—Quiero descubrir qué es a tu lado T/N— sonrió al igual que yo, era la mejor sensación del mundo.
Tan solo unos segundos pasaron y el cielo se iluminó con fuegos artificiales, el año nuevo había comenzado y podía recibirlo con gusto, con una mano entrelazada al niño que siempre he querido, después de besarlo, ahora salíamos y no podía ser más feliz.
Pasamos el resto de la noche ahí preguntándonos algunas tonterías de que pasaría si... Cuando ambos estuvimos lo suficientemente casados subimos a nuestras habitaciones, Diego ya se encontraba en la mía, miraba hacía la pared, quería contarle pero mis deseos se reprimieron al pensar en como reaccionaría, las ultimas veces había estado bien pero por primera vez era real, y al ya no se había mostrado interesado en nada acerca de mi las ultimas semanas así que...
3 de Enero, 2002
Mientras bajaba hacía el comedor me cuestionaba mi cobardía, aun no podía decirle a Diego que salía con Five, me aterraba, llegue al piso y con la mirada perdida me dirigía adentro. Unos brazos me envolvieron en cuanto estuve ahí, mi chico, Five. Maldita sea, su perfume de café inundaba mis fosas nasales y me encontraba tan cómoda en el abrazo, como nunca pero todo se esfumó el recordar que aun era secreto.
—No puedes, nos van a ver.—dije sobre su hombro.
—Tan solo es un abrazo, no nos besuqueamos Quick —dijo apretándome más.
—Quick, que apodo tan tonto. —dije riendo.
—Es bueno! Podría ser tu apodo de súper.
—¿Y cuál sería el tuyo?
—Mister Space —dijo en tono de presentación y se separó de mi alargando los brazos.
—Es... —se veía entusiasmado de conocer mi opinión—Ridículamente bueno, pero no usaremos otro apodo que no sea nuestro número.
Five sonreía, sus hoyuelos se marcaban en sus cachetes
—No puedo creer que aun no le digas—decía mientras se servía una taza de café—es estúpido.
—No ha pasado tanto y lo sé, es estúpido pero... hablaré con el hoy, o quizá mañana...—Five alzó un ceja.—No pasa de mañana, lo juro.
—Te creo...—aun me miraba, si, aún lo hacía.
—Five, si me sigues mirando me empezarás a desgastar.—se rio hacia otro lado tomando su café y en unos minutos la habitación se llenó de Hargreeves.
El desayuno fluyó normal Diego aun no me miraba ni hablaba, solo hablaba con Luther y Five en ocasiones, mucho más con Klaus, durante las practicas del entrenamiento tuve que emparejarme con Klaus o Luther para no tener ni un solo contacto con él además de compartir habitación. A él incluso no le importaba, y solo se emparejaba con alguno de ellos también, al que yo dejara solo.
Mas tarde en el laboratorio de Luther ambos escribíamos un ensayo de como mantener un edificio en pie a pesar de que este estuviera a punto de colapsar, estábamos claramente haciendo un desastre.
—Ustedes están molestos ¿No es así?—Preguntó Luther mientras escribía.
—Mmm no, bueno... no.— contesté, aun estaba molesta porque Diego me apartara tanto, pero esta vez también lo hacía y solo era porque no quería mentirle, pero tampoco decirle la verdad.
—Entonces ¿No?— decía risueño, solo negué con la cabeza y el continuó— Pero ¿por qué se han apartado tanto? Ahora ambos buscan refugio en Klaus y en mi, y créeme, no me molesta, es solo que, Diego esta tan pegado a nosotros que me roba por completo a Klaus.
