El loto de los Wen

¿qué te hice?

Ir de casería es parte del itinerario educativo de Gusu Lan. Como siempre Jiang Wu Xian está revoloteando al rededor del menor de los jades y es demasiado irritante, Wen Zhuo Cheng no le quita los ojos de encima a pesar de que lo recuerda con cariño y sabe que él no tiene la culpa de nada, la rabia es abrumadora. Su presencia frente a le hace sentir demasiado ansioso y nervioso, su cuerpo está tenso y a causa de eso tiembla.

- la curiosidad es la debilidad de ese infeliz - piensa el Wen en voz alta.

- entiendo... - dice Xue Yang en comprensión a lo que Wen Zhuo Cheng le está pidiendo.

- pero Lan WangJi esta con él y aunque no lo parezca le agrada el joven Jiang - hace ver Wen Zhuliu - ¿cómo los separaremos?

- yo sé como - dice Meng Yao y sin perder el tiempo se acercó al segundo maestro Lan.

Como siempre el joven Jiang está molestando al segundo jade y burlándose de él - ¿interrumpo? - hace una reverencia Meng Yao dirigiéndose al Lan - no quisiera, pero es importa y me gustaría hablar con usted, por un breve momento.

- no... - responde el Lan en su tono habitual refiriéndose a que no está siendo interrumpido - sí.... - dice, para llevarse a Meng Yao a un lugar tranquilo para hablar dejando a WuXian atrás.

- oh, si... por mí no hay problemas, no vemos después Lan Zhan - dice alejándose del par, ya que a buen entendedor pocas palabras.

Distraído y sin ganas de hacer nada ni de molestar a nadie Jiang Ying empezó a caminar por ahí, como siempre jestuando con su rostro lo aburrido que esta. Un ave negra pasa al ras de él por sobre su cabeza en más de una ocasión graznando. El joven se da cuenta de que esa criatura es maligna y decide seguirla, porque cree que a donde se dirija hay más de eso y es mejor controlarlo de inmediato. EL chico no se dio cuenta que se había alejado bastante del grupo, tanto que no recuerda por donde vino - ¡¿no puedo ser tan distraído?! - se rasca la cabeza tratando de comprender como fue que se perdió con tanta facilidad - ¡en fin...! - recoge una rama con la que empieza a jugar, puesto que aquel ser maligno había desaparecido sin dejar rastros para poder seguir investigando - bien puedo volar y guiarme por el sol para saber dónde tengo que ir - piensa perdiendo todo el interés de seguir investigando, ya que debía regresar con el grupo puesto que se alejó sin avisar donde iba.

De pronto, sin previo aviso, un par de perros emergen de la nada, dejando a Jiang WuXian petrificado al ver como esos demonios le gruñen, enseñándole los colmillos mientras babean de manera amenazante. Una sensación fría se apodera de él, dejando que el pánico se expanda por todo el cuerpo.

Jiang Wu Xian ya valió - no esperaba encontrarme con el loto más podrido de Yunmeng, por aquí - se acerca a pasos firmes y lentos, como si se estuviera burlando. El Jiang tiembla de pánico, sus ojos se cristalizan y quiere gritar por ayuda porque sabe que el Wen no está ahí para salvarlo de esas feroces bestias que no le quitan los ojos de encima - ¿quieres decir algo?, no te entiendo... - dice al ver al contrario intentar articular sus palabras - habla, no entiendo ese idioma - lo agarra del hanfu con sus manos empuñadas - compórtate como un hombre... - se burla y mira con odio - no puedo creer que tú seas el reemplazo de Jiang Cheng, mírate - lo observa con desprecio.

- ¿por qué...? - logra articular con dificultad el Jiang, ante la pregunta Wen Cheng presiona sus labios con rabia y el odio en su mirada se acrecienta aún más, por lo tanto, no puede evitar zarandearlo con violencia hasta golpearlo contra un árbol.

- porque quiero y porque puedo... - responde el Wen entre dientes.

- ¿qué te hice? - le agarra de las muñecas para quitárselo de encima, pero en cuanto lo hizo los perros se pusieron en posición de ataque y el Jiang soltó al Wen en el momento - ¿por qué me haces estos si yo no te conozco? - sus lágrimas empiezan a caer - si te hice algo, ¡perdóname....!, pero es primera vez que te veo, jamás te ofendí de ninguna forma... ¡por favor, déjame ir! - le ruega - no le diré a nadie.