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Advertencia: Este capítulo contiene escenas para mayores de 18 años UWBWJWJWJ sin más que decir disfruten de la lectura<3

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—Saori, escúchame por que te lo diré una sola vez... Saori. —La rubia observó a su alrededor notando que estaba en un lugar al que ella jamás había ido y se maravilló con tanta naturaleza que había en el lugar, pero lo que más le sorprendió fue ver a su mejor amiga ahí al frente de ella con ambos brazos a sus lados mirándola seriamente. —Saori, ¿Quieres dejar de estar mirando para todos lados como tonta y prestarme atención?

—¿Aiko? —Preguntó esta con sorpresa.

—Quién más, ¿El papa? Pues claro que soy yo... Ahora escúchame.

—¡Aiko! —No pudo evitar correr y abrazar a su mejor amiga, en el momento en que su cabeza tocó el pecho de Aiko rompió en llanto. —Aiko, no sabes cuanto te extraño...

Esta sonrió.

—Lo sé... Pero no vine acá para sentimentalismo, vine para decirte que dejes de mandarte cagadas en tu vida ¡joder! —Aiko se alejó un poco de Saori para mirarla a la cara. —Tienes que hacerte cargo de tus decisiones y pensar con claridad. No sólo pensar en el puto dinero como el único recurso en el planeta, debes dejar de hacer sufrir a ese pobre hombre por cualquier idiotez y debes cuidarte a ti misma.

—¿Qué...?

—Saori ya no estoy en tu vida, ni estaré para traerte a la realidad así que estas sola en esto como todas las personas. Cuida de Sayumi y de su ingenuidad, pero tampoco tomes mucho en cuenta sus ideas por que es Sayumi y a veces sus ideas son un tanto locas... —Río. —Pero tienes que cuidar de ti también, cuidar tu corazón y tu salud... Y no te dejes llevar por el gusto por el dinero que eso puede llevarte a la destrucción.

—Aiko... Gracias. —Respondió la rubia mientras sentía un par de lágrimas caer por sus mejillas. —Te extraño tanto...

—Lo sé...

—No me pude despedir de ti, yo, lo siento por todo lo que te dije...

—Eso ya es pasado. Estoy en un lugar que es muy tranquilo y feliz, cuida de Sayumi y que no cometa alguna estupidez. Dile que la estaré esperando una eternidad si así lo desea, pero que por favor aún no es su momento y que tiene que vivir la vida por mí y por ella.

—Se lo diré...

—Y tú debes dejar ese gusto por el dinero un poco, créeme cuando te digo que eso puede llegar a ser tu destrucción. —Suspiró. —Por favor, hazme caso por una maldita vez en tu vida, Saori.

—Lo haré... —Contestó la rubia mientras alzaba sus brazos para abrazar a la pelinegra, quién aceptó el abrazo felizmente. —Me haces mucha falta. —Confesó.

𝗦𝗵𝗲 ; 𝘏𝘢𝘫𝘪𝘮𝘦 𝘒𝘰𝘬𝘰𝘯𝘰𝘪    Donde viven las historias. Descúbrelo ahora