notas rotas para canciones completas

seis

her

cierro la puerta a mi espalda y me recuesto en ella con una sonrisa tonta en mi rostro. la borro en cuanto me doy cuenta.

me saco los zapatos y los llevo en las una mano. recorro el oscuro pasillo con la planta de mi pie rozando el suelo. siento un escalofrío recorrer mi columna vertebral.

intento ocultarlo pero, por primera vez hace mucho tiempo, siento felicidad.

tarareo una melodía cualquiera, la cual mi mente acaba de crear.

ese escenario los instrumentos y la música me ha ayudado a recuperar un poco alguna esperanza. y me ha demostrado, una vez más, que quiero vivir de la música.

cojo una manzana de las que hay tiradas por la mesa y hago un mordisco. me dirijo hacia la pizarra blanca y observo las nuevas notas.

manzanas gratis del vecino cascarrabias

he sacado un 9 en matemáticas

y las demás frases son felicitando al niño por la nota. sonrío por, no lo sé, por todo. estoy rodeada de gente increíble, tengo suerte de tenerlos.

- ¿cómo ha ido?

la voz de Clara me sobresalta.

- ¡me asustaste! pensé que todos estaríais durmiendo pero, esta noche ha sido perfecta.

me dejo caer en el sofá y ella se sienta a mi lado. me mira intrigada y dejo ir mis pensamientos.

- estaba todo repleto de luces y cristales de colores colgaban del techo sujetados por hilos blancos. la música reinaba en todos los rincones y los aplausos de la gente me llenaban por dentro. me enamoré del sitio y, Bruc, el chico todas estas emociones son gracias a él.

- parece un sitio hecho a medida para ti

- ¿sabes?, es como el sitio que, durante tantos años de mi infancia, soñé que encontraría al llegar aquí

- y ahora que lo has encontrado, la pregunta es ¿qué piensas hacer ahora?

no contesto, no sé qué contestar. tiene razón, ¿y ahora qué? ¿no era esto lo que quería?

Clara se levanta y se despide con un buenas noches antes de desaparecer por el pasillo de las habitaciones. yo, en cambio, me quedo en mi sitio, sin moverme y pensando en la pregunta de Clara.

¿qué pienso hacer ahora?

sé lo que quiero y sé lo que tengo. quiero hacer música pero tengo miedo a volver a fracasar. tengo miedo a recaer en esa vida que tuve, en volver a fallar a mi abuelo y tener que dar la razón a mi familia porque no estoy en las portadas de las revistas de música, como prometí que estaría.

abrazo mis piernas contra mi pecho y recuesto la cabeza en ellas. cierro los ojos e, inconscientemente, le doy un beso a mi rodilla y permanezco así hasta que mis párpados se cierran.

mi mente vuelve a llevarme a ese bar, pero esta vez estoy sola. estoy sola en medio del escenario con la guitarra entre mis brazos y el micrófono a escasos centímetros de mi rostro. intento cantar pero mi voz no sale, mi boca no responde. intento tocar la guitarra pero las cuerdas están rotas y, en cuanto vuelvo a mirar hacia las mesas del público veo a mi familia mirándome fijamente. por los altavoces suenan sus voces. mis ojos se llenan de lágrimas.

nunca podrás vivir de la música

vistes como una puta

eres una deshonra para esta familia

cantar no alimenta tu boca

intento tapar mis oídos con mis manos y por inercia mis ojos también se cierran con fuerza. es inútil, las voces siguen traspasando mi piel. la impotencia me llena y mis rodillas impactan contra el suelo. por favor, parad

compórtate como un ser humano

nos has dejado mal delante de todo el pueblo

o te vistes así o hoy no comes

pienso tirar esa estúpida guitarra, ni siquiera cantas bien

siento que mi cuerpo no puede más, que se está rindiendo pero en el momento que empiezo a ver todo negro. alguien empieza a bajar el volumen del altavoz, de esas voces. levanto la mirada y allí estoy yo. disminuyendo las voces hasta convertirlas en apenas susurros. me levanto poco a poco y el público ha cambiado. ahora están mi abuelo, mis amigos, Bruc y yo. mis pulmones vuelven a recuperar su aliento, la guitarra tiene todas las cuerdas y mi voz suena.

sonrío con lágrimas cayendo en mis ojos.

no estoy sola, no esta vez.

unos brazos me sacuden suavemente y me despierto enseguida. consigo reconocer a Nathy entre la oscuridad iluminada por un pequeño farolillo que encontramos.

- Her, ¿estás bien?, estás llorando

- si si, estoy bien ¿no puedes dormir?

- no

- las pesadillas pararan algún día, te lo prometo

- te creo

acaricio el rostro del niño. sé lo difícil que ha sido para él dejar su país para que su hermano pudiera encontrar un trabajo y enviar dinero a su familia. él pequeño insistió en venir junto a su hermano, es un niño muy valiente.

- vayamos a dormir

tomo su manos y nos dirigimos hacia el sofá donde duermo. me estiro en él y el pequeño Nathy hace lo mismo aunque queda hecho una bola pequeña entre mi pecho y mis brazos, que lo abrazan con fuerza.

- ¿sabes qué es lo bueno?

- ¿qué es?

- lo bueno de esto, es que el mañana solo puede mejorar