Capítulo 08

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TN ya se encontraba mejor del golpe en la nariz, y esperó en los casilleros como le había pedido Baji unas horas atrás. No se habían visto en lo que quedaba de día y eso le ponía aún más nerviosa. Akari se marchó antes por las clases de refuerzo y Chifuyu había quedado con Takemichi y otros miembros de la pandilla.

Cuando apareció el moreno, un calor interno subió por el cuerpo de la castaña hasta posarse en sus mejillas. El calor de sus labios se sentía vagamente aún y casi no se atrevía a mirarle a la cara. Baji sonrió al verla tan obediente por esperarle como le había pedido y se cambió rápido de zapatos.

TN no supo qué decir durante el trayecto, mientras que Baji se quejaba de un trabajo y de las clases. La castaña sólo hacía comentarios monosílabos y banales. Al salir del tren, Baji se quitó la coleta y las gafas. TN nunca entendió del todo porqué Baji se vestía de forma diferente para ir a clase. En ese momento le parecía muy atractivo y se empezó a imaginar cómo reaccionarían las chicas de su instituto si Baji se presentaba con su habitual apariencia, y aquello le comía de celos. ¿Quizá fuera para que no le reconocieran de la banda?

TN se paró frente a Baji y le colocó las gafas casi sin ser consciente de sus propios actos. Baji agarró a TN por las muñecas y le miró confundido. "Mierda, piensa algo, rápido", se dijo a sí misma.

– Es que estoy tan acostumbrada a verte con el uniforme y las gafas que si te las quitas parece que te falta algo – rio forzosamente tras eso.

Baji sonrió de lado y le arrebató las gafas de un movimiento rápido. TN se sonrojó por la brusquedad y sintió en aliento de Baji cálido contra su oído.

– A lo mejor lo que quieres es que no me vea nadie de la escuela así.

– ¿P-Pero qué dices? – preguntó en voz baja TN, sin esperar una respuesta.

Caminaron hasta el edificio y una vez en el ascensor, Baji le dijo a TN que más tarde iría a su habitación, así que debería dejar la puerta abierta del balcón. TN le dijo un "ya veremos" tan risueño que dejó al moreno totalmente desconcertado, pero volvió a sonreír con picardía y cada uno se dirigió a su respectiva casa.

Una vez dentro, TN se apresuró hasta su habitación y recogió lo poco que había dejado desordenado. Baji no le había especificado a qué hora iría a su habitación, así que se puso ropa cómoda para no manchar el uniforme y dispuso los apuntes sobre el escritorio para darles un repaso... ¿Pero a quién quería engañar? Estaba tan nerviosa que no podía concentrarse. El beso de esa mañana le tenia rondando la mente, y a saber en qué estaría pensando Baji para visitar su habitación también.

Por su parte, Baji en casa se puso el uniforme de la Tokyo Manji. Aquel día tenían una reunión importante sobre la que debatir una vacante. Algunos llevarían candidatos y entre todos decidirían, pero Baji había estado tan ensimismado pensado en TN y lo que había pasado entre ellos aquellos últimos días que no se molestó en buscar a nadie, lo único que le evadía era pelearse con el que se pusiera delante y asestarle unos cuantos golpes. Pero todo había cambiado, TN estaba más receptiva y parecía más tímida con él, algo que le parecía sumamente adorable. Las cosas habían mejorado y tenía la mente más despejada, así que se montó en su motocicleta y partió hasta el templo donde se llevaría acabo la reunión.

Allí estaban todos los capitanes y subcapitanes, incluyendo, por supuesto, a los mandamases: Mikey y Draken. Si por algo se diferenciaban aquellos dos, era por destacar. Uno demasiado alto y el otro demasiado fuerte. Baji era muy amigo de ambos, sobre todo de Mikey, pero aun así, daría la vida por todos los allí presentes.

– Da comienzo la reunión – dijo con algo de aburrimiento Draken. Lo cierto es que a ninguno le hacía gracia ese tipo de formalismos, pero si no respetaban ciertas reglas, cualquiera podría salirse de su sitio y crear un problema.

– Muy bien, ¿qué candidatos habéis seleccionado? – preguntó Mikey.

Con ello empezó una rueda de presentación de los candidatos que habían preparado, Baji admitió no haber traído a nadie con la excusa de que nadie le parecía digno del puesto, a lo que Chifuyu le miró con una cara neutral, porque sabía perfectamente el motivo y no iba a traicionar a su propio capitán. Los demás enseñaron fotos y explicaron un poco como conocieron al susodicho candidato, así como su habilidad para pelear. Entre ellos destacó uno por encima de todos, había estado en varias bandas, todas de los suburbios. Su habilidad en las peleas era digna de reconocimientos.

– También sabe técnicas de Judo y es una pasada verlo en el club – prosiguió Mitsuya.

– Creo que tenemos un ganador, ¿no estáis de acuerdo? – preguntó Mikey.

Todos sonrieron ante el nombramiento del nuevo miembro de la banda y Mikey le dijo a Mitsuya que lo llevase el viernes por la noche de la próxima semana. Mitsuya asintió y sonrió al rubio con cierto orgullo.

– Ya veremos como es el nuevo, tengo ganas de probarle – respondió Baji, con aquella sonrisa pícara que le caracterizaba.

Tan pronto como acabó la reunión, Chifuyu y Baji se montaron en sus motos y volvieron al bloque de edificios. Baji estaba deseando ver a TN, y le había prometido que iría a su habitación. Unos colores rojizos se asomaron ligeramente por sus mejillas pensando en ese próximo momento de intimidad. No sabía muy bien si ella estaba esperando algo de su parte, pero al menos tendrían una conversación para aclararlo todo y que no se queden cabos sueltos.

Ya era tarde y se coló por el balcón, TN había dejado la puerta abierta, y la cortina se mecía con la brisa nocturna. TN estaba dormida sobre el escritorio, apoyada sobre varios papeles y Baji se acercó a su oido.

– Ya he llegado – le dijo suavemente.

TN se movió un poco en su sitio pero no se despertó.

– TN, despierta – dijo con voz grabe.

TN abrió un poco los ojos y bostezó ampliamente.

– ¿Keisuke? ¿Qué hora es?

– No importa, ya estoy aquí.

Aquellas palabras hicieron que TN se terminara de espabilar. La vergüenza del beso le volvió a la cabeza nuevamente y enterró la cara entre sus manos. Baji la miró divertido, "si un beso puede provocar eso, no me quiero imaginar otra cosa", pensó el moreno.

– Ya es muy tarde, podemos hablar mañana.

Baji cogió las manos de la castaña y las separó obligandola a mirarle. Los ojos del chico penetraron fuertemente en los suyos, Baji sonrió al verla colorada y habló con firmeza.

– Pero yo quiero hablar ahora.

TN sintió un palpito más fuerte de lo normal, "me está dando un infarto", pensó. El moreno se acercó hasta su rostro en una distancia peligrosa para TN. La castaña giró la mirada avergonzada y se sintió pequeña a su lado, como si fuera un ratón al lado de un jaguar. Baji hundió la cara en el cuello de TN, deshizo el agarre de sus manos para estrecharlos en su cintura y aferrarla hacia sí mismo. TN no sabía qué hacer y se quedó con las manos en el aire, no era el Baji que conocía, y aquello le estaba tomando por sorpresa.

– Me gustas, TN, no sabes desde hace cuánto – susurró en su oido.

A la castaña se le encrespó el vello de la nuca y respiró profundamente antes de responder.

En el momento justo [Baji x TN]Where stories live. Discover now