"Amar de nuevo" (Merdisson)

Capitulo 21

Narra Mark

Iba a correr tras él, cuando sentí que alguien agarró mi brazo y me detuvo. Al voltear, veo a Meredith, asustada.

-Mer…-le digo

Meredith me dice que no con la cabeza. Al ver alrededor, me doy cuenta del show que hicimos: todo el hospital nos estaba viendo.

-Mer, no queríamos hacer esto, lo sentimos, pero él…-escuché a Alex, pero fue interrumpido por Mer, que levantó la mano, haciéndolo callar

-No tienen que disculparse, se lo merecía-nos dice.

-¡SE PUEDE SABER POR QUE MIS DOCTORES PARAN REPARTIENDO GOLPES A LAS PERSONAS!-escuchamos a alguien gritar.

Al voltear los cuatro a la entrada, vimos al jefe Webber con la doctora Bailey caminado hacia nosotros.

-Jefe, lo podemos explicar-escuche a Alex, que aún sostenía su mano.

-Bueno, Grey, Shepherd y Sloan, a mi oficina y tú Karev, vas dónde la doctora Torres para que te revise la mano. Y los demás, ¡Regresen a sus trabajos!-dijo el jefe

Seguimos al jefe, mientras Karev iba a buscar a Torres.

Al llegar a la oficina, el jefe nos indica que nos sentemos.

-Los escucho-nos dice

Todos comenzamos a hablar a la vez, hasta que el jefe nos calla

-¡SILENCIO! Sólo uno de ustedes me dirá que sucedió afuera-nos dijo

-Yo se lo explico jefe-escucho decir a Meredith

-La escucho, Grey-le dijo el jefe

-El hombre que estaba ahí es el padre biológico de Andrea. Él se fue apenas se enteró que estaba embarazada de ella y no lo volví a ver hasta ahora-escuché a Meredith.

Veo que el jefe iba a decir algo, pero su celular comienza a sonar y contesta

-Jefe Webber. Sí, hoy a las cuatro está bien la reunión. Sí, tenemos las pruebas, me comunicaré con la doctora Montgomery al respecto. No, gracias a usted-le escuchamos decir y colgó la llamada.

-Aún no he terminado de hablar con ustedes, los llamaré después. Ahora se pueden retirar porque tengo que coordinar una reunión-nos dijo el jefe

-Esta bien jefe-dijimos todos.

Nos acercamos a la puerta y la abro, de pronto, veo tres personas caer al suelo y las reconozco: Yang, Stevens y O’malley, los cuales nos miran asustados.

-Tienen cinco segundos para pararse si no quieren estar fuera del quirófano por un mes-les digo

Los tres se paran y salen corriendo como si hubieran visto un fantasma.

Después de eso, nos fuimos cada uno a hacer nuestros respectivos trabajos.

Narra Addison

Estaba limpiando mi departamento, cuando mi celular suena. Al ver que era el jefe, contesto.

-Buenas tardes, jefe-le digo

-Buenas tardes, doctora Montgomery. El motivo de mi llamada es para comunicarte que hoy a las cuatro hay una reunión tanto con nuestro abogado como el de tu mamá para arreglar esto de na vez-me dice

Al escuchar esto, mi corazón se acelera, pero mantengo la calma para que el jefe no note que estoy nerviosa

-Esta bien, jefe, lo veo ahí-le digo y cuelgo.

Termino de limpiar, me baño, cambio y salgo camino al hospital.

Hoy se iba a definir no solo mi futuro, también el del hospital.
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¡Volví! Perdón por la larga ausencia, pero necesitaba este tiempo, no solo para adaptarme al nuevo horario de trabajo, también para aclarar ideas y tener inspiración.