Capitulo 16.

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Me quito las lagrimas y me levanto para abrazar a Mabe.
Nuestro abrazo dura unos minutos, en los que se une Dani y se alarga mas.

Nos separamos y nos volvemos a sentar en el banco.

-Es muy.... muy difícil de explicar.-suspiro, aun llorando.-No podéis contárselo a nadie, enserio.

-Tranquila.-dicen a la vez.

-Haber...-cojo fuerzas.- Todo empezó cuando tenía once años, cuando murió mi madre.
Mi padre tenía una depresión y dejo el trabajo y un día... un día un hombre le ofreció mucho dinero por.... por hacer eso conmigo, y acepto.
Se suponía que solo era para mantenernos pero.. pero se volvió loco.-me pongo las manos en la cara.-Era una vez al mes durante tres años.-susurro.

Los miro a los ojos, por sus mejillas recorren miles de lagrimas, que me hacen llorar mas a mi.

-Tres de esas veces quede embarazada.-susurro.-Y por eso lo dice Ainara... pero...
No sabe lo que es que no tengas una infancia de jugar con las barbies o con las muñecas.
No sabe lo que es pasarse todos los días encerrada en tu cuarto llorando.
No lo sabe, y a tenido que sacar el puto tema para joderme.
Siempre tengo que estar jodida.-susurro.

Ellos se acercan a mi y me abrazan, llorando conmigo.

-Me escape y por eso estoy viviendo con mi tía, ha conseguido la custodia y...-vuelvo a derrumbarme.

-Valla muerda.-me susurra Mabe.-Pero vas a salir adelante, créeme.

-No, esto no se lo puedo contar a nadie.-susurro.

-Pero nos vas a tener a nosotros.-interviene Dani.

-Pero no vais a venir conmigo, no quiero que os miren mal.

[....]

Salgo de la ducha, después de llorar horas y horas debajo de los chorros.
Miro en el espejo mi cuerpo desnudo.
Acaricio mis brazos, donde aún tengo algunas marcas de cuando paso.

Me pongo el pijama rápidamente y bajo al salón.

Cojo el movil y me salgo de todos los grupos en los que estoy, incluido el de "Divipotorras"
Miro la foto de perfil de Jesus que sale conmigo unos cuantos minutos.
Es tan perfecta esa foto, me acuerdo cuando nos la hicieron.

#Flasback#

-¡Que me des el movil!-le grito, corriendo detrás de el por la arena de la playa.

-Es que están hechos el uno para el otro.-le dice Mabe a Dani, dandole un tierno beso.

Se para delante de mi y me tiro a sus brazos, el me sube y me da un beso.
Dani hace una foto y se la enseña a Mabe.

-Esta chulísima.

#Fin flasback#

Cojo el movil y pongo la conversación con Jesus.
Ya que no me salen las palabras, tendré que decírselo por aquí.

Será todo muy sutil, como una hoja marchita al caer al suelo de su rama. Te levantarás un día y no tendrás ganas de enviarme un mensaje de buenos días, llegarás a casa y no recordarás avisarme de que estás bien. Los besos irán borrándose de nuestro mapa, ligeros, etéreos, estériles ante el desinterés. Dejarás de necesitar mi mano en tu nuca, ya no querrás que descubra nuevos caminos entre mi cintura y la curvatura de tus brazos. Tus ojos ya no brillarán al verme, me evitarás por los pasillos, por las calles... iré evolucionando de felicidad tangible a sombra de un recuerdo que ya no es. Seré esa piedra que se esquiva en medio del camino, ese rayo de sol cegador del que nos escondemos, esa ráfaga de aire que evitamos entrando a cualquier portal. Mis besos no te sabrán ya a chocolate puro y mis caricias no harán que se te erice la piel. No te latirá el corazón en las orejas, alocado, al oír mi voz a lo lejos, ni te temblará el cuerpo entero ante la reminiscencia del placer que antaño disfrutábamos en tu cama. Los momentos malos irán perfilándose más fuertes en tu memoria, decantando la balanza al lado negro de nuestra relación. No notarás nunca el latido de una pequeña vida nueva a través de mi piel pálida, no verás mis ojos en la cara de ninguna de tus princesas. Desecharás la idea de compartir tu lado de la cama conmigo, de desayunar juntos oyendo a Justin Beaber, de viajar a quién sabe dónde cogidos de la mano hasta el fin del mundo. Tirarás todos mis regalos absurdos a la papelera, y entenderé que ninguno de ellos supo nunca llenar el hueco que tenía tu alma, ni ellos ni mis gestos, mis sonrisas... Yo no habré podido rellenar ese espacio inerte de tu vida. Lo habré matado más. Alimentarás mi tristeza con tu adiós paulatino y me abandonarás una tarde de abril a la orilla del mar. Leeré mucho antes esa despedida en cada mensaje sin respuesta, en cada día sin hablar, en cada minuto pasado sin el ruido de un abrazo, sin el sabor dulce de tus labios por mi piel. Me obligarás a arrancarme mi amor a trozos de las entrañas, a devolverte todo el tiempo perdido que empleaste en mí. Te reprocharás a ti mismo no haberme descartado mucho antes y, al conocer a alguien nuevo, sabrás cuán equivocado estabas el día que, absorto en el instante que vivías, prometiste no dejarme nunca. Me quedaré arrodillada frente a nuestras fotografías, añorando el tacto de tu lengua fría por mi espalda, echando de menos tus dedos largos en mi pelo, tu nariz en mi nariz en un beso esquimal. El enamoramiento que me pinza el alma será mi esquela, pues podría jurar que no he amado jamás con tal intensidad, con la pasión desmedida con la que te amo a ti. Y te estoy perdiendo. Y te dejas perder. Quizás ya te he perdido. Y yo escribiendo esto, viendo venir el fin por el horizonte, a través del Mediterráneo, con lágrimas en los ojos e incapaz de soltarte. Tal vez sea tarde y todo esto te suene a cartón, pero no sabré en la vida cómo dejar de abrazarte, cómo mirarte y no sentir nada. Cuántos gritos, cuántas peleas inútiles que podrían haberse solucionado con una sonrisa, o en la cama, o bailando bajo la lluvia como dos dementes llenos de amor. Cuenta la leyenda que lo bueno dura poco, pero es que aunque te quedaras conmigo toda la vida, me sabría a poco, porque cada minuto contigo es el mejor que he experimentado nunca, cada segundo pasado a tu lado supera al anterior. Eres la definición gráfica y palpable de belleza y perfección que me mandó Dios para hacerme creyente, la melodía ideal de un músico magistral. No quiero que te vayas, no soporto la expectativa de ver cómo te alejas de mi vista, cómo te pierdes en un mar de caras, de recuerdos... yo siempre te he considerado mi realidad.
Pero todo lo bueno acaba, ¿No?
Y se que ahora me tienes asco, que me consideras una puta.
Pero quiero que sepas, que ni te imaginas por lo que he pasado, ni te imaginas lo que he sufrido.
Pero como te conozco, se que tienes mucho orgullo, y esto es un Adiós.
Probablemente para siempre.
Encantada de haberte conocido, y de haberme enamorado de ti.
Adiós.

Soy el capitán, de este barco roto.{EDITANDO}Where stories live. Discover now