Indestructible +18 | HDVAC

Sawyer

Capítulo 18

Las heridas sanan y el tiempo sigue ayudando a que el dolor se vaya, pero el simple hecho de saber todo de lo que somos capaces es terrorífica.

— Entró a Yale y Stanford — anuncia Hannah mientras bebe del vaso

— Es tu cumpleaños, no debemos hablar de eso en este momento.

— Yale es su sueño Rylee y él lo está dejando por tu culpa — reniega mientras agita la cabeza — El amor no es envidioso Rylee, entiende eso de una vez.

Deja caer el vaso por el techo y se pone de pie para irse, me quedo sentada viendo toda la ciudad un momento, es mi lugar seguro, el lugar que solo ellos conocen.

La recuperación de Sawyer fue rápida, más de lo que cualquiera hubiera pensado, pero eso no significaba que todo haya terminado ahí.

— Veo que te dejaron sola — la voz grave de Sawyer hace que volteé y asienta ante su pregunta

— Hannah se molesto, ya sabes lo normal.

— Como siempre, su cumpleaños no puede ser la excepción — dice divertido

— Te amo Sawyer.

— Te amo Rye — me da un beso en la frente — Tranquila, todo está bien.

— Estoy tranquila.

— Tus ojos te delatan, pero si quieres podemos saltar del techo y así terminar juntos.

— Tonto.

— Vamos a casa ya esta comenzado a ser tarde.

Nos ponemos de pie y bajamos del techo hasta llegar a la salida del edificio viejo, subimos al auto y llegamos a mi casa la cual está vacía como de costumbre.

— ¿Algún día terminaremos nuestro viaje?

— No lo sé, tú iras a Yale y yo me quedaré aquí — me recuesto en el sillón del auto

— No voy a ir a Yale.

— Adiós Sawyer — abro la puerta para poder bajar del auto, pero su mano me detiene

— ¿Me estás diciendo adiós hoy o es un adiós para siempre? porque no puedo decirte adiós para siempre de esta manera Rylee.

— Perdón Sawyer — mi voz comienza a temblar

— No vamos a terminar así Rye — dice en un titubeo — Solo un día, nuestro último día.

— Mañana.

Bajo del auto con un nudo en la garganta y mis ojos llenos de lagrimas, tal vez era la peor decisión para mí, un día con Sawyer, solo uno antes del adiós.

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Sawyer

— ¿Qué demonios le dijiste a Rylee? — digo entre dientes al ver a Hannah acostada en su habitación

— La verdad, que estas dejando todo por ella y que no sabe apreciarlo — se encoge de hombros

— Deja de meterte en mi vida que tú no  tengas una no significa que arruines la mía.

— ¿Disculpa? Toda mi maldita vida he cuidado de ti y me he asegurado de que cumplas tus sueños, pero no sabes valorar nada Sawyer, no sabes valorar ni esos días que pase buscándote sin descanso.

Ruedo los ojos y salgo de la habitación, me siento en el techo mientras fumo un cigarrillo para poder desestresarme, después de dos meses en el hospital después de que Kane me dejara prácticamente muerto a la mitad del camino, no era nadie especial, pero él no pensaba así.

— Had — digo al ver que responde la llamada

— Si es por el mi carro, solo quería decir que gracias, es identico — dice emocionada

— Necesito tu ayuda y la de Dan.

— ¡Dan! — su grito hace que aleje el teléfono — Dinos.

— Necesito que Dan me preste la cabaña el fin de semana y que Had lleve a Rylee a la cabaña aproximadamente a las dos de la tarde.

— Claro.

— ¿No van a hacer preguntas? — digo divertido

— Supongo que es su aniversario.

— Es nuestra despedida, gracias por la ayuda.

Corto la llama sin decir más y comienzo a buscar las cosas para tener todo preparado el día de mañana, Hadley me escribió diciendo que le va a preparar una maleta a Rye así que no debo preocuparme de eso, solo de llevar suficiente comida para estar un fin de semana en el lugar.

Me quedo dormido después de planear todo y sin sentir la luz del sol ya entra por las ventanas haciendo que tenga que despertar, me pongo de pie, me doy una ducha antes de bajar.

— ¿A dónde vas? leñador — dice burlona

— Que lleve una camisa de cuadros no significa que sea leñador y no te interesa Hannah.

— Muerete Sawyer — rueda los ojos

Tomo una manzana y salgo de la casa, comienzo a conducir hasta llegar a la cabaña, los grandes árboles rodeando el lugar, ni una casa hasta el poblado próximo.

Entro a la cabaña y enciendo la chimenea, limpio el polvo y arreglo toda la comida, subo mis cosas a la habitación y como unas papas fritas mientras espero a Rylee, la cabaña de Dan era uno de los lugares más hermosos que conocía, era de su abuela hasta que murió y Dan se volvió el propietario.

Perfecto para el momento en que quieras escapar de la realidad y eso quería hacer, no quería dejar ir a Rye y menos sabiendo que ella lo hace por mí, mis unicas esperanzas se quedan en este lugar.

— ¿Estás bien? — la voz de Had hace que de un salto al verla

— ¿Qué haces aquí?

— Pensé que necesitarías ayuda, pero veo que tienes todo resuelto.

— Had — digo en un murmuro — Creo que la perdí.

— No cariño — me da un abrazo haciendo que las lagrimas comiencen a salir — Ella nunca se va a ir, te lo prometo.

— Pero yo sí y ella va a seguir con su vida y eso está bien porque ella no debe estar esperando por mí.

— Saw... yo no se que decir.

— Solo, necesito un abrazo.

— Tranquilo, aquí estoy contigo, siempre.

— Lo sé y me gustaría no tener que dejarte.

— Pero iras a Yale, serás todo un sabelotodo y vivirás feliz entre libros, además nos visitaras y nosotros a ti.

— Te quiero Had.

— Y yo a ti Saw.