𝖳𝖺𝗅 𝗉𝖺𝗋𝖺 𝖼𝗎𝖺𝗅. ⌁𝖳𝗌𝗎𝗄𝗂𝗌𝗁𝗂𝗆𝖺 𝗑 𝖳/𝖭⌁

18

POV T/N:

Tontoshima.

-¿Podemos hablar?

Hablar, quería hablar....PUES QUE SE JODA EL PENDEJO.

Ósea, me trata mal, no me cree y ¿ahora quiere hablar? ¿de que quiere hablar? ¿sobre lo falsa que soy? No, no, no, no, no estoy de humor para eso.

Me puse mis audífonos, pesqué mi mochila y salí con el libro que me regalo ayer la tía de Dai.

Atrás mío venían Tsukishima y Yamaguchi, trataba de ignóralos, pero ellos no ponían de su parte al llamarme a cada rato.

Me hice la que no escuchaba gracias a la música y porque estaba concentrada leyendo.

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Era hora de los clubs, hoy no me tocaba el de literatura así que me fui al gimnasio. Al parecer alguien nuevo iba a llegar, o eso fue lo que me dijo shimizu.

-¿Quien eres?—Le pregunté a una rubia quien estaba frente a la puerta del gimnasio. Ella dio un salto y me miró aterrorizada, al parecer la asuste.—Perdón jeje...—Ella estaba como estatua mirándome. Había suponido que el nuevo que iba a llegar era ella, así que la tome de la mano y la lleve dentro.—Buenas tardes.

-Llegaron.—Nos habló con una sonrisa shimizu.

-¡H-Hola!—La chica rubia hizo una reverencia como si quisiera besar al piso. Que tierna, estaba nerviosa.

-¿Quien es ella?—Hablo esta vez Daichi. La chica que estaba a mi lado se escondió detrás de mi al ver como todo el equipo se acercó.

-Ella hará la prueba nueva manager.—Explicó shimizu.—Aún no se ha unido, solo viene a saludar.—Dijo rápidamente al ver que se iban a abalanzar hacia ella.

-¡Mu-Mucho gusto!—Dijo haciendo una reverencia.

-¡Mucho gusto!—Dijeron los demás al mismo tiempo.

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El entrenamiento había finalizado, por lo que salí rápidamente de allí. Al llegar a la entrada me encontré con Dai, al verme se acercó a mi.

-¡Hola T/N! ¿Ya acabó el club?

-Si, ¿el tuyo igual?

-Sip.

-¿En que club estás?

-En el de futbol, mañana tendremos un partido.

-Ohh, que buenaaa. Ojalá y les vaya bien.

-Si-..—Fue interrumpido.

-T/N.—Era Tsukishima. Yo solo lo mire.—¿Podemos hablar?

-Oh, los dejo.—Dijo Dai.—Si quieres mañana anda a verme el estadio de aquí cerca, allí estaremos jugando. Te estaré esperando.—Se despidió con un beso en la mejilla y se fue. Pude notar como Tsukishima lo miro mal. ¿Que le pasaba?

-¿Y bien?—Dije mientras me caminaba hacia mi casa.

-Perdón por creerte...Se que eso no hará que mis acciones sean justificadas, pero enserio lo lamento. Hable con Midori y me confesó todo, me dijo que ya no valía la pena seguir haciendo lo que estaba haciendo, pues se iría a vivir a otra parte por el trabajo de su padre.—Yo pare en seco, lo que hizo que el igual lo hiciera.

¿Estaba llorando? Definitivamente si. Recordar todo eso me ponía mal, sentía que se me quebraba el corazón y todo.

-T/N...—Se paro delante mío para mirarme mejor. Al ver que estaba llorando simplemente me abrazo.—Lo siento, lo siento, lo siento, enserio lo siento.

-Eres un idiota...—Estaba sollozando en sus brazos y el me abrazo más fuerte.

-Lo se, y pido perdón por eso. Por favor dame otra oportunidad, no la volveré a cagar. Enserio lamento todo, a mi igual me dolió estar lejos de ti, no puedo imaginar lo doloroso que fue para ti. Te trate mal y preferí creerle a ella, a ella que no la conocía de nada y siempre me pedía salir. Lo siento por dudar de ti.—Yo correspondí el abrazo aún llorando.

-¿Prometes nunca más creerle a personas ajenas cuando dicen cosas malas de mi?

-Lo prometo...—Dijo mientras me acariciaba el pelo.

Estuvimos así un buen rato, hasta que mi hermano me llamo.

¿Hola?-

Al escucharlo me quede paralizada, le dije que iba enseguida y le corte.

-¿Que paso?—Pregunto preocupado Tsukishima.

-¡LA PERRA ESTÁ DE PARTO!

-¿QUE?

Y así ambos salimos corriendo hacia mi casa. Al llegar, rápidamente nos subimos al auto de mi hermano y fuimos directamente al veterinario. Mientras yo revisaba que todo estuviera bien con mi perrita, Tsukishima llamaba a su mamá.

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Al fin mi perrita había dado a luz a dos cachorritos, una hembra y un macho. Originalmente eran tres machas y una hembra, pero por desgracia dos de ellos fallecieron al nacer.

Con los que fallecieron los vamos a sepultar en el patio de mi casa, les voy a decorar el lugar para el entierro y siempre estaré viendo para que no se destruya nada.

-Gracias por acompañarme.—Le dije a Tsukishima. Le agradecía más que nada porque cualquier otra persona me hubiera dejado en mi casa y después se iría a la suya.

-Si no lo hacía mi mamá me iba a matar. Además, también quería apoyarte.—Yo solo le sonreí.

-Ya está todo listo, ¿vamos a casa?—Ambos asentimos.

La mamá de Tsukishima no había podido venir por temas personales, pero prometió que iría a ver a los cachorros uno de estos días.

-Así que...¿ya están bien?—Nos pregunto mientras nos miraba por el retrovisor.

-Sip.

-Me alegro. Ambos se veían decaídos desde que se pelearon.

-¡Onii-chan!—Grite avergonzado. Tsukishima y yo nos miramos, y de inmediato apartamos la mirada, al parecer ambos estábamos avergonzados.