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Tras aquella conversación del día anterior, John no volvió a molestar a Sherlock y el rizado, evitó interacción con el rubio. Pequeña incomodidad había vuelto al 221B.

Aún así, John siempre ha sido muy terco y no iba a quedarse de brazos cruzados, después del trabajo, le mandó un mensaje a su amigo de que llegaría más tarde, iría a Scotland Yard, a lo mejor Greg tenía la respuesta del aparente nuevo malestar de su amigo.

Este no tardó en salir del trabajo, excusándose con que tenía un caso importante entre manos; enseguida tomó un taxi directo a la oficina, impaciente "¿Y si Sherlock consumía por el abandono de su padre?" "¿Será que él ha vuelto para algo malo?" Estas preguntas rondaban su cabeza, no quería que Sherlock cayera en un bajón por su culpa. 

- Señor, perdone, ya hemos llegado -Habló una voz masculina  y gruesa que sacó a John de su ensimismamiento para pagarle y, salir de ahí.

No tardó en entrar en aquel gran edificio, buscando a Lestrade con la mirada, aunque solo consiguió divisar a Sally, que tomaba un café y al parecer, necesitaba hacer una llamada fuera del lugar.

- Hey, John, ¿Que haces por aquí y sin Sherlock? ¿Peleas de novios?

- Nada de eso Sally, no soy gay... ¿Sabes dónde está Lestrade? Necesito preguntarle unas cosas 

- En la quinta oficina del final a la derecha

- Gracias

Ambos se despidieron con un movimiento de mano y el ex militar caminó, siguiendo las indicaciones de la morena para dirigirse hasta aquella oficina, dándose cuenta de que la puerta  estaba abierta, entró dando solo un toque en la madera.

- ¿John? ¿Que haces tu por aquí?

- ¿Te importa si.. hablamos? 

- Por favor, cierra la puerta y cuéntame 

Tras más de diez minutos de conversación donde John le contaba lo que ayer había escuchado y todo lo que sabía, Greg seguía perplejo, pues, nunca había notado algo muy raro, no más de lo raro que es de por sí Holmes.

- ¿Que opinas? -Habló John rompiendo el silencio creado.

- Sherlock oculta algo, ¿Crees poder averiguarlo?

- Intentaré.. pero es raro, siento que convivo al lado de un secreto andante que no comprendo; no quiero obligar a que me lo cuente pero, me relajaría saber que él esta bien y que solo es una tontería.. 

- Saldrá bien, es Sherlock, es fuerte. Deberías de ir con el, a lo mejor necesita compañía

- ¡Tienes razón! ¡Gracias Greg, adiós! 

Y el doctor salió de la oficina, saliendo finalmente del edificio y, caminando hacia Baker Street. 

En cambio, Holmes estaba frente al espejo del baño gritándose a sí mismo, hoy notaba que el binder no hacía su función y que por más que se agitaba el pelo o marcase mandíbula, no se veía como siempre. Odiaba cuando la disforia le distorsionaba su aspecto físico general y se sentía tan... "ella"

Aún así, no tardó en erguirse al escuchar la puerta del edificio abrirse, automáticamente, el terror de que le viera "así" le confundió y asustó.

John subía las escaleras mientras saludaba a la casera, que estaba limpiando. No tardó en abrir la puerta del B, donde el asustado Sherlock no sabía dónde meterse o ocultarse sin que sonara raro.

- ¿Sherlock? ¿Estás en casa? -Preguntó el doctor, por si acaso se había marchado en su ausencia, aunque no había sido tan larga.

- E-eh.. ¡Si! ¡Desnudo! Y-ya mismo estoy ahí -Dijo con las primeras palabras que le salieron de su boca, improvisando, todo mientras golpeaba con levedad su frente por la tremenda idiotez tan poco creíble que había soltado.

- Oh, no pasa nada, aquí te espero

Extrañamente, la voz de John le relajó, así que, dándose la vuelta; ignoró su reflejo mientras los latidos de su corazón hacían eco en su mente y pecho. Se colocó su camisa. Ignoró todo y, fue con John.

- Oh, me alegra que estés aquí, te ves bien -Sonrió para hacer que Sherlock se apoyará en la pared, como si fuera a desfallecer.

- ¿Me.. veo bien? A veces.. pienso que me veo como una "mujer" -Habló, haciendo las comillas con sus dedos, riendo de mala gana.

- ¿Como mujer? Oh, Sherlock, se nota que eres un hombre a la legua ¡Y uno muy apuesto! Se que no te gustan las mujeres o bueno, me lo acabas de dejar claro, pero hay chicas muy bellas, pero, eres.. un chico apuesto, de verdad -Habló, con un leve rubor, aunque, no se percató.

Aquellas palabras dejaron fuera de combate a Holmes, al cual se le dibujó una sonrisa de completo agradecimiento; ocultada por su cabeza gacha. Su tez se había tornado algo rojiza, teniendo un color más vivo del acostumbrado y este, se negó a pronunciar palabra

"John dice que soy un hombre apuesto"

"John lo piensa"

- Gracias -Susurró el hombre, aunque Watson no pudo escuchar aquel leve susurro soltado desde el corazón, fue algo casi inaudible.

- Y dime.. ¿Ocurre algo? Ayer me dejaste intrigado y, aunque no estás obligado, puedes confiar en mí, Sherlock

- Yo... Bueno, es algo que está superado, solo, no me lo esperaba, no ahora y después de tanto tiempo

Las palabras del rubio eran lentas y tranquilizadoras mientras que las del pelinegro eran rápidas y a veces, pausadas. Como una mala noticia mal contestada o un secreto mal contado.

- Lo entiendo ¿Gustas hablarlo?

- Aún no estás preparado, John

Mierda, eso era sospechoso ¿Era sospechoso? ¿Que es en realidad sospechoso?

- Avísame cuando lo este, por qué me encantaría ayudarte

Joder, si John seguía "así" de encantador, sus ganas de besarle se volverían imposibles de controlar y Sherlock acabaría pecando.

- Prepararé un té, ambos lo necesitamos

Y John se fue.

Dejando a Sherlock con sus pensamientos, mientras sus manos temblaban con levedad. Odiaba amar a John y saber que el no lo querría. Odiaba ser lo que era. Pero.. si él lo veía bien.. ¿Enserio estaba bien?

"Mierda, John, por favor, deseo que alguna vez me desnudes en la cama y beses cada parte de mi cuerpo y aún pienses, que soy «ese» hombre"

"John... no soy un hombre de verdad" JohnlockWhere stories live. Discover now