^___N U E V E___^

Depuis le début
                                        

– Curiosidad. Pensé que sería un poco más cliché, talvez París, la ciudad del amor– en tono sensual sus ojos me observan.

– Es solo una ciudad, el toque romántico y la creencias amorosas se los da la gente, señor Royal. No todos conocen el amor en el mundo como para dedicarle tal sentido a una ciudad.

– Tal ves, pero no podemos contradecir tantos años de tradición– dice mientras me sostiene en una vuelta.

– Y ¿por qué no? La libertad de expresión sigue siendo un derecho– veo a Bill a lo lejos Bailando con Selena, me dice algo con los labios pero no lo entiendo.

–  Pero sin base sólida, serían especulaciones de alguien que no tiene la menor idea de lo que habla, ni siquiera la conoce en persona. Debería formar su criterio luego de ver el aura de una ciudad hermosa.

– Puede ser – le digo coqueta– cuando tenga el placer de regresar a su país, lo buscaré y dejaré que sepa mi primera impresión.   

– Eso significa que usted, Madmoiselle, quiere volver a verme– me dice con una media sonrisa

– Eso significa, que.... –

Me interrumpe un Bill seco y controlador, pero "educado" – Me permite, señor Royal– interviene demostrándole que me quería de vuelta como si fuera un juguete. En algún momento la canción se ha acabado, y está por comenzar una nueva. No tenía idea, mi mente cierra contacto con el mundo con esos ojos franceses – me gustaría tener esta pieza con ella.

– Adelante Crowell, es toda suya– hace una pausa y mira hacia mí – por ahora– eh???, que equivocado yo no tengo dueño. Otro más que anda intentando ponerme collar. Hace una reverencia para terminar el baile y yo le correspondo, ese momento cuando besa mi mano hace que me sorprenda, más sensual que antes – nos veremos pronto Madmoiselle– dice y se marcha con una ansiosa Selena, quien lo mira coqueta a lo lejos .

Bill se coloca en posición y comenzamos a bailar, bastante juntos.

– Encontré algo – me dice bajo – Selena es muy buena, y confía demasiado en las personas. Ya viste que habla mucho.

– Sí, ya desembucha Crowell.

– Las piezas llegan directo a la habitación del representante del lugar, en un maletín especial de color negro que tiene una clave para abrirlo. Los guardan en una habitación de este sitio, aún no se donde. Puedo intentar averiguarlo, pero necesitaré tiempo.

– Es lo que menos tenemos Crowell. Cuando este circo se acabe, esta gente desaparecerá como una jodida sombra y ni siquiera quedará el rastro perdido de una mísera gema.

– No me digas que te estas estresando. Nunca has fallado, no lo harás ahora Eli – se ríe – o Nora, o Madre de Calcuta...¿no has pensado en ese?  Te falta ponerte un numero para cuando se te acaben las ideas – algo me tiene inquieta, siento una mirada en los dos y cambio mi vista
A están, esos ojos verdes. Leonard está sentado junto a una chica que está de espaldas a mí, solo se que es rubia. Solo eso puedo ver, pero él queda de frente a mí, con total descaro no aparta sus jodidas esmeraldas recorriendo cada centímetro visible de mi cuerpo, y el que no también.

– Crowell – lo miro a los ojos, y esta mirándome– necesito jugar mis cartas. Necesito entrar a su habitación – suspiro – Debo entrar, luego de que tengas la jodida clave del maletín y el sistema de seguridad.

– Sabes que es arriesgado, estas son las grandes ligas y..

–Eso lo sabíamos antes de venir

– Pero hay más seguridad que la última vez y...

 Juego de MáscarasOù les histoires vivent. Découvrez maintenant