𝗠𝝠𝗡𝗜𝗣𝗨𝗟𝝠𝗖𝗜𝝝́𝗡

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Descansé mucho esa noche y cuando me desperté ya era hora de cenar.

Me sirvieron arroz blanco, verduras hervidas, carne como una piedra y un poco de salsa al lado.

Cualquier motivación que tenía sobre la vida ya se había esfumado.

No podía imaginarme cómo durante el tiempo que trabajé aquí, les daba esta cena todo el tiempo a los pacientes. Sentí simpatía por todas aquellas personas a las que había obligado a comer, día tras día.

Forcé la mayor parte de la comida en mi garganta cuando Augustus entró en la habitación.

Tenía una expresión de preocupación en su rostro cuando se sentó al lado de la cama.

-¿Cómo te sientes ahora?-preguntó.

-Mejor.-mentí.

Él asintió.

-Los antibióticos te adormecerán, pero te ayudarán con el dolor.

¿Qué pasa con el dolor punzante en mi corazón?

¿Los antibióticos harán que ese dolor desaparezca también?

-Yo espero que sí.-dije, empujando las zanahorias de un lado a otro en mi plato.

No me gustaba la mirada que Augustus me estaba mirando, estaba llena de tanta lástima.

No quería la compasión de nadie.

Todo lo que quería era que todos me dejaran en paz y no actuaran como si fuera una muñeca de porcelana rota.

De repente dejó su asiento, cerró la puerta de la habitación y volvió.

-Amity.-Augustus dijo en voz baja.-Me he dado cuenta de que has estado muy cerrada desde la mañana cuando te despertaste. No pareces la misma...

Si alguien me podía leer bien, era Augustus.

Antes de que pudiera abrir la boca y responder, continuó.

-Durante la semana que estuviste con Luz, lo que haya sucedido allí, si te mantuvo cautiva y te...-se encogió de hombros.-Bueno... te puso en una posición comprometida, lo entendemos. No debes culparte por eso. A menudo las víctimas de violación y abuso se culpan por las situaciones en que se encontraban...

Augustus habló más de su mierda filosófica y ya había dejado de escucharlo.

Es como si nadie estuviera tratando de entenderme.

Nadie se había molestado en preguntarme qué sucedió realmente en esa cabaña y habían dejado que su imaginación se volviera loca.

Es cierto, Luz tenía antecedentes penales, tenía la reputación de ser la paciente más famosa encerrada en el asilo, pero si hubiera querido hacerme daño, si realmente era la persona detrás de esos asesinatos, ya habría muerto.

Todos sospechaban de Luz sin lugar a dudas, y no se equivocaron al asumirlo.

Había tenido una mentalidad similar antes de ir a su cabina.

Después de permanecer con ella durante más de una semana, supe en mi corazón que Luz no podía ser la asesina.

-Amity, ¿me estás escuchando?-Augustus preguntó pareciendo preocupado.

-Lo siento, ¿qué estabas diciendo?

Cerró los ojos y suspiró, cerrando su mano sobre la mía.

❝Mental Asylum❞-Lumity Adaptación G!PWhere stories live. Discover now