𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 𝐱 𝐓.𝐅

-𝐀𝐧𝐝𝐫𝐞𝐰 𝐃𝐞𝐚𝐧-

Su cara estalló en una sonrisa educada como siempre lo hacía cuando la veía, dientes blancos rectos centelleándola.

-Cami, no te escuche entrar.

Se adelantó, asegurándose de que su corto vestido de sol fluyera alrededor de sus muslos bronceados como lo hizo. Ella dejó que su mano se arrastrara en la esquina de su escritorio.

-Cillian me invitó a Play Station. ¿Quién estaba en el teléfono?

Andrew  se encogió de hombro descuidadamente mientras luchaba por mantener sus ojos puestos en el suyo.

-Solo un empleado. Hoy estoy muy ocupado Camila. Estoy seguro de que Cillian ya te echa de menos.

Camila se acercó hasta que estaba de pie justo enfrente de él, los pechos se empujaron casi tan lejos como pudo conseguirlos.

-¿No me echaste de menos? ¿No disfrutas de mi compañía?

Podía ver la tensión en sus ojos por la forma en que su voz salía. Femenino, lento y seductor.

Ella estaba llegando a él, notó la lenta sonrisa reservada que se puso.

-Sabes que disfruto de tu compañía, Camila. Ahora...

-Debe ser difícil quedarse en casa solo, atrapado en un matrimonio que nunca quisiste mientras tu esposa está follando a otros hombres.

Una mirada dura cruzó su cara, pero había una evidente atracción en sus ojos cuando se acercó y frotó su cuerpo contra sus manos en sus brazos.

Le agarró los hombros con un largo suspiro.

-Camila, creo que es mejor si no te preocupas por eso. La situación está siendo atendida.

Corrió sus manos por sus brazos, su coño goteando de lujuria y sus pezones duros contra su pecho.

-Pero todavía estás solo. Puedo verlo, puedo decir por la forma en que estás perdido por la atención... al igual que yo.

Ella pegó las caderas en las suyas y rogó que su autocontrol se rompiera.

Aunque él comenzó a alejarla, ella podía sentir el efecto evidente que estaba teniendo en él. La gruesa polla en sus pantalones ya estaba hinchada.

Antes de que él pudiera decir nada, ella levantó la boca hasta la suya y mordisqueó su labio inferior.

-Oh, por favor, hazme tuya. Tengamos los dos lo que queremos".

-Cami...-Protestó una vez más, solo que vino como un gruñido suave.

Él era inútil contra sus trucos, por la forma en que su cuerpo se sentía tan bien presionado contra el suyo.

Sabía que estaba mal, que esta chica fuera la que su hijo codiciaba noche tras noche..

Corrió su lengua por la comisuras de sus labios, probando los restos ligeros de algo fuerte. Como whisky y puros.

Sus labios se abrieron para que sus lenguas pudieran encontrarse, bailando a un nuevo ritmo. Ella se paró sobre sus dedos de los pies para encontrar cada agujero oscuro y grieta profunda de su boca, todos los tesoros secretos escondidos.

Con una mano se arrasó por su cuerpo, sintiendo los músculos y los planos endurecidos que anhelaba tocar debajo de las yemas de los dedos. Cuando sintió los cordones de sus pantalones, no pudo hacer más cuando un jadeo salió de su boca.

Se encontró siendo recogida, luego la madera fresca de su escritorio contra su trasero desnudo mientras su vestido cabalgaba sobre sus muslos.

Ella respiraba mucho, mirándolo con el pecho agitado.