13 de Febrero, 2002
Un golpe, bien, no duele, en la cara, ou, no es físico pero me duele saber que quedará marca, oh pero sanaré en un par de horas, gracias fuerza de velocidad.
—No quiero acecinar niños hoy—decía el hombre a punto de disparar hacia Diego
—Mmm no, no lo harás—disparó pero Diego desvió la bala.
Corrió hacia el mar pero Vanya lo alzó he impidió que se fuera, estábamos en una persecución, era uno de los terroristas más buscados del país, Vanya pudo mandarlo directo hacía una patrulla que estaba ahí, aunque esta quedo hecha añicos por la fuerza en que lo aventó.
Genial, por favor, que sea la ultima, estoy cansada.
—Hay una incursión en los laboratorios Gardel, usan armas de frío—dijo Grace por el comunicador.
—T/N regresa a la academia, no puedes arriesgarte a ir—dijo Reginald
—Papá, no pasará nada.
—T/N TE QUIERO AQUI AHORA
Muy tarde, había llegado al lugar, disparaban sin orden, no tenían precisión, tampoco un plan, fue fácil esquivar muchos rayos fríos, al alcanzar al primer hombre, dejándolo inmóvil en 2 segundos
—Son dos hombres, uno esta esposado en el armario —dije por el comunicador
—T/N estas siendo imprudente— dijo Grace
—Lo siento... Pero ya me encargue de uno de ellos y AHHHH— el frío inundaba mis brazos y piernas, sip, tenía que pasarme.
—T/N!!! —Llegó Five en un salto junto a Diego.
—Oh que basura—grito Diego lanzando sus cuchillos hacía el hombre dejándolo estático, yo estaba en el suelo, con la cabeza recargada en la pared.
—Maldita tonta, no debes lucirte siempre ¿Sabes?—dijo Five con una mano en mi hombro.
—Five, describe el hielo
—No hay hielo, es interno—contesté antes.
¿Qué hacía flash? Siempre era por fuera y aun no consigo vibrar.
—T/n inténtalo, solo así te calentarás y se derretirá e hielo
—N-n, no, pp-uedo—no sabía si tartamudeaba por dolor o por mi condición
Llegaron el resto de los Hargreeves, Luther y Vanya rápidamente actuaron:
—T/N por favor, mírame—dijo Luther—concéntrate en mi, Vanya va usar su poder en tus heridas, si dejamos que pase más tiempo puedes... va a doler pero estoy aquí— dijo sonriendo, luego vio a Five y corrigió—Five esta aquí—Dejó que Five tomara mi mano y me guiño el ojo cómplice, le indicó a Vanya como hacerlo. Quemaba mucho más que el hielo, pero sentía que desaparecía el dolor, era como si me apretaran todo, luego desapareció todo, y ya podía moverme.
—Esta bien—dijo Luther.
Subimos a la camioneta, y temía llegar a casa, no quería recibir ese regaño de parte de Reginald y Grace.
Al entrar a la academia Reginald ya estaba frente a mi pero no recibí ningún grito, solo un abrazo.—Por favor no vuelvas a arriesgarte así.
—Lo prometo, papá.
Siempre después de las misiones nos quedábamos en la sala común estudiando esperando una nueva o que dieran las 11 y dejara de estar disponible la alerta Umbrella.
