No podrás ignorarlo toda tu vida -Añadí, Jisung no se movía, solo lo escuchaba respirar pesadamente debajo de la manta.
Me acerqué a la cama y le quité la manta de encima. Debajo de esta se encontraba un chico hecho bola, temblando, con los ojos cerrados e hinchados y llorando. No se que había pasado, pero ahora su aspecto era peor que el de antes.
-No quiero -Me dijo entre sollozos.
-¿Qué es lo que no quieres?
-Hablar -dijo casi susurrando. Yo suspiré, perdiendo casi toda la paciencia que me quedaba.
-Voy a volver esta noche -Le avisé -vamos a salir tú y yo así que sal de esa cama y deja de ser inútil.
-No
-Como no me abras la puerta por la noche, te juro que dejo de hablarte -Le dije antes de salir de su cuarto, y seguidamente de su casa.
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