CAPÍTULO 26 || VIEJAS AMISTADES ||

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— Hola, soy Amelia y espero te encuentres bien quería.. — me interrumpe.

— ¡Amelia, cariño!. — exclama sorprendida. — Que alegría volver a saber de ti, hace años que tenía sin saber de ti más que en revistas.

Viví 2 años y medio en Nueva York, recuerdo que en aquel entonces enfrentaba una dura crisis emocional y fue donde la conocí.

— Lo siento tanto, han pasado tantas cosas que tuve que alejarme... pero te hago esta llamada para una reunión urgente.

— ¿Te encuentras bien? Si es de urgencia puedo recomendarte con algún colega de Roma.

Pienso unos segundos antes de responderle, la única opción para verla es viajar hacia Nueva York y con el sedante estoy estable.

— Puedo verte dentro de 2 días, ¿Estás disponible?.

— Por supuesto, pero dime ¿Es una crisis?.

— Prefiero decírtelo en persona, ayer tuve varios ataques de pánico y desde hace tiempo no trato de mi ansiedad.

El ruido de la puerta abrirse y movimiento me pone alerta, helándome el cuerpo, pero al ver a Brian tomo aire.

— Entiendo, será mejor vernos cuanto antes. — dice — Te estaré llamando para saber tus estados de ánimo, cuídate y no dudes en llamarme.

Finalizamos la llamada en cuanto veo a Brian recoger algunas prendas del suelo, se suponía que vendría la de limpieza, pero sugerí que no.

Me recuesto al verlo todo sudoroso, se quita la playera y tomo aire para hablar con él.

— ¿Todo bien?. — cuestiona ante el tenso silencio.

— Debemos hablar... — asiente caminando hacia la cama. — Desde hace meses me encuentro bajo presión, motivos personales me obligan a tener mucha tensión y... mis crisis de ansiedad son cada vez más frecuentes y por ello, decidí que debo ver a mi psicóloga en Nueva York.

Mi mirada está hacia mis manos, las cuales empiezo a torcer y pellizcar mis dedos, pero él las sujetas haciendo que lo mire.

— Perfecto, haremos ese viaje juntos.

Cierro los ojos ante mis palabras.

— No podrá ser así. Este viaje debo hacerlo sola para despejar mi mente y poder estar tranquila unos días.

— No. — me interrumpe poniéndose de pie. — No soy capaz de dejar sola después de lo ocurrido anoche.

— No volverá a suceder, las sesiones con mi psicóloga son agradables y siempre terminan bien.





// 2 días después...//.



Despedirme de Brian fue realmente tan frío y cortante, mi mente se imaginó tantos escenarios para solo terminar teniendo sexo de despedida y una mirada de desprecio al momento de subir al avión.

Fui tan ilusa al querer escuchar un «Espero verte pronto», pero no fue así.

Sigo siendo una maldita tonta al confiar en las personas, en creer que algún día podré enamorarme cuando no es así. En pensar que las personas dejarán de verme por mi apellido, o de ser interesadas...

Sin embargo, estos días no fueron solo amargos también tuve momentos felices y grandiosos con Brian. Más allá del sexo, pude mostrarme tal cual soy, sin vergüenza o preocupaciones de que alguien me criticara haciéndome sentir mal.

Aunque las palabras de mi madre se repiten en mi cabeza, recordándome porque debo fingir y mostrar otra personalidad.

«Siempre debes tener 2 máscaras, nunca mostrar la verdadera porque eso es una debilidad la cual causa tu destrucción.»

TRAVIESA OBSESIÓNWhere stories live. Discover now